Por Maestro Maitreya
El Derecho Budista afirma que el concepto de guerra justa es éticamente ilegítimo, utilizando poder de la agresión en lugar del poder de la justicia. Para el Maitriyana la guerra es una violencia organizada que sistemáticamente causa la destrucción de la vida,[1] por lo que el único recurso justo es el pacifismo que han evidenciado maestros espirituales como Gautama, Jesús y Francisco de Asís. Los Seres Libres e Iluminados (Arhats-Bodhisattvas) mantienen que la no-violencia (ahimsa) es una fuerza ética poderosa con la capacidad para evanescer el odio dentro de la mente y corazón del agresor. Por lo tanto, el Derecho Budista considera que no existe un válido derecho a la guerra (jus bellum), sino que más bien existe un derecho humano a la paz (jus pax). A diferencia de la moral católica, el Maitriyana considera que no existe la guerra justa, considerando que la violencia y el militarismo son intrínsecamente injustos y salvajes. Tanto la noción de guerra santa de la religión como la noción de guerra justa del Estado son rechazadas por el Derecho Budista como falsas justificaciones, considerando que la ecuanimidad y el amor al prójimo deben ser los recursos verdaderos frente a la agresión. Esto significa que el derecho humano a la paz es superior con respecto al derecho a la soberanía y la territorialidad. Sin embargo, este derecho humano supremo a la paz no sólo es intrínseco a la humanidad sino también a todos los seres vivos, siendo un derecho absoluto de toda la existencia. En este sentido, incluso si no atacasen a poblaciones civiles, las tradiciones de la guerra santa y la guerra justa son crímenes contra la humanidad y la vida, siendo recursos que olvidan la dignidad de todo ser viviente. El Propósito (Dharma) del Maitriyana es entonces la evanescencia de toda forma de guerra, la cual va completamente en contra del estilo de vida de la justicia, la rectitud y la Espiritualidad. El Derecho Budista busca proteger y preservar los valores éticos como guía hacia la Salvación, considerando que los problemas políticos, económicos, culturales y medioambientales tienen que ser confrontados a través de medios adecuados y no-violentos. Esto conduce al maestro espiritual a condenar al nacionalismo y culto al Estado,[2] los cuales son contrarios a la visión internacionalista de la paz mundial. El Maitriyana critica a la guerra como uno de los más poderosos males del mundo, pues empeora los conflictos en lugar de llevar hacia la resolución. De esta manera, el pacifismo es un horizonte ético para el Derecho Budista y su código legal (vinaya), el cual se orienta hacia la sabiduría compasiva (prajña-karuna) y nunca hacia el daño o coerción contra otros seres vivos.[3] En efecto, el Maitriyana confirma que la noción de guerra recta (dharma yuddha) no se refiere a un conflicto violento sino más bien a una lucha por medio de ideas y mensajes de paz, amor, tolerancia y benevolencia.[4] Esta doctrina pacifista es el deber ético y la práctica contemplativa de los Seres Libres e Iluminados (Arhats-Bodhisattvas), cuya tradición social es gobernada por el principio de la autonomía, autodeterminación y responsabilidad en el Camino hacia la Salvación.[5] Sin embargo, en tanto que el sufrimiento es inevitable, el Derecho Budista no asume una postura moral absolutista, planteando que el aprendiz debe buscar causar el menor daño posible, motivo por el que dentro de la comuna espiritual (sangha) no hay lugar para los recursos violentos de la guerra santa o guerra justa,[6] buscando la Sublimación de las fuerzas de la codicia (loba), el odio (doha) y el engaño (moha). Por ello, el sistema de justicia del Maitriyana se basa en métodos conciliatorios de resolución de los conflictos,[7] en lugar de justificar la guerra, la xenofobia y el nacionalismo como lo hacen ideológicamente los Estados y las religiones. El Derecho Budista es el defensor, protector y guardián del Propósito (Dharma) de la vida, buscando la expansión de la consciencia de todos los seres vivos en lugar de buscar su destrucción y muerte. El paradigma político y jurídico del Maitriyana nunca justifica la violencia y la guerra, proponiendo un modelo de respuesta guiada por la rectitud, la solidaridad y la paz. Este modelo metapolítico propone la incorporación total del Propósito (Dharma) y la comuna espiritual (sangha) dentro de la ideología estatal,[8] buscando la paz y armonía social por medio de los principios del acuerdo, consenso y pluralismo. Así, el Derecho Budista propone una sociedad abierta y democrática,[9] donde la comuna espiritual (sangha) actúa como la consciencia ética de la sociedad,[10] asegurando que exista justicia y Verdad.
[1] Laksiri Jayasuriya, Just War Tradition and Buddhism.
[2] S. Hauerwas, Christian Contrarian.
[3] H. Saddhatissa, Buddhist Ethics: Essence of Buddhism.
[4] Laksiri Jayasuriya, Just War Tradition and Buddhism.
[5] Dhammapada.
[6] Laksiri Jayasuriya, Just War Tradition and Buddhism.
[7] P.D. Premasiri, The Place for a Righteous War in Buddhism.
[8] J.D. May, Transcendence and Violence.
[9] A. Sen, The Argumentative Indian.
[10] Laksiri Jayasuriya, Just War Tradition and Buddhism.