Proyectos de Paz

Proyecto de Paz Syria 2014

Al Presidente de Syria Bashar al-Assad,

2 de Marzo de 2014

Hace más de dos mil doscientos años el Rey Ashoka de la Antigua India envió misiones budistas de paz a varios países de Asia, Europa y África. Una de estas misiones llegó a Syria, donde prosperó durante 300 años, para luego desempeñar un rol fundamental en el desarrollo del Cristianismo primitivo. En la actualidad, la Espiritualidad Budista está comenzando a ejercer un similar liderazgo espiritual, guiando a los pueblos hacia la Autodeterminación y Libertad. Esta tarea tan singular está siendo conducida por el movimiento Maitriyana, el cual tengo el placer y la responsabilidad de liderar.

La interdependencia global es un marco de referencia que claramente conducirá a la humanidad hacia un nuevo tipo de civilización, donde los pueblos alcanzarán la paz, la equidad, el conocimiento y la armonía ecológica. Realmente es posible crear un mundo más fraternal que la civilización capitalista; pero es fundamental para ello tener un Compromiso absoluto con la lucha libertaria frente a la guerra, la hambruna, la ignorancia y la contaminación. Lamentablemente, los presidentes de los países no tienen este Propósito Supremo dentro de sus agendas económicas, por lo que descuidan e ignoran la búsqueda de felicidad de las personas.

Sin embargo, el mundo sobrevivirá a la inevitable caída de la civilización materialista si ofrece un Camino digno para que todos los seres humanos de la Tierra puedan vivir con bienestar. Mientras los gobiernos continúen invirtiendo en armamento, mientras existan personas que mueran de hambre, mientras haya analfabetismo y mientras exista contaminación, el movimiento Maitriyana será una fuerza crítica frente a los males del mundo.

Sólo la Espiritualidad puede salvar el mundo. Éste es uno de los Mandamientos del Maitriyana, pues nuestro movimiento muestra la Vía hacia la Reconciliación de las divisiones que atormentan a las naciones. Las heridas de la opresión sólo pueden cerrar con la Fuerza más poderosa del Universo: la Compasión. Si un país abre su corazón a la Sabiduría del Amor Espiritual puede convertirse en una potencia mundial.

La Espiritualidad Budista ha permitido que reyes tiranos y asesinos seriales -como Ashoka y Angulimala- se conviertan en personas justas, bondadosas y llenas de paz. De este modo, incluso si fuese cierto que usted ha cometido delitos de genocidio, como lo están acusando países poderosos, todavía tiene la oportunidad de cambiar y guiar a su pueblo hacia la Salvación: no es tarde aún. Nosotros estamos aquí para ayudarlo en esta tarea. Por ello, cuando USA ha intentado iniciar una guerra contra su país, nosotros hemos intervenido para que esto no suceda, lo cual nos ha costado sufrir persecución política y económica por este hecho.

La codicia, el odio y la ignorancia son mecanismos inconscientes que reprimen el desarrollo de la civilización dhármica venidera. El problema del mundo no es el sufrimiento, la enfermedad y la muerte, porque esto es algo inevitable. El verdadero desafío radica en vivir en Libertad y Paz, y un gobierno no necesita ser una potencia económica o armamentística para ofrecer estos valores a su nación. Lo que es necesario es tener un Compromiso Espiritual para seguir la Sabiduría práctica de los grandes Seres Despiertos. Éste es el Camino hacia el Desarrollo, la Paz, la Salvación y Evolución de la humanidad.

Aunque los gobiernos con las economías más poderosas no tienen a la armonía global como su principal Propósito, creo que si Syria emprende la Vía de la Paz puede llegar a convertirse en un ejemplo para toda la humanidad. La solución al conflicto no provendrá de ninguna guerra, sino de una conversión espiritual al pacifismo. Un ejemplo de esto puede ser la eliminación de las fuerzas armadas, y la correspondiente redistribución de esos gastos hacia la Salud, Educación y Seguridad del pueblo. Así es como gobierna un líder sabio: con rectitud ética. Su pueblo no necesita de ejércitos, necesita hermandad, cariño y bondad para poder superar las situaciones dramáticas que padece.

Como Maestro Espiritual, mi dedicación hacia la Paz es absoluta, y humildemente espero que los líderes políticos del mundo comiencen a escuchar a aquellos que pueden aportar armonía y sabiduría. Por favor recuerde que no existen las soluciones militares. Pero resolver el conflicto implica encontrar una solución pacífica que proviene del coraje y la valentía que muy pocos seres humanos poseen. Los gobiernos deben tener el deber de buscar el bienestar del pueblo, tanto dentro del país como fuera. Por ello, sin diálogo con los países vecinos esto será imposible.

Concordantemente, el Maitriyana presenta formalmente un «Proyecto de Paz para la Syria del Futuro». Los principios generales de este Proyecto de Paz son el diálogo y la Reconciliación (Maitri) con el fin de resolver la división y defender la integridad de su nación.

  1. En la Syria del Futuro debe haber un lugar para todos los seres humanos, respetando su nivel económico, su etnia y su tipo de religión.
  2. En la Syria del Futuro todo grupo de Syria, sea mayoritario o minoritario, debe estar involucrado en la refundación de una nueva Constitución que esté a la Vanguardia de la defensa de los derechos humanos.
  3. En la Syria del Futuro no deberán existir vínculos con grupos extremistas que promueven la violencia, por lo que todo gobernante debe estar en contra tanto del terrorismo como de la opresión del Estado.
  4. En la Syria del Futuro debería existir una gran presencia de embajadas de los países limítrofes con el fin de que ellos realicen ayuda humanitaria y simultáneamente chequeen que no hayan violaciones a los Derechos Humanos. Esta cooperación permitirá una pronta reconstrucción del país. Al mismo tiempo, Syria debería mantener relaciones fuertes con organizaciones humanitarias de todo el mundo con el objetivo de recaudar fondos para paliar la pobreza y otros males.
  5. En la Syria del Futuro no debería existir ningún ejército, sino una fuerza de defensa del ciudadano, redistribuyéndose los gastos militares hacia la Educación y la Salud.
  6. En la Syria del Futuro no deben existir armamentos químicos, biológicos o nucleares.
  7. En la Syria del Futuro se solicitará la guía de pensadores y grandes maestros con el fin de mantener una rectitud ejemplar ante el mundo, organizando un período de reconstrucción y crecimiento de la sociedad.

Este «Proyecto de Paz para la Syria del Futuro» es una intervención espiritual que realiza el Maitriyana con el fin de poner fin a la violencia. No se trata de una Utopía, sino de un plan que puede ser aplicado en el aquí y ahora, sólo necesitándose de coraje y valentía para hacerlo. La Paz debe ser un valor promovido por toda la comunidad internacional. Por ello, no podemos permanecer pasivos ante violaciones a los derechos humanos. La Espiritualidad Budista -junto con el Cristianismo- se encuentra al frente de la ayuda humanitaria a nivel global, por lo que Syria va a tener nuestra solidaridad y cooperación. Sólo la búsqueda de intereses políticos globales, como la paz, la justicia social, la educación y la ecología, pueden poner fin a los conflictos. El Maitriyana respeta plenamente la Autodeterminación y Libertad del pueblo de Syria, comprendiendo a estos valores como esencialmente espirituales, y no como un posicionamiento aversivo frente a la ayuda e intervención extranjera. En un mundo esencialmente interconectado en realidad es una ilusión la diferencia entre lo local y lo extranjero. De este modo, el problema que sufre Syria es un problema para toda la humanidad, y viceversa. Sin embargo, el Maitriyana coincide en que se debe sospechar de la legitimidad de la ONU, cuyo comportamiento siempre ha ido en contra de la rectitud ética.

Sr. Presidente, le ruego que utilice la sabiduría del Maitriyana, cuyo pensamiento libertario es una de las contribuciones espirituales más importantes de la historia. Personalmente, no utilizo a la oración, pero estoy constantemente meditando sobre cómo puedo ayudar en la construcción de un mundo mejor. Ojalá Syria pueda recibir a una delegación budista de Paz tal como lo hizo hace dos mil doscientos años. Aprovecho la ocasión para comentarle que hoy nuestro humilde Templo se ha reunido para meditar y enviar nuestra energía espiritual al querido pueblo de Syria.

Siempre con espíritu de Reconciliación,

S.E. Maestro Maitreya

Proyecto de Paz India 2014

Al Sr Presidente de India, 17 de Junio de 2014,

Hace más de dos mil doscientos años un antiguo maestro espiritual de la India revolucionó el mundo con su mensaje de Amor Espiritual, igualdad y fraternidad. Pero en la actualidad parece que todavía su mensaje de Paz no se ha propagado a lo largo de toda la India, donde existen frecuentemente casos de violaciones y asesinatos a niñas y mujeres. Pero lo más preocupante es que detrás de estos sucesos hay algo macabro, que es la discriminación hacia un pueblo que es considerado intocable y que sufre el peor tipo de opresión. De este modo, es momento de que la India vuelva a dejarse inspirar por un liderazgo espiritual muy similar al que realizó Siddharta Gautama. La Espiritualidad Maitriyana tiene ese Propósito (Dharma). Pero para esto el gobierno de la India debe contribuir a generar un clima de Autodeterminación y Libertad, no-interfiriendo con el flujo creativo y evolutivo del pueblo. La Espiritualidad es el marco que conducirá a la India hacia una nueva civilización pacífica, justa, culta y ecológica. Es posible solucionar el problema social que padece India, pero es imprescindible que el gobierno de la India tenga una voluntad fundamental para luchar contra la discriminación y el sistema de castas. Aunque la constitución de la India está en contra de este sistema injusto, todavía siguen ocurriendo sucesos que no deberían suceder. Esto significa que no es suficiente todo lo que se hizo antes, siendo necesario continuar tomando medidas revolucionarias tendientes al bienestar de todas las personas, que es definitivamente lo único que puede asegurar la supervivencia de la humanidad. Mientras los gobiernos continúen permitiendo la existencia del sistema de castas seguirá habiendo opresión, alienación, violación y explotación de determinadas poblaciones, las cuales merecen que se les respeten sus derechos humanos básicos. La Espiritualidad Maitriyana es una fuerza contracultural que no avalará la presencia del sistema clasista, el cual es uno de los principales males del mundo. De hecho, el Maitriyana es una Vía de Reconciliación que supera todo tipo de división, por lo que el sistema de castas es un contrasentido fundamental para nuestra visión sabia y compasiva. India no podrá ser una potencia mundial si no asume estos valores espirituales que son contrarios a la segregación. El Rey Ashoka entendió esto perfectamente y convirtió a la India en un reino pacífico, justo, culto y ecológico. De este modo, es completamente factible eliminar el sistema de castas, el cual representa un delito de lesa humanidad. India puede cambiar, pero necesita la ayuda de su gobierno y también la guía desinteresada de la Espiritualidad Budista, tal como ocurrió hace más de dos mil años. Por ello, el Maitriyana presenta un Proyecto de Paz para la India del Futuro con el fin de ayudar al pueblo indio a conseguir esta tarea difícil que representa la Igualdad y la Libertad, superando los venenos de la mente que son la codicia, el odio y la inconsciencia.

El desarrollo de la civilización dhármica venidera implica que la India del Futuro no deberá anhelar ser una potencia económica o armamentística, sino una potencia espiritual, es decir, un país superdesarrollado por los valores de la paz. La gran nación de la India históricamente ha seguido la sabiduría práctica de los grandes Seres Despiertos (Buddhas), por lo que el Maitriyana no es un mero movimiento con ideas utópicas: estamos mostrando cómo lograr la Paz, la armonía y la Evolución de la humanidad en el aquí y ahora. Éste es nuestro principal Propósito (Dharma): la Salvación del mundo. Si la India vuelve a escuchar las enseñanzas de los maestros espirituales podrá volver a ser un ejemplo ético para todos los pueblos. La solución al problema de las castas no provendrá de ningún desarrollo económico, sino de una conversión espiritual de la sociedad. Si India no logra la paz dentro de su propia frontera, será imposible entonces llegar a la paz con el pueblo vecino de Paquistán, lo cual implica que si no hay una transformación espiritual de la sociedad es muy probable que India y Paquistán entren en una guerra nuclear. Así, le suplicamos al gobierno de la India que lidere a su pueblo con sabiduría y no con burocracia. El pueblo de la India necesita rectitud ética y no únicamente la creación de puestos de trabajo.

La Espiritualidad Budista, desde hace dos mil seiscientos años, es la encarnación de la hermandad y la  bondad en el mundo, mostrando que se puede superar cualquier situación dramática a través de la fuerza del Amor compasivo y la Sabiduría ecuánime. El Maitriyana continúa con esta dedicación hacia la Paz Mundial, esperando con humildad que el mundo deje de ser un lugar donde ya nadie escucha. Pero resolver el enorme problema del sistema de castas implica que los políticos desarrollen coraje y valentía, asumiendo el deber supremo de buscar el bienestar verdadero de todo el pueblo. Por ello, sin diálogo con maestros espirituales esto será imposible.

Concordantemente, el Maitriyana presenta formalmente un Proyecto de Paz para la India del Futuro. El principio general de este Proyecto de Paz es el espíritu de Reconciliación (Maitri) que tiene como finalidad evanescer el sistema de castas y defender el cumplimiento de los derechos humanos, tanto en la relación con su propio pueblo como en el vínculo con pueblos vecinos. A continuación se enumera una serie de condiciones que el Maitriyana recomienda:

  1. En la India del Futuro debe estar completamente prohibido el sistema de castas, respetando a todos los seres humanos independientemente de su nivel económico, cultural o tipo de religión.
  2. En la India del Futuro se deberá cumplir aquello que señala su Constitución, pero al mismo tiempo se deberá considerar que el sistema de castas es un delito de traición contra el bienestar de la nación de la India.
  3. En la India del Futuro aquellos individuos que tengan antecedentes de racismo o discriminación hacia alguna casta no podrán formar parte de organismos de bien público como la policía, el ejército y el gobierno. La única posibilidad es que realicen un proceso de rehabilitación espiritual bajo la guía de un maestro espiritual.
  4. En la India del Futuro debería existir una supervisión de organismos internacionales que analicen si continúan existiendo violaciones a los Derechos Humanos.
  5. En la India del Futuro debería existir la firma de un acuerdo de paz con la nación vecina de Paquistán, acordando no sólo la prohibición total del uso de armas de destrucción masiva, sino también la negativa a resolver cualquier disputa por medios militares. Esto implica que cualquier conflicto entre ambos países se deberá resolver únicamente en tribunales internacionales.
  6. En la India del Futuro se deberán destruir todo tipo de armamentos nucleares, acordándose con pueblos vecinos la negativa a construir armamentos químicos o biológicos.
  7. En la India del Futuro se solicitará la guía de maestros espirituales de las distintas tradiciones que han iluminado a este hermoso pueblo durante miles de años. Esto tendrá la finalidad de mantener el comportamiento recto, iniciando así un período de evolución de toda la sociedad.

Este Proyecto de Paz para la India del Futuro es una intervención espiritual que realiza el Maitriyana con el Propósito (Dharma) de poner fin a la violencia estructural que está sufriendo la sociedad de la India, donde el sistema de castas continúa siendo enormemente fuerte. Esto produce que existan violaciones y asesinatos contra castas oprimidas, lo cual es algo que rompe nuestro corazón y que no podemos permitir. El Maitriyana, junto con catolicismo jesuita, se encuentra liderando un trabajo de Paz Mundial, por lo que India tendrá nuestra ayuda para recuperar sus valores espirituales dentro de toda la sociedad. El primer paso de esta guía espiritual es el siguiente: es necesario eliminar el sistema de castas ahora mismo. No podemos perder más vidas. Aunque no vivo en India, como ciudadano del mundo siento la muerte de ciudadanos de este país como la muerte de mis propios hermanos.

Siddharta Gautama renunció tanto al sistema de casta como a la religión metafísica que la justificaba, oponiéndose a este cruel mecanismo que regía la India del pasado y que todavía tiene vestigios en el presente. El Camino de la Espiritualidad Budista fue entonces una Vía alternativa al sistema opresor de la cultura de castas, estableciendo en el mundo una comuna (sangha) capaz de dar un ejemplo ético y trabajar en pos del objetivo supremo de la Libertad y el Despertar de todos los seres. El estilo de vida del Desapego es una demostración de la renuncia al sistema de castas, siendo la senda de una sabiduría compasiva que construye un mundo mejor y libre de la poderosa opresión que genera el sistema de castas. El Maitriyana trabaja a favor de la Libertad global, demostrando que los maestros espirituales son la demostración viviente de la veracidad del pacifismo. En definitiva, la Espiritualidad Budista siempre ha sido el faro de esperanza para los pueblos oprimidos del mundo, enseñándoles que es posible cambiar cualquier tendencia determinista en la historia. Siddharta Gautama, como todo revolucionario, fue siempre contra la corriente, estableciendo un Camino de Liberación para toda la humanidad al enseñar que es posible construir un mundo mejor en el aquí y ahora. La revolución socialista budista es una fuerza pacifista que busca establecer un nuevo orden carente de toda hipocresía, por lo que se enseñan prácticas contemplativas y éticas capaces de transformar constantemente el mundo interior y exterior. A diferencia de los regímenes totalitarios, viciados de violencia y corrupción, la Espiritualidad Budista no considera que se pueda imponer un nuevo orden. De hecho, esto es contradictorio con respecto a la Libertad esencial del ser humano. Así, los pueblos deben ser los que decidan si quieren el cambio o no. El trabajo de los políticos es entonces plantear la posibilidad y esperar. Pero se necesitan maestros espirituales para apoyar prácticas de bondad en el mundo. Estos son los sujetos más revolucionarios de la historia: los Seres Libres e Iluminados, y ellos han enseñado que el Camino hacia la Tierra Pura es renunciar a las armas, la injusticia social, la ignorancia y la contaminación. La Espiritualidad Budista es entonces el Camino más extraordinario para la transformación social, demostrando que el pacifismo y la renuncia al sistema de castas son fundamentales para abolir la violencia y la opresión. El Maitriyana ayuda a ir más allá de los enfoques limitados que proveen las culturas y castas, enseñando que un Ser Despierto (Buddha) es un ciudadano del mundo y no alguien identificado a un país determinado o a una estructura de poder. A partir de las enseñanzas transmitidas por Siddharta Gautama, la Espiritualidad Budista se posiciona como un movimiento crítico y nunca conformista con el status quo, estando en contra de la guerra, la injusticia social, la ignorancia y la contaminación. Al recibir el fuego revolucionario del Ser Despierto (Buddha), el Maitriyana porta la antorcha de la lucha no-violenta por la Salvación de mundo, por lo que se diferencia de la usual postura religiosa asociada al nacionalismo, los estereotipos y la justificación del conflicto armado. Siddharta Gautama tuvo una visión radical acerca de cómo crear una sociedad pluralista, sin castas ni nacionalismo, mostrando que la Espiritualidad es una actitud con la que se hacen cosas aquí en el mundo y no una mera forma de ir al cielo. El Maitriyana es una contracultura revolucionaria que enseña que el Despertar es precisamente el abandono crítico del egocentrismo, dualismo y consumismo. Por lo tanto, la Espiritualidad Budista está profundamente comprometida con la autorrealización, la Verdad y la Cura (Nirvana) de los males que sufre toda la sociedad. Criticar el status quo, como el sistema armamentista o el sistema de castas, requiere del coraje y la valentía que muy pocos poseen, pero también requiere fe profunda en que es posible salvar el mundo. Esta fe redentora, revolucionaria o incluso mesiánica ha estado presente por siempre dentro del Propósito (Dharma) transmitido por Siddharta Gautama. Así que los maestros espirituales dudan mucho sobre la veracidad de los gobiernos, pero nunca dudan acerca de si es posible crear un mundo mejor.

El Maitriyana intenta abrir los ojos de toda la humanidad, por lo que su mensaje es de gran importancia para el porvenir del mundo: no habrá supervivencia de la sociedad si continúa la opresión del sistema de castas, el racismo, el sexismo y la indigencia. Al  igual que Gautama renunció al poder mundano y dedicó su vida al bienestar de todo el pueblo, el Maitriyana tiene una visión radical que muestra que un simple ser humano puede contribuir a la paz mundial, pues despertar produce una marca irreversible en el mundo. La Espiritualidad Budista ayuda a que las personas dejen de esconderse en distracciones mundanas, como las ilusiones egoístas del placer o la riqueza personal, para así poder convertirse en una fuerza de paz en el mundo. Sin embargo, predicar contra la guerra, tal como lo hizo Gautama hace 2600 años, no es una tarea fácil o confortable, pues requiere ir contra la corriente. Así es que la India del Futuro debe salir de cualquier posición cómoda y esforzarse genuinamente por la paz.

Como maestro espiritual, estoy a disposición del gobierno de la India para instruirlo, estimularlo y aconsejarlo, informándole sobre qué tipo de acciones éticas desencadenará en la Paz. Estoy dispuesto a dar mi vida por el Proyecto de la Paz, así que puede aprovechar nuestra guía espiritual incondicional. El Maitriyana es una renuncia a la civilización capitalista motivada por la codicia, el odio y el engaño, proponiéndonos con valentía la creación de un mundo mejor guiado por las enseñanzas de Siddharta Gautama, quien fue la persona más trabajadora de la historia al dedicar todo su tiempo y energía en ayudar al prójimo. La Espiritualidad Budista de Gautama revolucionó el orden social de la Antigua India porque abandonó completamente el sistema de castas. Este es el fundamento histórico del Proyecto de Paz que realiza el Maitriyana para la India del Futuro. Notablemente, Gautama estuvo en contra del sistema de castas, tratando a todos por igual, incluso a los reyes de su época. Así, el Budismo de la India floreció como una fuerza espiritual en contra de la guerra y la injusticia social, denunciando tanto la opresión del sistema de castas como la tiranía de los ritos supersticiosos. Abogar por la igualdad y emancipación de todos los seres humanos siempre ha sido el deber supremo de la Espiritualidad Budista.

Durante todos los períodos de la historia, la sociedad ha sido influenciada por una minoría progresista que ha influenciado a las grandes masas populares según las distintas circunstancias. Los maestros espirituales somos herederos y continuadores de la revolución de Siddharta Gautama, porque nuestra aspiración suprema es el bienestar y la evolución de la humanidad. La Espiritualidad Budista encarna el polo de la Libertad, por lo que nuestro Deseo es siempre pugnar por la justicia social. El Maitriyana es la síntesis de todas las múltiples tendencias progresistas de la historia, depurándonos de los errores, contradicciones y deficiencias de los movimientos del pasado. Nuestro más allá, nuestra eternidad, es superar todas las barreras y conquistar la Paz mundial, sabiendo impulsar el progreso permanente de los pueblos al reconducirlos hacia la justicia y la libertad. En esta época que marca el fin de una civilización, los Seres Libres e Iluminados establecemos un programa de acción sobre la base y el objetivo del Despertar de toda la sociedad, por lo que el símbolo supremo de nuestra militancia es la lucha emancipadora. Obviamente, el Maitriyana como movimiento psicológico y filosófico es mucho más, pero como movimiento metapolítico, revolucionario y ecuménico, encarna la aceleración de la madurez espiritual que caracteriza a la realización de las posibilidades progresistas de una época dada.

Sr. Presidente, por favor permita ser guiado por la sabiduría compasiva de la Espiritualidad Budista, pues le aseguro que lo único que desea el Maitriyana es el Despertar de su pueblo. Estamos en el punto cúlmine de la historia, y depende de nosotros construir un mundo mejor o dejar que la humanidad se autodestruya. Ojalá India pueda volver a un liderazgo budista, tal como lo hizo el Rey Ashoka hace más de dos mil años.

Siempre con espíritu de Reconciliación (Maitri),

Maestro Maitreya

Proyecto de Paz Israel-Palestina

25 de Julio de 2014

Estimado Pueblo de Israel y Palestina,

Los saludo con tristeza por los cientos de asesinatos que están produciéndose diariamente en Gaza. Sea civil o militar, toda vida asesinada representa un daño enorme a toda la humanidad.

Nuestro movimiento espiritual llamado Maitriyana propone una iniciativa no sólo para poner fin al conflicto en la Franja de Gaza, sino también para construir un nuevo país donde pueda prosperar la paz, la justicia, la educación y la armonía entre los israelíes y palestinos. Esto implica cesar con la codicia, el odio y la ignorancia, para dar lugar al Camino del Amor y la Reconciliación.

El Maitriyana propone urgentemente este cese al conflicto para dar inicio a la apertura de una nueva unidad de los dos pueblos. Esta propuesta se produce en el marco de los esfuerzos diplomáticos de la Indian Buddhist Federation para obtener un cese de las hostilidades y lograr así el inicio de un nuevo país. Esto significa que esta crisis es una verdadera oportunidad de cambio. Obtener una tregua no producirá la Cura de los males de la sociedad, por lo que es necesario pensar en un verdadero plan estratégico de Unidad Internacional.

Esta dramática intervención del Maitriyana es una invocación para detener la guerra en Tierra Santa. Lamentablemente, no sirve con sólo rezar por la paz, también hay que hacer frente a los trágicos eventos con la acciones iluminadas por la sabiduría compasiva. Sólo acciones impulsadas por el Amor Espiritual pueden construir la paz en el mundo. Así, el Maitriyana recuerda que su iniciativa no es reunir a grandes personajes para simplemente rezar, sino que se está proponiendo reunir a ambos pueblos (Israel y Palestina) dentro de una Nueva Nación. Aunque pueda parecer que tal encuentro es una Utopía, el Maitriyana invoca el don de la paz mundial y escucha la llamada del Cosmos para evanescer el espiral de codicia, odio e ignorancia a través del altruismo, el diálogo y la reconciliación. El Maitriyana exhorta a Israel y Palestina a crear un nuevo país políticamente responsable y supervisado internacionalmente por

organismos de derechos humanos, reorientando sus presupuestos y esfuerzos para conseguir la paz y el bienestar de todos sus ciudadanos. Cuando su pueblo invoca a Dios y le pide ayuda, también debe estar abierto a aprender la paz, permitiendo ser guiado hacia la armonía. La Espiritualidad tiene el don de abrir los ojos, las mentes y los corazones de los pueblos, enseñándoles a tener coraje para luchar pacíficamente contra la guerra, la pobreza, el analfabetismo y la contaminación. Una humanidad que sea indiferente ante estos cuatro males no sólo no merece ser el Pueblo Elegido sino también no merece sobrevivir.

El Maitriyana no apela a que Israel y Palestina detengan su ofensiva únicamente por la presión internacional; el Maitriyana apela que los pueblos frenen el conflicto tras comprender que la vida del prójimo es más importante que cualquier territorio. Si esta escalada de violencia no se detiene esto comenzará a contagiar a todo el mundo. Los cientos de muertos y los miles de heridos son una prueba de que tienen una predisposición a la autodestrucción. De modo que nuestro movimiento espiritual les solicita que por favor piensen en los niños, pues ellos son el futuro de la humanidad en el aquí y ahora. Si realmente existe un Cielo, la mirada de un niño y su sonrisa pura es un vistazo de dicho Reino de los Cielos. ¿Acaso no entienden que la Tierra es el Edén? ¿Acaso no entienden que atacar al prójimo, incluso aunque sea en defensa propia, es una ofensa contra su propio Dios? Recientemente el Premier Netanyahu dijo que ninguna presión internacional puede impedir a su país operar con toda la fuerza en contra de una organización terrorista que llama a su destrucción. Si esto es verdad, me pregunto si el pueblo de Israel y Palestina están dispuestos a poner un cese al fuego si reciben el llamado de su propio Dios, el cual es una forma de Amor y Reconciliación. Por ello, dado que el Maitriyana es esencialmente el principal defensor de estos valores espirituales, se ofrece como mediador para buscar la paz a través de un acuerdo internacional.

Frente a la emergencia humanitaria creciente en la Franja de Gaza, el Maitriyana propone frenar inmediatamente los bombardeos entre ambos ejércitos, reorientando sus presupuestos bélicos hacia la reconstrucción de instalaciones hospitalarias y educativas que han sido dañadas o destruidas por los bombardeos. También se solicita al pueblo de Israel que cada habitante done un plato de comida diaria para ayudar a los miles de refugiados cuyas viviendas han sido destruidas. Al mismo tiempo, el Maitriyana considera que urgentemente debe proveerse tratamiento psicológico y espiritual para toda la población. Para ello, la ONU deberá coordinar la implementación de dichas políticas en ambos bandos. Pero un gobierno de Reconciliación entre Israel y Palestina resulta indispensable para evitar futuros enfrentamientos, puesto que incluso la creación de un Estado Palestino no traerá paz a la región. El Maitriyana no sólo pide un cese del conflicto sino que también llama a la comunidad internacional a ayudar en la creación de un nuevo Estado de Unidad llamado «Tierra Santa», donde israelíes y palestinos podrán convivir como ciudadanos de una misma nación. Es más urgente que nunca encontrar un nuevo suelo de unidad para lograr un retorno a la paz y a un acuerdo de reconciliación. El Maitriyana reitera además su llamado a ambos pueblos para que muestren la máxima concordancia con sus propias religiones, las cuales poseen una sabiduría compasiva que puede guiarlos nuevamente hacia el encuentro de lo divino. No es posible que las mujeres y niños paguen con sus vidas el precio del conflicto, por lo que la única preocupación del Maitriyana es el bienestar de todos los pueblos. Es una vergüenza para los Profetas y Maestros de la historia de la humanidad que el gobierno de un país diga que no tiene pensado un alto al fuego o que la paz no está ni siquiera en la agenda. Esto representa una traición a todas las enseñanzas espirituales. Ojalá los líderes mundiales vuelvan a los libros sagrados y escuchen la voz de aquellos que han autosacrificado sus vidas en pos de la paz. No es suficiente intentar rebajar la tensión, hay que transmitir el mensaje de que sin Reconciliación y Unidad no hay un futuro posible. Ojalá Israel comprenda que la Liberación del pueblo palestino es lo mejor para Israel, y ojalá Palestina comprenda que el Bienestar del pueblo israelí es lo mejor para Palestina. Ambos son hermanos, dedos de una misma mano.

El Maitriyana, en su función protectora del mundo, es un portavoz de paz para ayudar a las familias que ven el amanecer con las muertes de sus niños. Los gobiernos deben entender que no hay solución militar para ningún conflicto. Es una contradicción, y la muerte de poblaciones civiles no es más que la comprobación de acciones perversas. El terrorismo no es nada más que un acto de guerra, y todos los países que han estado en guerra han sabido negociar para lograr la paz. Debido a que el Maitriyana es un movimiento pacifista libertario tiene la habilidad de no quedarse sentado mirando mientras el mundo se destruye, siendo una voz profética de esperanza frente a las sirenas de la destrucción que provocan miedo y pánico en toda la sociedad. Sin embargo, esto no implica que nuestro movimiento de Espiritualidad Reconciliatoria no mantenga una voz crítica frente a los males del mundo, por lo que condenamos explícita y duramente tanto el Fundamentalismo Islámico como el Fundamentalismo Judío. El único Fundamentalismo válido es el de la compasión. El Maitriyana pide a los presidentes de Israel y Palestina que ofrezcan protección real a sus pueblos, lo cual implica abandonar las armas, pues la verdadera protección proviene de querer restaurar la paz y la serenidad tanto en el mundo interior como exterior de cada persona. Así, nuestro movimiento está en contra de la agresión brutal que suelen realizar los gobiernos pro-militares. Transportando la llama de la sabiduría compasiva de los Profetas y Maestros del pasado, el Maitriyana buscar crear un Estado de Unidad entre Israel y Palestina, firmando un tratado de paz y reconciliación para unir a ambos pueblos dentro de la Tierra Santa. Esto implica detener las agresiones barbáricas que están causando una catástrofe humana en la Franja de Gaza.

Ante la muerte de niños, jóvenes y mujeres, el Maitriyana convoca a Israel y Palestina a formar un gobierno de Unidad Internacional entre ambos pueblos. Sólo así esta crisis podrá ser superada y convertida en una oportunidad de cambio y evolución espiritual. Los Seres Libres e Iluminados enseñan que todo conflicto es una fuente potencial para lograr un nuevo orden de paz y armonía. Los espantosos crímenes de guerra, como son la muerte de niños, deben ser transformados en dolores de parto de una nueva nación de fraternidad y camaradería. Ésta es la misión socialmente comprometida del Maitriyana como organización internacional de entrenamiento para la Reconciliación y Liberación de los pueblos. La finalidad del encuentro entre israelíes y palestinos es prepararse para una concienzuda y eterna campaña en favor de la Bondad en el mundo, preparándose para superar todos los conflictos que suelen presentarse en la vida cotidiana de la sociedad. Sólo así las ramas militares podrán dejar de ejercer su predominio sobre los gobiernos mundiales, ampliando el radio de la Paz hasta que incluya cada punto sobre la Tierra. En este sentido, el proyecto para una nueva Autoridad Internacional de Tierra Santa apunta a instalar una paz inmediata, pero también a intervenir inmediatamente sobre la peligrosa escalada de violencia y destrucción que se registran en otras regiones, como por ejemplo Ucrania. Como el proceso de paz entre Israel y Palestina parece estar paralizado y muerto, el Maitriyana organiza un Proyecto de Paz sin precedentes en la historia, buscando reunir a los gobiernos de ambas naciones en la creación de un nuevo Estado cuyo Propósito común sea la armonía y la justicia. El Maitriyana es un Camino de Reconciliación que ayuda a los pueblos a unirse en lugar de dividirse lanzando un llamado que recuerda que es necesario tener coraje y valentía para hacer el bien en lugar del mal. Esta invocación por la Paz es una crítica radical contra toda forma de guerra.

El Maitriyana propone la creación de un Estado llamado «Tierra Santa» en el cual los pueblos judío, cristiano y musulmán puedan convivir juntos. Este Proyecto de Paz es verdaderamente histórico, poseyendo gran sabiduría y compasión, pues proviene de la misma acción que realizó Siddharta Gautama hace dos mil seiscientos años, cuando enseñó que la paz es una necesidad para la supervivencia del ser humano, requiriendo de un enorme sacrificio y compromiso. Dado que la creación de un Estado soberano e independiente para Palestina no conducirá a la paz y la Libertad entre ambos pueblos, el Maitriyana aspira a construir una paz verdadera enseñando que ésta proviene del bienestar del prójimo. De esta manera, el Maitriyana muestra que Israel y Palestina tienen necesidad de dejar de percibirse como enemigos y comenzar a reconocerse mutuamente como viejos hermanos y socios para la paz. El Proyecto de Paz para la creación del Estado israelí-palestino de Tierra Santa significa haber encontrado un espacio para recrear el Reino de los Cielos, viviendo en un clima de confianza que sólo existe en la fe del devoto hacia su Dios. Esto posiciona a los valores de la Espiritualidad Reconciliadora como actor principal en el proceso de paz del Medio Oriente, enseñando que la fraternidad es una condición indispensable para llegar a una nueva etapa en la historia de la humanidad. Este proyecto entre distintas culturas y religiones responde al deseo ardiente de todos aquellos que sueñan y trabajan por un mundo donde todos puedan vivir en paz y justicia, como hermanos y no como enemigos. Esta sabiduría compasiva es la guía que ofrece el Ser Libre e Iluminado al mundo. La superación del conflicto y el arribo de la paz no son algo imposible, sólo implica derrumbar los muros de la codicia, el odio y el engaño, haciendo triunfar el amor, la amistad y el conocimiento. Por lo tanto, el Maitriyana pide fervientemente a Israel y Palestina que no renuncien a su responsabilidad de alcanzar la Reconciliación y convertirse en hermanos. La creación de un Nuevo Estado interreligioso es uno de los proyectos esenciales del Camino Ecuménico del Maitriyana, invocando a la contemplación como forma de superar toda división. El Nuevo Estado de Tierra Santa debe ser una muestra de generosidad de los pueblos judíos, cristianos y musulmanes hacia la Creación, pidiendo perdón por el sufrimiento causado e invocando a la fuerza de la Paz como forma de llegar a la Liberación. Todo maestro espiritual verdadero sabe que la Vía Única para la Salvación del mundo es asumir valores pacifistas, interviniendo de manera efectiva en pos del bienestar de la gente. Sólo así podrá crecer el árbol de olivo plantado frente a la Casina de Pío IV.

Luego del infierno del Holocausto, la constitución del Estado de Israel partió con una declaración de la independencia sumamente inspiradora, expresando un compromiso a desarrollar el país en beneficio de todo su pueblo, fundándose en los principios espirituales de la Paz, la Justicia y la Libertad. El Estado de Israel, en su documento fundacional, aceptaba ser guiado por las visiones de los antiguos profetas, al mismo tiempo que concedía los derechos de igualdad social y política a todos los ciudadanos sin hacer diferencia de su sexo, raza o religión. Los fundadores del Estado de Israel se comprometieron no sólo a asegurar la libertad religiosa y cultural, sino que anunciaron la búsqueda de la paz y la armonía con todos los países y pueblos vecinos. Ésta declaración de la independencia fue concordante con la posición de Pueblo Elegido por Dios, pero estas promesas se incumplieron, y el conflicto bélico actual es una evidencia de ello. La ocupación y dominación sobre el pueblo palestino destruyó la visión utópica de esa declaración de independencia del Estado israelí, pues se soslayaron los derechos fundamentales de una nación. Pese a una historia de sufrimiento y persecución despiadada contra el pueblo judío, el Estado de Israel se mantuvo indiferente ante los derechos y sufrimientos del pueblo palestino, llegando incluso a pensar que hay una posibilidad de fin ideológico o bélico para el conflicto. Sin embargo, esto es una ilusión. El Maitriyana demuestra que sólo un fin pragmático y humanitario podrá concluir la lucha entre ambos pueblos, y precisamente el Proyecto de Paz para Tierra Santa es una idea basada en la paz, la justicia social, la educación y la ecología, los cuales son valores que pueden curar los males del mundo. La Espiritualidad Reconciliadora muestra que el futuro de Israel dentro de la comunidad internacional debe ser cumplir con su Declaración de la Independencia, siguiendo la promesa de sus padres fundadores y reconciliándose con sus pueblos vecinos y hermanos. El Maitriyana enseña que no hay solución militar para el conflicto entre israelíes y palestinos, pues la única solución ética y estratégica es la Unidad, la cual es algo inevitable si los seres humanos desean sobrevivir y evolucionar, no dilapidando al planeta Tierra. Aunque esta visión utópica es el futuro del ser humano, ciertamente no se puede esperar más, y hay que crearla en el aquí y ahora, pues cientos de niños están muriendo por esta falta de rapidez evolutiva de los países del Medio Oriente. A pesar de que el Maitriyana es una Espiritualidad, indudablemente tiene un lado político revolucionario, que es el arte del compromiso social, trascendiendo los límites de la civilización contemporánea para hacer que la humanidad logre la Ascensión a un nivel de vida lo más evolucionado posible. La meditación es el arte de la imaginación de un mundo mejor, estando libre de los límites impuestos por la palabra, al mismo tiempo que autorrealiza la naturaleza espiritual del ser humano. Por ello, la Espiritualidad tiene el poder de atravesar todas las fronteras y divisiones, llevando el corazón y la mente del pueblo israelí y palestino hacia la esfera de un mundo nuevo y mejor.

Aunque en política suelen existir jerarquías de poder, la voz principal siempre es la del pueblo, y éste desea la paz. Por lo tanto, los gobiernos simplemente deben acompañar y dejar de oponerse a este Propósito. El arte de la Espiritualidad es justamente no tolerar el estatus quo, teniendo el coraje de elegir la dirección hacia un destino hacia el cual existe resistencia por parte del Poder. Esta meta es la paz, la cual no se relaciona absolutamente en nada con la política tradicional. En este sentido, el Maitriyana es una forma de hacer metapolítica. Los grandes Seres Libres e Iluminados tienen una visión estratégica, sabiendo qué es lo que desea el ser humano y a dónde va, teniendo el coraje de hacer realmente algo por un mundo mejor.

El maestro espiritual enseña que la violencia sólo empeora las situaciones conflictivas, pues la violencia no es capaz de eliminar la violencia, la cual sólo puede desaparecer con la práctica del Amor, tal y como enseñaron Gautama y Jesús. Cuando se escucha profundamente el sufrimiento del prójimo acontece una comunicación amable que puede ayudar a eliminar los venenos de la codicia, el odio y la ignorancia, los cuales son la base de la violencia en el mundo. Sólo una mente patológica puede pensar que la guerra y la opresión pueden disminuir el nivel de odio y violencia en los pueblos, pues en realidad producen el efecto contrario. Intentar destruir al enemigo nunca termina correcta y completamente con el conflicto, convirtiendo la defensa propia en una nueva agresión. Por ello, es momento de que Israel y Palestina abandonen el conflicto armado y traigan paz verdadera a la Tierra Santa. De hecho, una de las posibilidades para hacer real el sueño de un nuevo Estado israelí-palestino llamado Tierra Santa es la conformación de un gobierno convertido en un verdadero cuerpo de paz que se haga cargo del bienestar de ambos pueblos y que esté bajo la supervisión de las Naciones Unidas. Hay muchas necesidades de conseguir este acuerdo, por lo que los países deberían contribuir positivamente en hacer un nuevo Estado israelí-palestino y que el mismo trabaje como una organización de paz. Para el Maitriyana, este Estado es la única manera de solucionar el conflicto actual.

Según el Ser Libre e Iluminado, toda la humanidad está completamente interconectada, por lo que el bienestar de un pueblo debería significar ocuparse por el bienestar de todos los pueblos de la Tierra. La mente que no toma consciencia de esta Interexistencia entre todos los seres humanos está separando al tejido mismo de la cultura, siendo esta dualidad la base misma de la codicia y el odio. Desde la perspectiva libertaria del Maitriyana, todos los pueblos son órganos de un mismo cuerpo planetario llamado Gaia, al cual la civilización lo debería honrar y cuidar constantemente, en lugar de comportarse cancerígenamente.

El Maitriyana considera que si los pueblos de Israel y Palestina supieran que son hermanos, siendo las dos manos de Tierra Santa, dejarían la violencia y se encaminarían hacia la paz. Por ello, los maestros espirituales ayudan a que la sociedad puede percibir que el egoísmo, dualismo y consumismo se encuentra en la base del sufrimiento. Así, el Maitriyana enseña un Camino de Reconciliación que trasciende el mal de la discriminación y produce el acontecimiento del conocimiento cumbre (Satori), trayendo bienestar y Despertar a todos los pueblos. Seguramente hay muchas personas en Israel y Palestina que saben perfectamente que la violencia no puede solucionar ningún conflicto, comprendiendo que la Única Vía (Ekayana) es la paz. Esta gente debe unirse en pos de los intereses pacifistas, ofreciendo liderazgo espiritual a sus naciones para que Tierra Santa pueda solucionar su situación actual. Cada ciudadano tiene el deber de transmitir esta comprensión pacifista, porque la sabiduría compasiva es el único recurso que posee la suficiente fortaleza y valentía para lograr la Cura (Nirvana) de la enfermedad de la guerra mundial. El Maitriyana enseña que la paz no es un destino fijo y determinado, sino un proceso dinámico y vivo, pues la paz y la libertad son un Camino en sí mismo. Observando contemplativamente la vida tal como es; imperfecta, impermanente e insustancial, el ser humano adquiere estabilidad, satisfacción y tranquilidad, no dejándose arrastrar por los venenos de la codicia, el odio y la ignorancia, para así poder alcanzar el Despertar.

El Proyecto de Paz para Israel-Palestina que presenta el Maitriyana tiene un precedente histórico, basándose en lo que hizo Gautama Buddha hace dos mil seiscientos años cuando evitó un baño de sangre entre los pueblos vecinos de los sakya y los koliya. El conflicto comenzó con una disputa por el agua, ya que ambos pueblos querían utilizar el río Rohiní para regar sus campos de arroz sin compartir el recurso con sus vecinos. Tal y como sucede en el Medio Oriente, la escalada de odio llegó a un punto en el que se desplegaron dos ejércitos dispuestos a destruirse sin piedad. Ante este conflicto tan tonto, el Maestro Gautama se presentó en el campo de batalla dispuesto a frenar la guerra, se posicionó en el medio del río y preguntó si ambos pueblos estaban dispuestos a pagar con sus vidas el precio del agua que corre entre sus reinos. Ante esta pregunta llena de sentido común, ambos bandos comprendieron el error que estaban cometiendo y retiraron los ejércitos permanentemente, decidiendo repartir el agua y convivir en paz. Aunque fue la primera vez que intervino en un conflicto de guerra inminente, el esfuerzo realizado por Gautama Buddha fue un éxito total.

En la actualidad nos encontramos ante una situación similar de vida o muerte, y el Maitriyana no tiene ninguna duda en asumir el riesgo de colocarse en el medio de ambos bandos y hacer la pregunta: Pueblos de Israel y palestina, ¿Qué es más importante, la vida de su gente o un pedazo de territorio?

Nada frena al Maitriyana al momento de salvar a la humanidad o a la Espiritualidad, según sea el caso. Lo único que solicitamos humildemente es que los pueblos de Israel y Palestina tengan la mente y el corazón abiertos a un arbitraje neutral, sabio y compasivo para resolver el conflicto entre las dos facciones, escuchando y respetando una intervención espiritual en pos del plan de la Paz. De este modo, la pregunta que formula el Maitriyana, ¿Qué es más importante, la vida de su gente o un pedazo de territorio?, es clara y sencilla, estando al alcance de cualquier persona por combinar razón con sentimiento. Israel y Palestina han llegado a una encrucijada que los obliga a pensar qué es más importante: la codicia del territorio y la destrucción de la vida del ser humano, o la unidad de ambos pueblos y la creación de un nuevo Estado.

Si los líderes políticos y militares de Israel y Palestina logran escuchar el Proyecto de Paz del Maitriyana estoy seguro que existirá paz y justicia social, por lo que sus nombres permanecerán en la gloria de ambos pueblos como aquellos que supieron ser razonables y mirar en la dirección pacífica que indica la Espiritualidad Reconciliadora. Si los líderes de Israel y Palestina siguen el ejemplo histórico de los sakya y los koliya, entonces la guerra se evanescerá y emergerá una negociación pacífica presidida por el Propósito de la paz mundial. Aunque los líderes políticos no son aconsejados por la sabiduría compasiva, esto es lo que ofrece el Maitriyana, abandonando la influencia de la codicia, el odio y el engaño. El Proyecto de Paz para Israel-Palestina que propone el Maitriyana brinda la posibilidad de una solución verdadera, dejando algo de esperanza para la paz mundial.

El Ser Libre e Iluminado se compromete a autosacrificar su propia vida en pos del servicio de un mundo mejor, comprometiéndose con la senda de la paz y la Liberación. La creación de un nuevo Estado israelí-palestino desencadenará con el paso del tiempo en la creación de una civilización compasiva, pues la Unidad entre ambos pueblos es sólo el primer paso. También es necesario la Cura (Nirvana) de los males del mundo, por lo que el Proyecto para el Estado de Unión de la Tierra Santa pone al pueblo israelí y palestino en el camino recto hacia la Salvación. Aunque se intente destruir al Maitriyana, este movimiento no cederá en su búsqueda de un mundo mejor, pues no se puede vivir en paz mientras millones de personas mueren por los males de la guerra, la pobreza, la ignorancia y la contaminación.

El Maitriyana ofrece un liderazgo alternativo al de la civilización capitalista, buscando restaurar valores comunitarios en todos los países del mundo. Nuestro movimiento es una comunidad internacional que ofrece liderazgo ético, para que los líderes políticos se inspiren con el ejemplo de vida de los maestros espirituales. La filosofía socialista libertaria del Ser Libre e Iluminado muestra que renunciar al apego y la codicia por la propiedad y el territorio elimina la excusa de la violencia y la guerra. De esta manera, el Maitriyana introduce una nueva clase de liderazgo dentro de la sociedad, esbozando la senda hacia una nueva civilización, una Tierra Pura o Reino de los Cielos. Esto implica no estar a favor de ningún país en particular, ofreciendo críticas constructivas que advierten sobre peligros que pueden destruir el mundo. Pero la enseñanza del maestro espiritual no es simplemente una oratoria o un discurso, sino una práctica en el aquí y ahora, enseñando a construir una comuna espiritualmente rica. Esta alternativa de liderazgo social sirve para evitar guerras, liberar a los pobres, enseñar a los oprimidos y cuidar de los animales. El Maitriyana es una Espiritualidad Práctica que convoca a aquellos con buena voluntad que aspiran a un mundo mejor y que tienen el coraje de tomar pasos crucialmente importantes. Un Proyecto de Paz es generar las condiciones apropiadas para que un mundo mejor pueda crecer por sí mismo. Por lo tanto, el Maitriyana asegura la pureza del movimiento espiritual para desarrollar una sociedad libre e iluminada, poniendo en acción las enseñanzas de los Seres Despiertos y Salvadores. Si se puede conseguir la Paz en el Medio Oriente, esto afectará a todos los países del mundo, e indudablemente será el inicio de una Edad Dorada. De esta manera, el Maitriyana es sólo un medio y nunca un fin en sí mismo, funcionando como una balsa para ir contra la  corriente del materialismo y producir una revolución pacífica. La otra orilla de la Paz no está lejos, se encuentra en los ojos puros y en la sonrisa espontánea de cada niño de la Tierra. Así que el maestro espiritual enseña una alternativa social que puede curar el sufrimiento de la humanidad. Éste Camino Reconciliador cree en la práctica del Amor Compasivo y en el poder de la Verdad, siendo capaz de vencer el mal y sembrar una Tierra Pura abierta a todos los pobres del mundo. Éste es el manifiesto socialista libertario del Maitriyana.

Consecuentemente, el Maitriyana presenta formalmente un Proyecto de Paz para la Tierra Santa del Futuro. El principio general de este Proyecto de Paz es el espíritu de Reconciliación (Maitri) que tiene como finalidad evanescer las agresiones armamentistas entre Israel y Palestina, considerándolos a ambos como pueblos hermanos. A continuación se enumera una serie de pautas que el Maitriyana propone:

  1. En la Tierra Santa del Futuro existirá paz, justicia social y armonía entre los pueblos de Israel y Palestina, por lo que será necesario crear una nueva Declaración de la Independencia que respete a todos los ciudadanos independientemente de su nivel económico, cultural o tipo de religión. La redacción de dicha Declaración deberá ser concordante con los valores espirituales esenciales del Judaísmo, Islam y Cristianismo, siguiendo el ejemplo de la construcción en Berlín de la primera iglesia-mezquita-sinagoga. También podrá solicitarse el apoyo espiritual de otras tradiciones como el Budismo, la cual arribó a Tierra Santa hace más de dos mil años.
  2. En la Tierra Santa del Futuro se deberá elegir democráticamente un gobierno compuesto por 3 judíos y 3 islámicos. En caso de empate al momento de tomar decisiones de gobierno, el voto del Secretario General de la ONU será decisivo.
  3. En la Tierra Santa del Futuro aquellos individuos palestinos que hayan sido acusados o sospechados de terrorismo, serán puestos en libertad. En caso contrario, se deberían procesar por Terrorismo de Estado a los líderes israelíes.
  4. En la Tierra Santa del Futuro debería existir una supervisión de organismos internacionales de derechos humanos y también del Vaticano para analizar si continúa existiendo discriminación entre el pueblo.
  5. En la Tierra Santa del Futuro debería existir la firma de un acuerdo de paz con los pueblos vecinos de Egipto, Líbano, Syria e Irán, acordando con ellos dirimir sus diferencias en tribunales de justicia internacional, prohibiéndose así el uso de la fuerza militar.

Para algunos grupos fundamentalistas este Proyecto de Paz para Tierra Santa seguramente es una herejía, pero en realidad la única herejía es la guerra, la cual es una agresión directa contra la Creación.

Siempre con espíritu de Reconciliación (Maitri),

Maestro Maitreya

Proyecto de Paz Irak 2014

8 de Septiembre de 2014

Estimado pueblo de Irak,

Este Proyecto de Paz que presenta el Maitriyana es una propuesta que tiene el Propósito de ayudarlos a reconstruir su país, ofreciéndoles guía espiritual para poner fin a la violencia. Dado que el pueblo de Irak ha sido asechado sistemáticamente por el Fundamentalismo Capitalista y el Fundamentalismo Religioso, su nación ya no conoce qué es la paz, por lo que es trascendental que los maestros espirituales muestren el Camino correcto hacia este destino. En un país donde cientos de miles de personas han sido ultrajadas de sus casas y amenazadas de muerte, el movimiento del Socialismo Budista como Camino de la Reconciliación se posiciona con sabiduría compasiva frente a esta situación trágica que representa la catástrofe humanitaria de millones de personas. Así, la Espiritualidad Libertaria considera que este problema bélico que sufre el pueblo de Irak no es más que un síntoma de la caída de la civilización contemporánea materialista tan viciada por la guerra, la injusticia social, el analfabetismo y la contaminación. El pueblo de Irak debería demandar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por haber permitido que ocurra un genocidio en su país. En el pasado, Irak sufrió el asedio de EEUU a través de un bloqueo económico y una invasión militar que produjo la muerte de millones de personas. En la actualidad, Irak sufre la persecución del fundamentalismo religioso. Ambos tipos de fundamentalismos, sea el capitalista moderno como el religioso feudal, no son más una forma de interferir con el futuro de la humanidad, que es una Tierra Pura de paz, justicia, educación y armonía.

Ante el dolor del pueblo iraquí, el Maitriyana renueva su cercanía espiritual a aquellos seres oprimidos, enseñándoles que todo dolor es una prueba que pone el Universo para que todos puedan aprender qué es verdaderamente importante en la vida. Dado que ningún dios resolverá los problemas de la sociedad, la Espiritualidad Reconciliadora apela a la naturaleza de Libertad y Despertar que radica en lo profundo de cada ser humano, invocando a este Espíritu Despierto como forma de producir el acontecimiento del don de la paz. Aunque existan pueblos perseguidos y expulsados, aunque tengan que abandonar sus propiedades para intentar sobrevivir, hay algo que nunca perderán, algo que es intrínseco a la existencia humana, que es la posibilidad de la Cura espiritual a través de las enseñanzas del Ser Libre e Iluminado.

Ante la angustia del pueblo de Irak, el Socialismo Budista realiza un llamado a todos los pueblos de la Tierra para que ayuden a poner fin al enorme sufrimiento y a la masacre social a través de actos solidarios y revolucionarios que evanescen la violencia por medio de la paz, curando al odio a través de la fuerza más poderosa del Universo: el Amor Espiritual. Esto es lo que descubre cualquier sujeto que practica contemplación en silencio.

Aunque la situación es dramática, todavía hay esperanza para poder salvar al pueblo de Irak. Pero, el Maitriyana establece que no existe resolución del conflicto a través de una intervención militar, pues la masacre no puede ser evitada o intervenida con otra masacre. La única posibilidad para resolver el conflicto es la Vía de la Reconciliación.

El grupo bélico llamado Estado Islámico es un movimiento fundamentalista que viene librando una sanguinaria guerra, al mismo tiempo que realiza una purga étnica donde miles de cristianos, yazidis, shabaks, turcomanos, chiitas e incluso sunnitas son acosados, desterrados, torturados, asesinados o vendidos como esclavos. Pero los gobiernos de EEUU y UK también son una forma peligrosa de fundamentalismo ultramaterialista, proclamándose como líderes del mundo aunque únicamente representan los intereses económicos de las grandes empresas. Ambos sistemas, el medieval ultrarreligioso y el capitalismo moderno son absolutamente crueles y oprimen a los que se les oponen. Por lo tanto, el Socialismo Budista propone una Tercera Vía basada en la ética del Camino Medio de la Espiritualidad.

Para poder superar el terror, la brutalidad y la devastación generadas por los regímenes despóticos y tiránicos, el pueblo de Irak deberá asumir públicamente que la guerra santa es únicamente un proceso de purificación interior pero no una lucha armada contra el prójimo. Todo sistema político o fanatismo religioso que viole los Derechos Humanos no es más que una organización fraudulenta y maligna. Esto debe ser un estandarte para el pueblo de Irak si es que desean la paz. Por lo tanto, Irak también debería oponerse a cualquier intento de bombardeo contra estos ejércitos o grupos terroristas, especialmente si dicha solución bélica la aporta países como EEUU que son responsables de una invasión y genocidio en Irak. El odio sólo puede ser vencido con sabiduría compasiva. El Maitriyana enseña que si Irak desea sobrevivir a este conflicto debe funcionar acorde con los Derechos Humanos, por lo que este sistema de ética universal debería ser la esencia de la Constitución de su país. Esto permitirá que ninguna minoría vuelva a ser perseguida. La Espiritualidad Libertaria tiene un Propósito redentor en el mundo, por lo que lucha pacíficamente contra la impunidad, especialmente cuando la comunidad internacional no reacciona ante el peligro de la vida de millones de personas. Pero, la situación del mundo sólo comenzará a mejorar realmente si los pueblos se unen bajo el faro de la esperanza y hacen cesar la violencia, trabajando conjuntamente para superar la opresión y alienación.

Con la intención espiritual de poner freno a un genocidio en Irak, el Socialismo Budista decide presentar un Proyecto de Paz de naturaleza radical pero que puede provocar la Salvación de cientos de miles de personas, siendo algo que ningún bombardeo o guerra puede lograr. De hecho, cuando se intenta resolver un conflicto a través de la guerra no se hace más que empeorar el conflicto. Esto es algo que cualquier aprendiz puede vivenciar practicando meditación. Aunque para el maestro espiritual lanzar este tipo de Proyecto de enorme envergadura es algo que hace peligrar la propia vida, cuando uno es un representante del Bien, del Amor y la Reconciliación, entonces esto es algo que se despliega naturalmente y sin esperar resultado alguno. Lo único que está claro según la mirada del Ser Libre e Iluminado es que cualquier ofensiva militar no conduce al objetivo de la paz, siendo un fracaso por sí mismo. Esto es algo que cualquier niño de jardín de infantes puede entender, por lo que el Maitriyana solicita al pueblo de Irak que reclame a sus líderes políticos tener una mayor convicción espiritual y defender realmente a su nación. La Espiritualidad Reconciliadora tiene la enorme responsabilidad de liderar al mundo hacia la Salvación, construyendo una Tierra Pura en el aquí y ahora. Por suerte, este movimiento no está solo, pues hay muchas personas que desde hace miles de años vienen denunciando que el mal no puede ser vencido con el mal.

Cuando las tropas estadounidenses invadieron en 2003 en búsqueda del petróleo, destruyeron completamente al Estado iraquí, dejando un sistema de caos y desorden social que nunca pudo recomponerse. Nunca se volvió a construir una firme alternativa al viejo régimen. Aquí es precisamente que el Socialismo Budista presenta su ofrecimiento de ayuda para guiar al pueblo de Irak hacia la Paz Verdadera, la cual es una construcción que no puede derrumbarse fácilmente.

El Maitriyana es una oposición pacifista contra la intervención militar, acompañando a los pueblos a través de una estrategia comprensiva para el mundo que está basada en intenciones humanitarias. El maestro espiritual aporta una estrategia para construir una paz a largo plazo para todo el mundo. Pero el Ser Libre e Iluminado no puede apoyar iniciativas que no muestren un plan comprensivo para la humanidad, la cual parece estar convencida que la paz no existe. Ahí está el desafío que tiene la Espiritualidad Libertaria: enseñar a los pueblos a recuperar la fe y esperanza en un mundo mejor. El Socialismo Budista pide al pueblo de Irak que asuma una estrategia para desarrollar la paz mundial de forma duradera, encontrando la solución en el punto justo que es la ética del Desapego. El pueblo de Irak debe comprender que las acciones militares no son una respuesta, por lo que el Maitriyana insta a que los representantes políticos de este hermoso país declaren el anuncio de una posición pacifista inamovible. Toda la humanidad debe unirse y no permitir que las superpotencias bélicas o el Fundamentalismo Religioso vuelvan a crear una guerra en contra del pueblo. En este punto, el Socialismo Budista choca contra el status quo de la civilización contemporánea, la cual no le interesa comprender que las acciones militares conducen al odio y la guerra y no a la compasión y la paz. El Maitriyana presenta entonces un plan estratégico pacifista con el fin de evanescer la violencia estructural que padece Irak y finalizar esta catástrofe humanitaria.

Mientras Estados Unidos apela al bombardeo contra los jihadistas, el Socialismo Budista entrega ayuda humanitaria espiritual, demostrando que las potencias globales no hacen más que movilizarse hacia fines basados en la codicia, el odio y el engaño. La humanidad está sedienta de alimento y agua, como los cientos de miles de iraquíes que han huido del asedio y las amenazas de muerte, pero también está sedienta de paz y bienestar espiritual. Así, el Maitriyana considera que el genocidio que está sufriendo el pueblo de Irak debe ser resuelto a través de la sabiduría compasiva, la cual es la Vía Única hacia la Evanescencia de los males del mundo. Irak debe prohibir que Estados Unidos vuelva a desplegar sus ataques en este país, pues este gobierno es tan peligroso como el mismo grupo fundamentalista religioso ISIS que está asesinando a cientos de miles de personas en Irak y Siria. Lo único que puede evanescer esta estela de destrucción y muerte es el Camino hacia la Reconciliación y el Despertar del pueblo. Por lo tanto, todo esfuerzo humanitario debe aportar paz, pues brindar únicamente alimento y agua no hace más que mantener el estado actual de sufrimiento del mundo.

El maestro espiritual aconseja al pueblo de Irak a formar un gobierno de unidad nacional que busque la reconciliación con las fuerzas insurgentes y con la comunidad internacional, pero manteniendo al mismo tiempo su autodeterminación y Libertad. En este contexto, dado que tanto el Fundamentalismo Religioso como el Imperio Capitalista son esencialmente movimientos combatientes sanguinarios que violan los derechos humanos, un gobierno de Paz para Irak debe estar basado en la unidad con los pueblos vecinos y con otras potencias mundiales no-belicistas. El pueblo de Irak necesita de principios rectores para reconstruirse como nación, y el pacifismo, redistribucionismo, alfabetismo y ecologismo son precisamente principios rectores que ayudan al pueblo a alcanzar la Libertad y la Cura. En cambio, la guerra y la violencia no son principios rectores, sino que son fuerzas de autodestrucción. En este sentido, el Socialismo Budista constituye una verdadera doctrina espiritual en política internacional, ayudando a los pueblos del mundo a alcanzar la integración gradual bajo un mismo Propósito Superior. Sólo la sabiduría compasiva puede revertir el avance de la violencia en el mundo, enseñando a las grandes mayorías que esta crisis puede generar una oportunidad de cambio: una Unidad planetaria que revela como falso al dualismo entre Oriente y Occidente. Esta declaración de Reconciliación, que debería ser el verdadero trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tendrá enormes consecuencias para la humanidad y para la Madre Tierra.

En definitiva, las crisis del pueblo de Irak no son completamente culpa de EEUU ni del grupo ISIS, sino que son una consecuencia del pecado original del egoísmo, dualismo y consumismo. Por lo tanto, al lograr la evanescencia del origen de los problemas sociales se podrá comenzar una nueva creación del pueblo iraquí. El Maitriyana ofrece toda su guía espiritual para ayudar en la fundación de un Estado de Irak basado en ideales socialistas libertarios que apuntan siempre a la Paz. El Socialismo Budista muestra que únicamente la modalidad de democracia directa ayudará a Irak a evanescer vestigios de los regímenes despóticos del pasado, pudiendo reivindicar el bienestar de todas las minorías de la nación.

Otro paso fundamental para la paz verdadera es que Irak establezca una reconciliación total con el pueblo de Irán, consolidando una relación de hermandad y solidaridad que ayudará a reconstruir al país. Esta guía que aporta el Maitriyana es una operación pacifista llamada Despertar para Irak, para que el gobierno pueda trabajar en pos de las mayorías y minorías que habitan en su territorio.

El Socialismo Budista manifiesta que la guerra no conduce a la democracia, por lo que se aconseja desmantelar cualquier acuerdo político con superpotencias belicistas y neoconservadoras que no hacen más que desunir a la gran comunidad humana. Todo gobierno debe abandonar cualquier agenda sectaria que ignore las necesidades de todas las comunidades, desarrollando un Estado unitario y autónomo donde todos los ciudadanos puedan vivir con un significativo nivel de Libertad. Actualmente las fuerzas armadas y económicas son las que gobiernan el mundo, por lo que el Maitriyana impulsa a que los pueblos tomen el control sobre sus propias vidas en lugar de cederles su capacidad de elección a funcionarios burócratas.

El pueblo de Irak debe volver a ser un actor regional de peso, proceso que se acelerará si facilitan el crecimiento de la democracia directa junto con una relación de reconciliación con los pueblos vecinos. Sólo la hermandad y la fraternidad mejorarán la situación de seguridad de los ciudadanos, mientras que el armamento no hace más que empeorarla. La práctica de la contemplación revolucionaria que transmite el Socialismo Budista es precisamente un modo de comprender que los pueblos no son enemigos verdaderos, pues tienen intereses en común: la supervivencia de la humanidad y de la Tierra. Así, el éxito político, económico y social de Irak nunca será aportado por el sectarismo y la división entre sunitas y chiitas, o entre musulmanes y cristianos, sino que efectivamente se logrará a través de la creación de una nación integrada y reconciliada. Pero este trabajo se inicia con la unidad y la armonía consigo mismo, curando las divisiones que aquejan a la mente ordinaria y que luego promueven divisiones mayores en la sociedad.

El Maitriyana afirma que Irak puede convertirse en una potencia mundial, utilizando su riqueza petrolera para lograr la Cura de la guerra, pobreza, ignorancia y contaminación que padece la mayoría de su pueblo. Por ello, una ley inquebrantable para el Irak del futuro es que todo gobernante ingrese como un sujeto humilde y se vaya del gobierno como un sujeto humilde. Mientras exista corrupción, cualquier intento de transformación política, económica y social estará condenado al fracaso. Por supuesto, los conflictos internos de Irak también interexisten con un mundo en conflicto, lo cual implica que el crecimiento bélico de los pueblos debe ser confrontado con un crecimiento en los niveles de Despertar. El apoyo a este tipo de políticas revolucionarias facilitará el surgimiento y consolidación de la paz. Aunque la agenda internacional del Socialismo Budista es ambiciosa, hay consistentes pruebas de que cuando el pueblo presta atención a la enseñanza insurgente de los Seres Libres e Iluminados, logra concentrarse más en establecer estructuras sociales de igualdad.

La Espiritualidad Libertaria es muy antigua, pero al mismo tiempo representa el futuro de la humanidad. Así, aunque existan decapitaciones, crucifixiones y ejecuciones en masa por parte de los fundamentalistas religiosos, el Maitriyana se levanta como la Cura para el terror y la brutalidad tanto de los ataques fundamentalistas como de los bombardeos norteamericanos. El maestro espiritual se ocupa de acompañar a los pueblos perseguidos por la desolación, por lo que siente una compasión infinita hacia el genocidio que está sufriendo el pueblo de Irak, al mismo tiempo que muestra que el violento castigo hacia los responsables no es la solución. La solución no es ni la espada fundamentalista ni la bomba norteamericana. La única solución es aceptar al prójimo como un hermano y Compañero de Camino. Esto es lo que enseñaron Gautama y Jesús: no hacer daño, hacer el bien y purificar la mente. La solución verdadera es una acción tranquila que conduce a la Salvación, pero nunca es la destrucción o la intervención violenta. La Espiritualidad Libertaria trabaja mucho para conseguir un gobierno de unidad y reconciliación a nivel mundial, guiando espiritualmente a los gobiernos para que ayuden realmente a sus propios pueblos. La solución a los conflictos no es exterminar a los adversarios sino hacer una limpieza interior que luego se transformará en una transformación social de enorme magnitud. Mientras continúen muriendo niños por los cohetes, mientras existan enfermos de hambre, mientras no abran las escuelas, mientras la situación de los seres vivos sea absolutamente terrible, el Socialismo Budista denunciará a las potencias mundiales y buscará que los pueblos tomen consciencia de que el futuro depende de la convivencia en el aquí y ahora. Desde el punto de vista del Ser Libre e Iluminado, toda solución no-humanitaria es insuficiente o incluso negativa. La única posibilidad para una solución es apoyar la práctica del perdón, la unidad y la reconciliación, pues es el mejor paso hacia la construcción de un mundo mejor. Así que el Maitriyana asume la posición de un movimiento elegido que está a la altura de las circunstancias, acompañando al pueblo con el Propósito de la paz mundial hasta el fin de los tiempos.

El Socialismo Budista busca liberar al pueblo de Irak del vicioso proceso de repetición del autoritarismo, cuya monstruosidad debe ser transformada por la democracia directa. Sólo el poder del pueblo puede evanescer todo intento de dominio despótico que suele conducir al suicidio colectivo de miles de personas, optando por un tipo de activismo que es una alternativa a la acción militar. Aunque el Maitriyana condena la violencia de determinados grupos fundamentalistas, el movimiento pacifista de Espiritualidad nunca debe ceder a la tentación de brindar una bendición a la acción militar, pues el concepto de guerra justa es una de las ilusiones más peligrosas y nefastas de la historia de la humanidad, remitiendo a la rememoración de las cruzadas. Si bien no puede aceptarse a los liderazgos fanáticos y barbáricos que desprecian la vida humana e incluso practican la segregación y el genocidio, ciertamente la condena militar no es la respuesta apropiada. Aquí es donde la ética del Desapego que enseña el maestro espiritual puede ayudar realmente a los pueblos, promoviendo el crecimiento exponencial de la paz al superar las dificultades que se abren con el complejo entramado geopolítico del mundo contemporáneo, en el cual el terrorismo civil o estatal parecen tener cada día más poder político, económico y cultural. Si la humanidad desea sobrevivir entonces debe abandonar las monstruosas prácticas de la guerra, para así poder unirse en pos de intereses superiores que sólo pueden no diluirse en un plano democrático genuino. Dado que los líderes despóticos prefieren el Fundamentalismo ultrarreligioso antes que la instancia democrática, la Espiritualidad Reconciliadora se presenta como la evanescencia de los males del poder autoritario, enseñando a los pueblos cómo llegar a la Libertad.

El Socialismo Budista busca que todos los pueblos se posicionen en contra de los hechos aberrantes que están sucediendo en Irak, comprometiéndose con ayudar a frenar el genocidio que está ocurriendo actualmente, donde miles de personas están siendo intimadas y masacradas diariamente en nombre de Dios, a pesar de que todo misticismo es esencialmente misericordioso y compasivo. Dado que el Maitriyana es un movimiento que tiene los ojos bien abiertos ante lo que sucede en la realidad, hace un llamado a que la comunidad internacional ponga un cese pacífico al drama humanitario que está padeciendo el pueblo de Irak, el cual parece estar acorralado entre la opción de la espada o la opción del bombardeo. Más allá de que Irak está padeciendo una limpieza religiosa también está sufriendo una purga étnica, expulsando o eliminando a todo aquel que no es fundamentalista. Por lo tanto, el Propósito de realizar un verdadero Proyecto de Paz para Irak se convierte en una de las necesidades actuales más importantes para la humanidad entera. Ante esto, el Socialismo Budista no observa los hechos con pasividad, concordando con el apóstol San Pablo al enseñar la Vía ética que puede detener esta escalada de violencia contra el pueblo indefenso: estar atribulado no es estar abatido; estar perplejo no es estar desesperanzado; estar perseguido no es estar abandonado; estar derribado no es estar aniquilado. Siempre y en todas partes, el Maitriyana porta en su visión la sabiduría compasiva que ha heredado de Gautama y Jesús, para que el ser humano pueda autosacrificarse en pos del Bien y la Salvación de los demás.

El Socialismo Budista lanza un Proyecto de Paz para Irak para poder frenar la crisis humanitaria producto de la guerra, la pobreza, la ignorancia y la contaminación, pues ayudar al prójimo no es simplemente brindarle alimento y agua, siendo más bien proveer el alimento espiritual de la paz para poder superar la violencia y el caos. Enseñar la Vía hacia la Salvación es entonces la movida de asistencia humanitaria más significativa que puede existir frente a la violencia. Por tal razón, el Maitriyana manifiesta su disposición a ir hacia Irak con el fin de tratar de alcanzar una Reconciliación con los agresores, deteniendo la masacre que está siendo cometida allí contra todas las minorías. Pero el Ser Libre e Iluminado aclara que un ser humano por sí solo no puede detener a todo un movimiento agresor, por lo que es necesario que el pueblo se levante frente a la agresión pero sin recurrir a la violencia, pues no es lícito detener al agresor a través de una nueva agresión. Esta lección del maestro espiritual es fundamental que la aprendan las superpotencias e incluso las religiones de una vez por todas, las cuales suelen considerar la posibilidad de agresores justos y permiten la invasión y conquista con la excusa de la Liberación. En la Espiritualidad Reconciliadora es fundamental la cuestión de los medios correctos, por lo que el proceso de detener al agresor debe ser evaluado a través de la ética pacifista, no reaccionando emocionalmente frente al espanto y la crueldad de la guerra. Dado que el Socialismo Budista es una iniciativa revolucionaria, no tiene inconveniente de pagar el costo político de decir aquello que nadie quiere decir o incluso escuchar, pero cuando uno está convencido que la única Vía para la paz es el diálogo no se puede tener miedo de decir la Verdad. La paz es el don más preciado, por lo que merece de un arduo trabajo, enseñándole a la humanidad que además de las negociaciones políticas también está el Camino de la meditación para resolver cualquier situación coyuntural. El Maitriyana es precisamente una linterna que ilumina a los pueblos la vía que se encuentra más allá de la guerra.

El Socialismo Budista afronta el peligro con su visión libertaria que puede transformar radicalmente el rostro del mundo, ayudando a los pueblos no con armamento o financiamiento sino con sabiduría compasiva, la cual es vital para la supervivencia y evolución de la población de Irak y del mundo entero. El Maitriyana tiene una táctica y estrategia pacifista, por lo que no se asemeja a ninguna ideología política tradicional. Su visión de largo plazo permite consolidar a la paz para cambiar el rostro del Medio Oriente, creando un escenario de Despertar global que ciertamente amenaza al Poder capitalista. De hecho, las decenas de miles de combatientes occidentales que se han sumado al movimiento ISIS son un síntoma de la falla de la civilización capitalista, pues estas personas no se adhieren a la lucha armada del Fundamentalismo religioso porque tengan entrenamiento militar o conocimientos islámicos, sino que lo hacen porque están esencialmente disconformes con el gobierno mundial. El Socialismo Budista tiene planes prácticos para el largo plazo, afirmando que las refinerías de petróleo de Irak deben financiar el bienestar de su pueblo y no algún tipo de estrategia militar. Por ello, la organización del Maitriyana es una disciplina espiritual que amenaza al status quo, promocionando el objetivo mayor de la Cura de los males del mundo.

La presencia libertaria del Ser Libre e Iluminado trastoca el tablero capitalista mundial, pues es una anomalía sistémica imposible de ser regulada a través del Poder político, económico y cultural, siendo un anticipo del ser humano del futuro. No es menor el efecto que causa la guía del maestro espiritual, por lo que ignorar sus enseñanzas es una actitud no recomendable que puede conducir a la inestabilidad mundial a través de guerras a lo largo del planeta. El Socialismo Budista también afirma que la inestabilidad mundial no sólo se ve reflejada en la guerra sino en la pobreza y desigualdad social, como los Estados que concentran el ingreso al mismo tiempo que atentan contra la democracia. Todo este sistema de civilización genera una enorme frustración y el sentido de que no hay un futuro posible, siendo éste el principal motivo de la presencia de individuos occidentales dentro de movimientos fundamentalistas religiosos bélicos como el ISIS. Frente a esto, el Maitriyana es el movimiento revolucionario pacifista más complejo de la historia, estableciendo un Proyecto de Paz capaz de salvar al Medio Oriente. Dado que existen grupos armados dispuestos a eliminar a todos los judíos, sunnitas, shiítas, cristianos, kurdos, yazidíes y turcomanos, el Socialismo Budista promueve la creación de una coalición internacional no-armada capaz de revivir la misma retórica pacifista que utilizó Mahatma Gandhi para liberar al pueblo de la India y Pakistán. Esto implica que no se debe intentar destruir al enemigo, sino más bien reconciliarse con éste por medio de la comprensión de que es un hermano. Ésta es la única dirección posible hacia la paz mundial, jugándose todo para iluminar aquello que el Poder pretende mantener oculto.

El Maitriyana llama al pueblo de Irak a hacer frente a estas tragedias inimaginables no con las armas sino con la sabiduría compasiva, la cual es la fuerza de comunión y liberación más importante de la historia. En Irak, miles de niños mueren periódicamente, tanto en el pasado como producto del bloqueo económico como en la actualidad producto del genocidio bélico. Así, el Socialismo Budista es un grito a la oscuridad para que el mundo se despierte de su sueño profundo, dejando de estar entretenido con superficialidades e ilusiones para comenzar a construir la paz. Ni la vía diplomática ni las armas solucionarán este conflicto, sólo el Despertar espiritual del pueblo lo hará.

El Maitriyana llama a formar urgentemente una coalición internacional de paz para ayudar a los pueblos de Irak y Siria, protegiéndolos tanto de la espada por parte del fundamentalismo religioso fascista como del bombardeo por parte del imperialismo capitalista. La violencia y el terrorismo no sólo son parte de algunos grupos extremistas, pues el Ser Libre e Iluminado también denuncia que ésta es una práctica cruel a la que recurren las principales superpotencias del mundo. De este modo, el Socialismo Budista plantea un Proyecto de Paz para Irak que es una Tercera Vía o Camino Medio para asegurar el bienestar y la Libertad de su pueblo.

El Maitriyana denuncia las prácticas terribles de aquellos que utilizan a la bella religión del Islam como pretexto para desplazar o matar masivamente, pero también denuncia a aquellos países que invaden y destruyen en nombre de la democracia y la Libertad. En este sentido, el Socialismo Budista no se posiciona en contra de un grupo en específico, sino que intenta lograr la Cura del cáncer de la guerra y la violencia que se extiende a lo largo de todo el planeta. Por ello, uno de los aspectos más importantes del Propósito del maestro espiritual es afrontar la plaga del totalitarismo y la opresión, venciéndola a través de la fuerza del Amor y la fraternidad. Así, la expansión de la Libertad para el pueblo de Irak implica formar una unidad que respete a todas sus minorías, que se reconcilie con sus pueblos vecinos y que sea autónoma de las superpotencias belicistas que acosan al mundo y violan sistemáticamente los derechos humanos.

Ante esta situación catastrófica que padece el pueblo de Irak, el movimiento Maitriyana presenta un Proyecto de Paz compuesto por una serie de puntos:

  • Condena pública a la definición de Yihad como guerra santa.
  • A cambio de la rendición se ofrece al movimiento ISIS un perdón jurídico por todos sus delitos cometidos, invitándolos a formar parte de las Fuerzas Armadas de Irak.
  • Solicitud ante la ONU de la condonación de la totalidad de la deuda externa de Irak como forma de resarcimiento económico por la invasión sufrida en 2003.
  • Solicitud de financiamiento del BID para reconstruir infraestructura social destruida por la guerra, como hospitales y escuelas.
  • Estatización de todos los recursos naturales de Irak, principalmente el petróleo.
  • Declaración de un Estado de Irak multiconfesional.
  • Construcción de una Alianza estratégica política, económica y social con Irán y Siria.
  • Prohibición a que las superpotencias interfieran bélicamente en los asuntos políticos y económicos de Irak.
  • Promover el sistema de democracia directa en todo el país.

El Socialismo Budista dedica este Proyecto de Paz no sólo a la paz del pueblo de Irak, sino también al bienestar de la Madre Tierra, buscando proteger a todos los indefensos y perseguidos. El Maitriyana sufre ante la opresión y el sufrimiento del pueblo que es acosado por la tortura y el hambre. En definitiva, el sufrimiento del pueblo es la fuerza primordial del Socialismo Budista, siendo un testimonio concreto de la necesidad que tiene el mundo de ser transformado a través del perdón y el Amor Espiritual, pues sólo estos valores conducen hacia la Salvación de la humanidad y la protección de la Tierra. El Maitriyana destaca que la Madre Tierra es la que da vida y ayuda a comprender que todos los seres vivos son hermanos en la comunión con el espíritu del Cosmos. Pero esta Madre Tierra tiene como modelo al Despertar espiritual al que llegaron Gautama y Jesús, quienes conforman el modelo ético más bello y superior que puede haber. El proceso por el cual la Madre Tierra contiene a todos los seres humanos como células de un mismo cuerpo global es ciertamente algo misterioso, único y singular, pero que será entendido plenamente en el futuro cuando la humanidad evolucione y dé a luz a una Tierra Pura o Reino de los Cielos en el aquí y ahora. Para llegar a esta Edad Dorada de Paz y Reconciliación los pueblos deberán tomar consciencia de que son esencialmente libres y que su destino depende completamente de sus acciones. La Tierra es la Madre de todos los seres vivos, y los seres humanos son hermanos dentro de este campo viviente y holístico. Cada vez que muere un niño se está matando a la humanidad entera. Cada vez que despierta un sujeto, el mundo entero se está convirtiendo en un lugar mejor. Así es cómo la Reconciliación es la Única Vía hacia la Salvación: no hacer el mal, hacer el bien, purificar la mente.

Siempre con Espíritu Reconciliador,

Maestro Maitreya

Proyecto de Paz Ucrania 2014

21 de Septiembre de 2014

Estimado Presidente de Ucrania, Petro Poroshenko,

Frente a la posibilidad de que la guerra civil de su nación llegue a ampliarse a una guerra entre Europa y Rusia, el movimiento espiritual revolucionario del Maitriyana propone realizar un histórico Acuerdo de Paz para Ucrania.

La crisis ucraniana no se resolverá en un distanciamiento hacia Moscú, ni en la destrucción de los grupos separatistas prorrusos ni tampoco en un pacto militar con la OTAN. La paz del pueblo de Ucrania sólo se alcanzará mediante una guía suprema que aporta la Espiritualidad.

Así, el Socialismo Budista ratifica que la Paz no llegará con tan sólo adoptar una serie de medidas como llamar a Elecciones, garantizar mayor autonomía en derechos de autogobierno a las regiones prorrusas del este del país y dar amnistía para los soldados e insurgentes. Aunque dichas medidas van en la dirección adecuada, ciertamente son incompletas desde la perspectiva libertaria del Ser Libre e Iluminado, no siendo más que un primer paso en el largo Camino de la Paz y la Reconciliación.

La finalización del actual conflicto armado en Ucrania representa la elección de qué tipo de civilización desea la humanidad: pacífica, igualitaria, educada y armoniosa. Así, resolver el conflicto en Ucrania abre la Vía hacia un momento histórico: el tiempo en el que el ser humano enfrenta al Poder y dice basta de guerras.

Por medio de la meditación libertaria, el Maitriyana propone un Acuerdo de Paz para Ucrania que es completamente beneficioso para el pueblo, pues no sólo asegura la Cura del conflicto sino que también provee crecimiento económico, político y cultural. De esta manera, el Socialismo Budista utiliza una lógica dialéctica paradojal que resuelve el problema de fondo que padece el pueblo de Ucrania, que es la adhesión a la Unión Europea y el quiebre de las relaciones con Rusia. Según la óptica metapolítica del maestro espiritual, este malestar únicamente cesará con la incorporación de Rusia a la Unión Europea (UE). Este histórico acuerdo de asociación ratificará una nueva etapa en la interrelación de los pueblos de todo el mundo, en lugar de seguir manteniendo una lógica basada en el distanciamiento, el dualismo y el conflicto. Este convenio hará que Kiev y el Kremlin cumplan ambos con los estándares europeos en los ámbitos de los derechos humanos, control de armas y barreras comerciales, por lo que el acercamiento definitivo de Rusia a Occidente será visto con muy buenos ojos. Además, esto resolverá definitivamente la crisis civil que se disparó en Ucrania con la postura de ingresar al bloque económico europeo. Dado que son algo terrible los 3 mil muertos y las 600 mil personas desplazadas de Donetsk y Lugansk, este Proyecto de Paz que propone el Maitriyana es indispensable para el futuro de Ucrania y de toda la región.

Pero lamentablemente la Paz no llegará si el Imperio Capitalista amenaza a las negociaciones diplomáticas a través de la presencia de su poderío militar en la zona de Ucrania, como ha sucedido con las recientes maniobras militares de miles de soldados de la OTAN que provocan a Rusia. Por tal motivo, el Ser Libre e Iluminado es escéptico hacia el Poder gubernamental global, puesto que éste suele derrumbar las esperanzas de paz de los pueblos. La búsqueda de la paz no debe ser promovida a través de discursos vacíos sino por medio de contribuciones pragmáticas, claras y regulares.

El Socialismo Budista califica a este Proyecto de Paz para Ucrania como un intento de liberar a la comunidad internacional para evitar nuevas guerras en el mundo. Este plan tiene un Propósito Supremo de salvar a los pueblos de un enfrentamiento entre Rusia y la OTAN, al mismo tiempo que muestra una vía para que Ucrania pueda establecer pasos reales hacia la Paz. Según la perspectiva del maestro espiritual, el mundo ya ha estado al borde de la destrucción durante la época de la Guerra Fría, por lo que esta etapa debe culminar. El Maitriyana es una nueva fuerza espiritual que permite a la humanidad desplegarse rápidamente para mostrar su determinación ética frente al mal de la guerra. Pero esto implica obviamente mostrar las ilusiones que transmiten los Poderes globales, los cuales suelen alienar a los pueblos a través de un estilo de vida basado en la codicia, el odio y el engaño.

El Proyecto de Paz para Ucrania que diseña el Socialismo Budista evidencia que la única salida es una sólida solución reconciliatoria entre Ucrania y Rusia, pero también entre Europa y Rusia. El Maitriyana revela inesperadamente que la incorporación de Rusia a la Unión Europea otorgaría un alto al fuego definitivo junto con un crecimiento económico, político y cultural para todas las naciones vinculadas. Aunque construir la paz suele ser algo difícil de hacer posible, el Socialismo Budista muestra que se requiere dar un simple paso para brindar ayuda y seguridad al mundo. Con el objetivo de impedir el establecimiento de una guerra entre la OTAN contra Rusia, el liderazgo metapolítico del Maitriyana esboza un plan de Cura de la crisis ucraniana. Estas son las medidas del Proyecto de Paz para Ucrania:

  1. Cese al Fuego permanente tanto de las Fuerzas Armadas ucranianas como de las milicias prorrusas. Este Alto el Fuego deberá ser seguido por observadores internacionales, quienes confirmarán además el cumplimiento de la amnistía hacia los soldados e insurgentes.
  2. Firmar un tratado entre Ucrania y Rusia en el que se establece una prohibición a establecer conflictos bélicos de cualquier tipo entre ambos países, incluyendo la desmilitarización de la zona de Crimea.
  3. Crear un fondo económico binacional destinado a repartir ayuda humanitaria y reconstruir infraestructura para las poblaciones civiles que fueron perjudicadas con el conflicto.
  4. Incorporación de Ucrania y Rusia a la Unión Europea, junto con la anulación de las sanciones económicas que este último sufrió en los últimos meses.
  5. Enseñanza obligatoria de la lengua rusa en todos los niveles educativos de Ucrania.
  6. Prohibición a que la OTAN tenga actividades militares en Ucrania sin la autorización de Rusia.

El Ser Libre e Iluminado manifiesta su apoyo a la Paz en Ucrania, considerando a este Proyecto como el inicio de un proceso reconfortante. Sólo los pasos enseñados por la Espiritualidad Socialmente Comprometida pueden dar alivio al pueblo, contribuyendo con un esfuerzo supremo al objetivo de la paz, la igualdad, la sabiduría y la compasión. En un mundo lleno de masacres y persecución, el apoyo espiritual es la única bendición digna de impartir, empleando un Discurso Analítico Existencial Libertario que expresa su condena hacia todo acto de violencia, tanto del mundo externo como del mundo interno. Por lo tanto, se enseña a combatir pacíficamente al egoísmo, dualismo y consumismo que infectan la mente de los seres humanos. El Socialismo Budista concluye entonces que frente al daño se debe invitar a la corrección fraternal, la cual es un servicio de apoyo mutuo y recíproco entre el pueblo, convirtiendo a la humanidad en una gran familia espiritual. El Maitriyana se basa en la consciencia del Despertar, que es la Salvación de todos los seres humanos unidos en una misma mesa. El maestro espiritual entrega su vida para acompañar a los que sufren pero también para ofrecer guía a aquellos que han perdido su Camino.

Siempre con Reconciliación,

Maestro Maitreya

Proyecto de Paz Turquía 2014

Estimado presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan,

Me comunico con usted para compartirle la visión de la Espiritualidad Maitriyana sobre cómo alcanzar la paz tanto dentro de su pueblo como en todo el mundo.

El Socialismo Budista afirma que poner a hombres y mujeres en posiciones iguales va a favor de la naturaleza espiritual del ser humano. Por lo tanto, la concepción machista y conservadora acerca de que las mujeres deberían dedicarse a ser madres es algo que va en contra de los valores espirituales perennes de la Libertad, Igualdad y Fraternidad. El maestro espiritual critica al dualismo hombre-mujer como falso, pues existen muchos otros géneros, pero también revela que la Igualdad entre géneros va a favor de los dictados de la naturaleza. Además, el papel reservado a la mujer no es el de ser madre, dado que implicaría el absurdo de que una mujer que no pueda tener hijos no tiene Propósito (Dharma) en la vida. De esta manera, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) enseña que se puede poner hombres y mujeres en posiciones iguales precisamente porque su naturaleza espiritual es igual: el Despertar (Bodhi). Según el Maitriyana, el Propósito (Dharma) de las mujeres es igual al de los hombres: ambos desean alcanzar la Liberación.

El Socialismo Budista enseña que el mundo del futuro estará regulado por un régimen internacional de comunismo de derechos humanos, lo cual implica trabajar por los derechos de las mujeres y otras víctimas del sistema opresivo mundial que es esencialmente machista. Por ello, en su intervención ante la civilización capitalista, el Maitriyana hace referencia a la posición alienante de la mujer en las religiones tradicionales, precisando que ser madre no es un trabajo ni una posición social. Esto significa que las mujeres no sólo deberían tener un acceso pleno al trabajo, sino que además significa que pueden alcanzar la posición más alta que se puede alcanzar: el Despertar (Bodhi). Este tipo de comprensión va incluso más allá del feminismo, pues se considera a la maternidad como una práctica espiritual importante, aunque no la principal ni tampoco la última o más alta en el Camino de la vida. Así, la visión del Socialismo Budista acerca del papel de la mujer puede llegar a causar controversia ante la mirada machista del mundo.

El Maitriyana es la guía de la metamorfosis espiritual de la humanidad, asegurando que el Poder esté en manos del pueblo y no en manos de elites privilegiadas. Por lo tanto, el Socialismo Budista es promotor de la redistribución económica, la unidad política y la democratización cultural de todos los países, desempeñando una función de guía espiritual en la geopolítica del Medio Oriente y del resto del mundo. Al ser la Cura (Nirvana) del mal del autoritarismo, el Maitriyana se asegura de que el Poder no caiga en manos de tiranos, por lo que el maestro espiritual tiene una astuta y polémica habilidad metapolítica. De esta manera, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) transmite el mensaje de Libertad, Igualdad y Fraternidad entre mujeres y hombres, trabajando siempre por el bienestar de todos los seres. Sólo así los minaretes serán paz, las cúpulas serán justicia, las mezquitas serán educación y los creyentes serán armonía e interexistencia.

Frente al auge del extremismo religioso, el Socialismo Budista subraya la importancia del diálogo interreligioso, intercultural e interespiritual que realiza el Camino Medio integrador y reconciliador del Maitriyana. Así, el maestro espiritual solicita fervientemente la Evanescencia (Nirvana) del fundamentalismo y terrorismo tanto religioso como estatal. La violencia y el fanatismo son males en el mundo, por lo que el proceso de paz necesita de la fuerza de la solidaridad y la sabiduría compasiva (prajña-karuna), teniendo como pilares de la sociedad a la dignidad y al respeto por los seres vivos, a la ética espiritual de la Libertad, al esfuerzo para tener una vida culta y al cuidado de la Tierra viviente (Gaia). Precisamente, el Socialismo Budista sabe que el objetivo de la paz verdadera depende de un gran esfuerzo común que esté fundado en el apoyo mutuo y en la redistribución de los recursos para luchar contra la pobreza, la ignorancia y la contaminación. Así, el Maitriyana salvaguarda a la Creación y busca la Salvación de toda la humanidad. El Discurso Analítico-Existencial-Libertario (Buddha-Dharma-Sangha) tiene entonces una gran responsabilidad, tomando la decisión especial de enseñar Vías hacia una civilización de paz, progreso verdadero y desarrollo sustentable.

El Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) solicita a los movimientos del mundo abandonar particularismos y exclusivismos que provocan la división entre los pueblos y ocultan el Propósito (Dharma) de la Espiritualidad Santa. Toda la existencia y misión del Socialismo Budista es interdependiente de la Espiritualidad Santa, la cual es la que realiza todos los acontecimientos. En definitiva, la Espiritualidad Santa es la que obra la Unidad del Maitriyana: unidad con el Despertar (Bodhi) interior, unidad con el saber perenne y unidad con la compasión incondicional hacia los demás. Por lo tanto, los pueblos de todo el mundo están convocados a dejarse guiar por la Espiritualidad Santa, adoptando una actitud de Apertura (Sunyata), integración y Reconciliación (Maitri) en la diversidad. Por ello, la sangre mártir del maestro espiritual es la impostergable semilla de la Unidad Ecuménica de la humanidad. La hermandad en el Propósito (Dharma) es la fuerza y fertilidad del Socialismo Budista, el cual es el movimiento más importante de unión entre Oriente y Occidente. Frente a la civilización capitalista donde el valor de la vida parece no tener importancia, persiguiéndose a los pueblos oprimidos con toda la violencia posible, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) denuncia al fundamentalismo religioso como uno de los principales síntomas de la inevitable caída del sistema. Pero ante los peores enemigos de la paz y la Espiritualidad se debe crear un frente unido y de acción benévola, nunca apelando al contrasentido de usar la violencia para frenar a la violencia. El mundo no podrá sobrevivir sin la guía de la Espiritualidad, la cual es el instrumento de unidad y Reconciliación (Maitri) más poderoso  y eficaz de la historia. El ecumenismo del Maitriyana renueva la fuerza de voluntad de proceder en la Vía de la unión y Reconciliación (Maitri) entre los pueblos, por lo que su diálogo con distintos países y religiones representa una etapa fundamental para la evolución de la sociedad. Los maestros espirituales son la vanguardia que precede al emerger de una nueva civilización y de una nueva humanidad en la que todos actuarán en conjunto como un gran cuerpo de solidaridad. Sin embargo, para llegar a la meta de la Reconciliación (Maitri) y unidad plena entre los pueblos no debe efectuarse imposición alguna, sino únicamente apelar a la profesión común de construir una Tierra Pura en el aquí y ahora. El paso inédito de construir un Reino de la Rectitud sobre la Tierra se ve nutrida por la actitud del Socialismo Budista, cuya fórmula para llegar a la paz mundial implica volver a la comunión espiritual entre hombres y mujeres, no imponiendo precondiciones económicas, políticas y culturales sino reconociendo a los valores de la Libertad, Igualdad y Fraternidad como la brújula o Vía Única (Ekayana) hacia un mundo mejor. Esto demuestra que la definición de un Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es la de servir a la Unidad mística y no al Poder gubernamental, superando los milenios de división entre las naciones. Según el Maitriyana, todos deben buscar juntos, a la luz de las enseñanzas de los innumerables Seres Despiertos (Buddhas) de la historia, la modalidad con la cual garantizar la necesaria Unidad y Reconciliación (Maitri) de la humanidad pese a las actuales circunstancias de egoísmo, dualismo y consumismo. La audacia ecuménica de las palabras del maestro espiritual se basa en que el mundo llegará a un acuerdo y apoyo mutuo para ocuparse centralmente de las guerras, los pobres, los analfabetos y las contaminaciones, pacientemente abriendo nuevas puertas hacia el futuro. La Unidad y la Reconciliación (Maitri) inevitablemente arribarán en la historia de la humanidad, pero no ocurrirá de forma milagrosa sino que será un acontecimiento producto del trabajo de la Espiritualidad del Socialismo Budista. Esto se debe a que la naturaleza espiritual que está latente en mujeres y hombres es siempre inminente.

A continuación la Espiritualidad Reconciliadora presenta una serie de medidas para la Paz de Turquía.

  • Declaración de Igualdad entre mujeres y hombres.
  • Compromiso con duplicar la fuerza laboral femenina en Turquía para los próximos 10 años, pasando del 29% actual al 58% (superior a Estados Unidos).
  • Persecución eficaz a la violencia doméstica y creación de organismos sociales de protección para frenar los cientos de asesinatos de mujeres producidos cada año en Turquía.
  • Promover una profundización de la democratización de Turquía, evanesciendo rasgos de autoritarismo presentes en el actual sistema.
  • Declaración de Turquía como un Estado multiconfesional, pues el Islam no es su única religion, habiendo también judíos y cristianos ortodoxos.
  • Crear un Comité independiente y no-gubernamental que investigue los casos de corrupción del gobierno turco.
  • Promover la alternancia política en el Poder, prohibiendo la conservación de cargos durante tiempos considerablemente amplios.
  • Condena explícita al terrorismo y al fundamentalismo religioso.
  • Brindar apoyo económico, político y cultural al millón y medio de refugiados que viven en Turquía, solicitando ayuda internacional y reorientando gastos militares hacia la ayuda humanitaria y la integración social de los más de 20 campos de refugiados que hay en Turquía.
  • Declaración de que la respuesta militar no es la solución al conflicto en el Medio Oriente.

Atentamente, Con Maitri

Maestro Maitreya

EEUU Peace Project

25 de Diciembre de 2014

Estimado pueblo de EEUU,

Ante los cientos de protestas y manifestaciones antiraciales que se han extendido a lo largo de todo EEUU, clamando con indignación por la injusticia de la muerte de jóvenes afroamericanos a manos de la policía, la Espiritualidad Maitriyana acompaña estos pedidos pacíficos de justicia al mismo tiempo que ofrece guía espiritual para prevenir incidentes violentos. A diferencia de lo afirmado por el Presidente de EEUU, el Socialismo Budista tiene compasión incluso hacia quienes protestaron con violencia, saqueos y causaron una ola de disturbios, pues su accionar no es más que un producto de la indiferencia y opresión del sistema económico, político y cultural del Discurso Capitalista. El Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) repudia la injusticia que padecen los pueblos nativoamericano, afroamericano y latino dentro de los EEUU, considerando que el envío de miles de agentes de la Guardia Nacional no evitará que se repita este escenario de devastación y violencia. Dado que para la policía el asesinato es un recurso válido, teniendo la consciencia tranquila y asegurando que volverían a actuar de la misma manera, lo único que puede alcanzar la Cura (Nirvana) del estallido social es refundar la sociedad estadounidense bajo los valores espirituales de la sabiduría compasiva (prajña-karuna) que son la Libertad, Igualdad y Fraternidad. De hecho, la violencia policial, la injusticia social y las protestas destructivas son tres síntomas de un problema mayor que padece el pueblo estadounidense: el Discurso Capitalista, el cual es el mayor mal en el mundo. Surge entonces la pregunta obvia acerca de cómo EEUU puede moralmente posicionarse como líder del mundo cuando una gran parte de su comunidad no se siente bienvenida o tratada igualitariamente. El resultado de la injusticia social siempre va a ser reiterados actos de manifestaciones violentas, por lo que únicamente la fuerza del Amor y la compasión podrán sofocar los disturbios y dispersar a la multitud sedienta de justicia. De este modo, lo único que puede restablecer el orden no es un toque de queda sino los valores y prácticas de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad entre todas las razas, géneros y clases sociales. Lo único que puede lograr la Evanescencia (Nirvana) del sufrimiento mundial es la genuina solidaridad. Por lo tanto, los valores espirituales son la única esperanza para que las comunidades comiencen a sanar las heridas provenientes de la cultura militarizada. Desde la perspectiva libertaria del maestro espiritual, la policía es una institución estatal opresiva que no ayuda a la gente ni protege a aquellos que no pueden protegerse por sí mismos. Incluso aunque conscientemente la policía manifieste intención de no querer dañar a nadie, las muertes de personas como Brown y Garner (y muchos otros) son evidencia de que la policía nunca busca el pacifismo ni la justicia e independencia del pueblo. En esto radica la desconfianza gigante que tienen las comunidades minoritarias hacia la policía.

Evidentemente, el mundo conoce y percibe constantemente las tragedias raciales que ocurren en EEUU, por lo que las naciones de la Tierra no podrán seguir nunca el liderazgo de un país en el cual hay una crisis nacional en el área de los Derechos Civiles. Mientras exista impunidad policial y militar el Maitriyana siempre denunciará a EEUU como un país violento y amenazante para la paz mundial, como lo demuestran las torturas de la CIA y las invasiones a países pobres y petrolíferos. Pero esta tiranía policial y militar es desplegada ante el nerviosismo que genera saber que la civilización capitalista está condenada a declinar, creyendo ilusoriamente que podrán mantener su Poder a través de la violencia estatal. Así, el Socialismo Budista denuncia a la brutalidad del gobierno norteamericano, el cual mantiene a su pueblo víctima de engaños y deshonestidad. Esto se debe a que las agencias de inteligencia norteamericana han mentido y utilizado a los ataques terroristas para desplegar los hechos abominables y macabros del Imperialismo Capitalista, como las torturas y golpes de Estado en todo el mundo, lo cual es un método contrario e incompatible con los valores espirituales de los Derechos Humanos y la búsqueda perenne de la Verdad. Así, el Imperialismo Capitalista es una verdadera mancha en los valores e historia del mundo, siendo EEUU culpable de violar tanto la Declaración Universal de Derechos Humanos como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos al someter a pueblos enteros a tortura y tratos crueles e inhumanos con el simple objetivo de extender su poderío económico, político y cultural. Por ello, el Maitriyana tiene la obligación suprema de luchar contra lo injustificable, como las torturas, asesinatos, golpes de Estado y otras actividades fuera de toda legalidad perpetuadas por la CIA del gobierno de EEUU y que han tenido consecuencias nefastas para el mundo entero.

A continuación, el Socialismo Budista enumera una lista de medidas a tomar para alcanzar la paz y justicia social tanto dentro de EEUU como en sus relaciones con otros países.

  • Desmilitarizar a la policía y prohibir el uso de armas letales a todas las fuerzas policiales y ciudadanos, considerando que usar cámaras en uniformes no resolverá el problema de la violencia policial.
  • Ofrecer Educación Universitaria gratuita y obligatoria para todos los integrantes de la fuerza policial y militar, pues el conocimiento ayuda a las personas a tener relaciones éticas con los demás.
  • Desalentar el consumismo y materialismo como principal estilo de vida, reduciendo año a año las emisiones de carbono y brindando subvenciones a aquellos que utilizan energías renovables.
  • Promulgar la disolución del Consejo de Seguridad de la ONU, dado que sus miembros permanentes son ineficaces para liderar el proyecto de la paz mundial. Tras la disolución de este Consejo de Seguridad, éste deberá ser reemplazado por la misma Asamblea de la ONU, la cual deberá funcionar de manera completamente democrática tal y como funciona cualquier sistema parlamentario.
  • Establecer el cierre inmediato del centro de detención de Guantánamo, presentando ante la Justicia Internacional a aquellos que han sido responsables de violaciones a los Derechos Humanos.
  • Aceptar investigar conjuntamente con Corea del Norte el cyber ataque del que es acusado dicho país. En caso de no aceptar este acuerdo de trabajo conjunto, EEUU deberá acudir a un Tribunal Internacional de Justicia, pero de ningún modo podrá responder proporcionalmente en el lugar y momento que escojan, pues EEUU no es juez del mundo.
  • Dado que EEUU afirma estar en contra de la censura ejercida por gobiernos autoritarios, debe iniciar un proceso que remiende toda la censura económica, política y cultural ejercida en el pasado contra el Comunismo.
  • Iniciar reapertura del Diálogo con países como Rusia, Venezuela y Corea del Norte.
  • Reorientación del presupuesto militar hacia el proyecto de salud y educación gratuita.

Según el Maitriyana, el principal malestar de la civilización global es el Discurso Capitalista, cuyo movimiento materialista tiende a raptar a todas las culturas en la búsqueda imposible de querer poseerlo todo, lo cual implica organizar la satisfacción en torno al consumismo y también rechazar la Vacuidad constitutiva del Ser. Desde la visión revolucionaria del Socialismo Budista, el Discurso Capitalista ha globalizado los bienes de consumo, construyendo una civilización económica, política y cultural que circula en torno a los valores materialistas del egoísmo, dualismo y consumismo. Esto fortalece identidades religiosas o nacionalistas siempre bajo el dominio de la codicia, el odio y el engaño. Así, más que un choque de civilizaciones, el Maitriyana propone la evolución misma de la civilización global, desapegándose del capitalismo salvaje para pasar a un paradigma socialista libertario basado en los valores espirituales del pacifismo, comunismo de derechos humanos, educación y ecología. Esta visión revolucionaria es un continuo Compromiso con la Verdad, destruyendo toda ilusión y mentira. Por ello, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) no teme rebelarse ni perder la vida ante la creciente militarización del mundo y su poderoso capital financiero. La época actual del Discurso Capitalista es esencialmente un rechazo del vacío como imposibilidad de completud, reprimiendo los rasgos de lo Real –que son la imperfección, impermanencia e insustancialidad- con el fin de vender un estilo de vida superficial, falso y dañino. Sin embargo, la meditación libertaria provee al aprendiz un contacto con la Verdad a través de la vivencia del descompletamiento. Dado que el movimiento del Discurso Capitalista no es eterno y ciertamente posee un acabamiento, el maestro espiritual propone al Socialismo Budista como su solución o reemplazo. La inevitabilidad de la caída de la civilización capitalista puede ser percibida en los numerosos dolores que se extienden por el mundo y que son reguladas a través de ficciones económicas, políticas y culturales. Por ello, los dualismos entre imperialismo-nacionalismo, oriente-occidente y civilización-barbarie se revelan como inexistentes e irreales, siendo deconstruidos por la perspectiva dialéctica paradojal del Maitriyana. No obstante, la ilusoriedad de cada una de estas oposiciones no puede ser captada intelectualmente, sino a través de la práctica de contemplación revolucionaria (kakumei-zen) que llama al sujeto a una resolución sintética de los conflictos. Los polos opuestos existen únicamente en la dualidad del lenguaje, pues las oposiciones simbólicas no condicen con lo Real. Así, por ejemplo, el Socialismo Budista demuestra que el capitalismo es tanto una forma de civilización como una forma de barbarie. En las redes de la avidez, la aversión y la inconsciencia que tiende la civilización capitalista no hay más que un empuje constante hacia la barbarie de querer poseerlo todo. Frente a esto, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) devuelve al ser humano su dimensión de incompletud, transformándolo éticamente para salvar al mundo de verdad. Actualmente, únicamente el Maitriyana concibe e introduce un más allá del Discurso capitalista y materialista, imaginando y construyendo un mundo nuevo o Reino de la Rectitud a pesar de que esto es algo impensable para la mayoría de la humanidad. Por lo tanto, el Socialismo Budista tiene indudablemente una metapolítica de naturaleza epifánica, profética y universalista. De allí el Deseo desapegado proferido en el corazón del Despertar (Bodhi): sólo la Cura (Nirvana) puede salvar a la humanidad de la inevitable catástrofe capitalista.

Aunque el Discurso Capitalista es el modelo de civilización global de Oriente y Occidente, dentro de cada aprendiz se encuentran latentes las condiciones para la emergencia de un mundo mejor. Pero esta Liberación implica un corte o desacuerdo radical con la formulación histórica materialista. A esto se debe principalmente el fracaso del sistema comunista autoritario, el cual no supo respetar la naturaleza espiritual de Libertad, Igualdad y Fraternidad que está presente dentro de cada sujeto. Así, la salida correcta del capitalismo sólo puede acontecer a través de la Espiritualidad Libertaria y Reconciliadora del Maitriyana, pues de lo contrario la humanidad está condenada a desaparecer. El mundo del futuro deberá ser una civilización planetaria basada en el proyecto del Socialismo Budista, el cual se desapega del Discurso Capitalista porque su esencia es supraeconómica, metapolítica y transcultural. En este sentido, la conformación postcontemporánea del Maitriyana, en la medida en que incorpora a la técnica y experiencia de la meditación libertaria, establece un corte absoluto con el Discurso Capitalista, denunciándolo como un sistema basado en la guerra, la inequidad, la ignorancia y la contaminación. En efecto, el Socialismo Budista discute al Poder mundano acerca del modo correcto de habitar y ser-con-el-mundo.

Lejos de la hipocresía del partidismo o nacionalismo, el Maitriyana devuelve a la política su esencia socialmente comprometida en lo que empieza a tomar forma como la construcción del acuerdo de paz global más importante de la historia de la humanidad. Aunque el Socialismo Budista no es un candidato al Nobel de la Paz, poseyendo únicamente el apoyo espiritual de la figura del Ser Despierto (Buddha), siempre ofrecerá su mediación para el diálogo e interexistencia entre todos los pueblos, apostando por la paz y el respeto hacia todos los seres humanos, por lo que el maestro espiritual considera a aquel que es diferente como un hermano y nunca como un enemigo. A diferencia de la historia mundana de las religiones, llena de violencia, guerra e inquisición, el Maitriyana honra el legado de los Seres Libres e Iluminados (Arhats-Bodhisattvas) a través de su búsqueda de paz, justicia social, sabiduría y compasión. Actualmente, el Socialismo Budista es una Espiritualidad originaria y solidaria, cuyo legado para las generaciones venideras es el Camino de la Reconciliación, Salvación y Evolución de toda la humanidad. En un momento de la historia en el que la civilización capitalista está llegando a su inevitable caída, el Maitriyana se desapega de la desprestigiada política gubernamental para devolver al pueblo la verdadera esencia metapolítica del Propósito (Dharma) de cambiar el mundo y reconstruir una Tierra Pura o Reino de la Rectitud. Aunque el maestro espiritual no debe involucrarse en política estatal, ciertamente es un representante de los valores supremos, esforzándose por purificar el mundo entero a través de la metapsicología, metafilosofía y metapolítica, para transformar entonces el mundo interior, la visión de las cosas y el mundo externo. Así, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) gestiona siempre el bien común, luchando abnegadamente contra la guerra, la injusticia, la ignorancia y la contaminación. La diferencia entre la metapolítica del Socialismo Budista y el de otros movimientos políticos ordinarios es el trabajo a favor del diálogo y la reconciliación, rescatando la verdadera dignidad universal que reside en cada ser vivo. De esta manera, el maestro espiritual percibe y siente al prójimo como un camarada y compañero de Camino, defendiendo a la vida frente al imperio de la mercancía y la explotación. Aunque la Espiritualidad Maitriyana puede ser acusada de ser el menos religioso de todos los movimientos, es la mayor esperanza de paz en el mundo. Además, a pesar de ser no-partidista y no-gubernamental, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) ciertamente pertenece al partido del Ser Despierto (Buddha), al gobierno del Propósito (Dharma) y a la República de la Comuna (Sangha). A esto se debe que la metapolítica del Socialismo Budista esté sellada con la autenticidad y espontaneidad de un estilo de vida sencillo y humilde que siempre está del lado de aquellos que sufren. En definitiva, en el Reino de la Rectitud que proclama el Maitriyana no hay lugar para la hostilidad, la hipocresía y la doble moral que han caracterizado a los gobiernos y religiones de la historia.

A su entera disposición y deseándoles una feliz navidad,

Siempre con un profundo espíritu de Reconciliación (Maitri),

Maestro Maitreya

Proyecto de Paz Tibet y Burma 2014

El Comité Directivo del Séptimo Concilio Budista brinda apoyo espiritual a Proyectos de Paz, especialmente para países budistas como Tíbet y Burma. Por lo tanto, presenta un Proyecto de Paz para el Tíbet, el cual está compuesto por una serie de medidas pragmáticas que favorecen tanto al pueblo de China como al pueblo del Tíbet para lograr la armonía y Reconciliación entre ambos:

  • Clausura del gobierno tibetano en el exilio (Dharamsala)
  • Declaración de Libertad Espiritual para la zona del Tíbet.
  • Tíbet se asume como un estado perteneciente a China.
  • Tíbet elegirá a sus representantes políticos por medio de la democracia.
  • El Dalai Lama no podrá desempeñar cargo político alguno.
  • El Budismo no deberá ser regulado o influenciado gubernamentalmente.
  • El gobierno de China deberá reconstruir los miles de templos budistas destruidos durante la ocupación.
  • El Tíbet asume el compromiso de ir hacia el Comunismo Verdadero.

Proyecto de Paz en Burma

  1. Prohibir el conflicto entre Budistas y Musulmanes, promoviendo la mutua convivencia de ambos grupos (el primero ampliamente mayoritario).
  2. Apoyar al activismo pro-democrático y a las reformas políticas tendientes al establecimiento de la paz.
  3. Denunciar al sectarismo y las violentas actividades anti-musulmanes realizadas por budistas como una forma de Falso Budismo.
  4. Toda forma de activismo anti-gubernamental por parte de monjes budistas debe ser «resistencia pacífica» y nunca se debe utilizar la violencia o la agresividad.
  5. Todo fanatismo religioso o fanatismo nacionalista nunca debe estar asociado con el Budismo, pues estos son venenos para la mente y la sociedad.
  6. Ante la destrucción de estatuas budistas como las de Afganistán, un genuino budista debe responder con desapego, pues la naturaleza búdica no puede ser destruida. Además, en el Budismo nunca debe haber adoración ritualista, sino práctica meditativa.
  7. Asumir un proceso internacional de Juicio ético budista contra el monje Wirathu y el «movimiento 969» con el fin de dictaminar si están siendo genuinamente budistas.
  8. Apoyar el uso de templos budistas como zonas de refugio a aquellos que están siendo perseguidos (incluidos los musulmanes).
  9. Afirmar que la noción de «terrorismo budista» es un oxímoron, porque la Espiritualidad Budista es pacifista, tolerante y compasiva, siendo la expresión de la reconciliación y el amor espiritual más importante de la historia de la humanidad.
  10. Un budista no puede participar en conflictos étnicos ni en actividades paramilitares, no sólo por ser ilegales sino también inmorales.
  11. Denunciar al extremismo religioso como un «Falso Budismo», estando en contra de cualquier incitación a la violencia por parte de budistas, como ha ocurrido en Burma, Sri Lanka, Tailandia, Bhutan, Nepal, Japón y Tíbet.
  12. Prohibir la Islamofobia dentro del Budismo, alentando la creación de un Diálogo Interreligioso entre el Budismo y el Islam con el fin de promover la paz mundial.
  13. Apoyar la visión islámica de Allah como «el misericordioso», lo cual tiene profundas connotaciones budistas asociadas a la compasión, al mismo tiempo que ayuda a los musulmanes a construir la paz mundial.
  14. Difundir la Espiritualidad islámica del Sufismo como una forma de síntesis entre Budismo e Islam.

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