Budismo Revolucionario: Izquierda Profética y Revitalizada
La importancia de la función de Siddharta Gautama en la historia de la humanidad será fuertemente apreciada por introducir en el mundo el objetivo tanto del bienestar y libertad (anraku jiyu) como del Despertar (Bodhi) del pueblo. Esta orientación postmoderna –paradójicamente con dos mil seiscientos años de antigüedad- posiciona al Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana más allá de la derecha política, pero también más allá de la izquierda tradicional. Así, tanto Siddharta Gautama como Seno´o Giro son la base de la vía del Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) y su proyecto de restauración de una izquierda profética y revitalizada para resolver los problemas de la sociedad. El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es entonces una fuerza libertaria o Camino Medio que trasciende los polos opuestos o extremos tanto del nacionalismo e imperialismo como de la derecha e izquierda, simpatizando con un comunismo de derechos humanos en tanto superación dialéctica del capitalismo salvaje y del comunismo autoritario. En consecuencia, el compromiso del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) con la paz mundial y la justicia social representa un caso claro de izquierda profética, criticando al Poder económico, político y cultural a través de la lógica de la negación (hitei no ronri) y la universalidad del Propósito (Dharma) de salvar al mundo. De hecho, las proclamaciones reformistas del Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) no son más que el cumplimiento de la profecía (vyakarana) del acontecimiento de una Tierra Pura o Reino de los Cielos.
El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana y su compromiso con la humanidad del futuro lo ubican fuera del establishment materialista o metafísico. De esta manera, el maestro espiritual no busca el dominio de la sociedad, sino su Liberación y Cura (Nirvana) por medio del acontecimiento de la naturalidad del Propósito (jinen honi). En consecuencia, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) busca la Salvación y Evolución de la humanidad, ayudando al aprendiz a convertirse en un superhumano para así luego transformar espiritualmente a todo el mundo, superando todas las adversidades que esto conlleva. Pero esta transformación de la consciencia no se produce a través de una mera satisfacción de las necesidades materiales ni tampoco por medio del progreso en el conflicto, pues la clave para la evolución del ser humano no es la supervivencia del más fuerte sino la supervivencia del más recto o adecuado (samma), el cual es el sujeto que trae paz, justicia y armonía al mundo. El Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es entonces el modelo de ciudadano global, transformando espiritualmente la civilización a través de la sabiduría compasiva (prajña-karuna) del Discurso Analítico Existencial Libertario (Buddha-Dharma-Sangha). Sin embargo, para el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana esto constituye ir más allá del Estado (kokuchu), la religión y la familia, asumiendo los valores globales del conocimiento cumbre (satori) para toda la sociedad. Así, el maestro espiritual nunca hace un llamado al patriotismo ni tampoco a la defensa del status quo, pues su fidelidad siempre permanece con la construcción de un Reino de Rectitud, Paz, Benevolencia y Verdad en el aquí y ahora. Para ello el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) muestra por medio de la lógica dialéctica paradojal que la realidad de la utopía, en tanto verdad de la unidad universal, está entrelazada con la realidad mundana a modo de potencial. Esto significa que la Tierra Pura o Reino de los Cielos es al mundo lo que el Despertar original (hongaku) es a la mente ordinaria que busca la iluminación incipiente (shigaku). Desde esta perspectiva, el Maitriyana enseña que la contemplación revolucionaria (kakumeizen) es la práctica que permite intuir la Naturaleza Real (Jisso) del mundo interno y externo, logrando la Cura (Nirvana) del sufrimiento y la alienación a través del desocultamiento de la Verdad y la armonía innata. Esto implica que el autoanálisis (hansei) es una vía tanto para la salud mental como para la empatía con el prójimo, apelando siempre a la rectitud y la justicia para resolver todo tipo de conflictos, pues así es cómo la izquierda profética y revitalizada de Gautama, Isaías y Seno´o Giro considera que el Estado (kokuchu) y la nación deben ser sirvientes del Propósito (Rissho) y nunca a la inversa. De este modo, es evidente el internacionalismo del Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi), buscando que los pueblos estén en concordancia con la Verdad para así desocultar la paz mundial que es inherente a la naturaleza misma del ser humano y de la Tierra (Gaia). Para el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva), la Espiritualidad es la Verdad cumbre (paramartha) de la vida, mostrando la importancia de los Derechos Espirituales en la evolución recta y adecuada de la sociedad.
El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana realiza una crítica profética asociada con el comunismo de derechos humanos y la democracia verdadera, brindando un inmediato sentido de virtud y solidaridad, pues la meditación libertaria es una extensión de la ética del Desapego. La orientación sabia y compasiva del Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) es entonces una consecuencia de la ética de la desidentificación y el abandono del Ego, lo cual es la clara fundación de un nuevo ser humano comprometido con el servicio desinteresado al mundo. En definitiva, el maestro espiritual afirma que el genuino servicio por el prójimo debe provenir de la experiencia de la insatisfacción, impermanencia e insustancialidad, debiendo todo cambio social ser guiado por la naturaleza dhármica del ser humano para así trabajar por la causa común de la Libertad, Igualdad y Fraternidad. Esta dedicación no puede ser impuesta por los gobiernos y las religiones, pues debe provenir de la genuina devoción por la Salvación y Evolución de la humanidad, realizando el bienestar de todos los pueblos. Así, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana posibilita la utopía de la democracia directa y global, pues se considera a los gobernantes como autoritarios y no-benevolentes dado que no buscan el Bien del pueblo sino sus propios intereses egoístas. Esta actitud es claramente anti-imperialista pero también transnacionalista, en tanto que la Vía comunista libertaria (Sanghayana) es el Camino Supremo para el bienestar de todos los seres humanos. Una vida basada en el autoanálisis(hansei), la contemplación revolucionaria (kakumeizen) y la caridad es la vía verdadera para el cumplimiento de los Derechos Espirituales en tanto estándares transcendentes que organizan el acontecer de la civilización socialista del futuro. El Discurso Analítico Existencial Libertario (Buddha-Dharma-Sangha) restaura la naturaleza espiritual de la humanidad y de la Tierra (Gaia), celebrando la nueva era del Despertar (Bodhi) del aprendiz y del emerger de la Tierra Pura o Reino de los Cielos. Pero para esto primero debe producirse el alejamiento del Yo y la caída de la civilización capitalista, lo cual permite el despliegue de un sujeto sincero, idealista, sano y solidario. En efecto, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) es la Cura (Nirvana) o antídoto para los males capitalistas de la guerra, la explotación, la ignorancia y la contaminación, tal y como fue anticipado por Siddharta Gautama y Seno´o Giro cuando criticaron al sistema económico de la propiedad privada que convierte al pueblo en esclavo, mostrando que la Liberación Correcta surge cuando se evanescen las nociones del Yo y del apego para dar paso a la práctica del comunismo desinteresado.[1] Las consecuencias de este nuevo sistema post-capitalista son la Evanescencia (Nirvana) tanto de la codicia, odio y engaño como del egoísmo, dualismo y consumismo, reformando el mundo interno y externo con la visión utópica de la sabiduría compasiva (prajña-karuna) en el aquí y ahora. La Vía revolucionaria del Nuevo Budismo (Shinko Bukkyo) del Maitriyana es una revolución pacífica que no apoya a la violencia del materialismo y la metafísica, teniendo empatía con el sufrimiento y la injusticia que experimentan los pueblos. Por ello, el maestro espiritual encarna un contrapoder frente al establishment del capitalismo salvaje o del comunismo autoritario, demostrando que la Espiritualidad va más allá de la institución religiosa y por lo tanto no puede ser considerada como un opio de los pueblos.[2] Para la izquierda profética de Gautama y Seno´o Giro la Espiritualidad es la vida misma, por lo que al Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) también le conciernen asuntos políticos, económicos y culturales, realizando una crítica abierta sobre la existencia con el fin de facilitar el conocimiento de uno mismo y la transformación de la sociedad. De esta manera, por ser un movimiento espiritual para la creación de un mundo mejor, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) mantiene una relación cercana con Marx y Tolstoi, motivo por el cual maestros espirituales como Uchiyama Gudo y Ambedkar consideraron a la comuna budista chan (sangha) como un modelo de vida comunitaria que puede ser aplicado a todo un país del mismo modo que el marxismo.[3]
El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana expresa que la actitud apropiada hacia el mal del capitalismo debe ser reformista y nunca esclava o parásita de este sistema,[4] criticando a la religión por mantener una complicidad conservadora hacia el establishment que dificulta la emergencia del Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi).[5] De este modo, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) llama a la Evanescencia (Nirvana) de las instituciones tanto capitalistas como religiosas,[6] tomando refugio en la sabiduría compasiva (prajña-karuna) de Gautama para promover una sociedad basada en el bienestar y la propiedad comunitaria.[7] Esto implica que el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) tiene una tendencia no sólo antisectarista sino también de izquierda profética, unificando la postmetafísica con el postcapitalismo. Además, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana también es un llamado utópico para la reconciliación (wakai) e integración de todas las disciplinas y movimientos espirituales bajo un mismo techo, que es la guía ecuménica de Gautama.[8] Esta síntesis es lo que han soñado maestros espirituales como Seno´o Giro, cuya fuente de inspiración es nada menos que la reconstrucción prístina de la Espiritualidad en sí misma para así poder luchar contra el mal del capitalismo. Éste proyecto revolucionario es el Propósito (Dharma) de la Vía del Budismo Original (bukkyo honrai no michi) o Budismo Fundamental (Konpon Bukkyo) de Seno´o Giro, cuya sabiduría compasiva (prajña-karuna) es la fuerza socialmente activa más poderosa de la historia, pues tiene el potencial de guiar a la humanidad y salvarla del mal del capitalismo a través de la construcción de una sociedad altruista y cooperativa liderada por la visión de Gautama y Jesús.[9] En definitiva, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) busca el progreso del mundo entero a través de la conservación de la Espiritualidad, por lo que es completamente entendible que su razón mística lo lleve a ser impulsado por el Ser Despierto y Salvador (Buddha-Cristo). Sin embargo, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana no deja de ser gnóstico, no-supersticioso, humanista y científico, siendo un espiritualismo (seishinshugi) con los pies y manos sobre la Tierra (Gaia), motivo por el cual promueve la sociedad de hermandad (dobo shakai) y cooperación al llamar a la abolición tanto del monopolio de la riqueza como de la explotación de los trabajadores.[10] Por lo tanto, los cambios que promueve el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) están basados en los valores del altruismo, la Vacuidad y la interdependencia de todos los seres, cuya consecuencia será el trans-sectarismo, el anti-separatismo y el internacionalismo como bandera de la civilización del futuro, dado que el nacionalismo y el imperialismo están en contra del pueblo y del destino del mundo.[11] El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana trabaja entonces a favor de la creación de un Reino del Propósito (Dharma) que dictamine paz, justicia, conocimiento y armonía para todos los seres, transmitiendo una unidad ecuménica sobre la base de las enseñanzas de Gautama y Jesús, las cuales pueden ser sintetizadas como un altruista e inegoísta amor universal (muga no ai).[12] En concordancia con Seno´o Giro, esto implica tomar refugio en el Discurso Analítico-Existencial-Libertario (Buddha-Dharma-Sangha) de la Espiritualidad como la articulación del estado de la mente despierta, la doctrina de la interexistencia y la sociedad libre de la alienación.[13]
El Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) trabaja para traer al mundo una civilización de consciencia, Verdad y rectitud, por lo que su manifesto impulsa la erradicación del conflicto de clases sociales, liberando a la sociedad y simultáneamente logrando la purificación de la mente. Esta lucha por un mundo mejor que practica el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es nada menos que el proyecto de salvar a la humanidad, construyendo un Reino de Despertar (Bodhi) sobre la Tierra.[14] Efectivamente, la búsqueda de paz y justicia social es asunto del maestro espiritual, para quien el comunismo de derechos humanos es algo clave junto con la armonía ecológica. Sin embargo, esto no es un mero plan idealista, sino que realmente es una herramienta o medio hábil (hoben o upaya) para la transformación ética de la realidad interna y externa, tal y como lo soñaron Tolstoi y Seno´o Giro, por lo que la práctica de autorrealización y autotrascendencia debe formar parte de un movimiento de reforma planetaria. Así, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana propone un cambio social sobre la base del acontecimiento de un nuevo ser humano espiritual.
El Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) va más allá del nacionalismo e imperialismo, pero también es una fuerza contracultural o corriente de resistencia progresista y radical frente al status quo belicista y materialista,[15] criticando al capitalismo salvaje y al comunismo autoritario a través de una visión internacionalista y humanística que trabaja por la paz mundial, la justicia social, el conocimiento cumbre (satori) y la armonía ecológica. De hecho, el lema del Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es seguir las enseñanzas de Gautama y Seno´o Giro para lograr el eslabón perdido entre tener una mente despierta (bodhicitta) y ser un liberador de la sociedad. Así, este movimiento espiritual se sitúa en el contexto social como una izquierda profética y revitalizada. Esta forma de metapolítica desarrolla una práctica y una teoría radical, articulando las enseñanzas de Siddharta Gautama y Karl Marx dentro de la búsqueda de la Liberación, pues ambos han hecho lo mismo pero desde niveles distintos.[16] Pero esta orientación libertaria y transhistórica se realiza a través del proceso dialéctico de la ética altruista y la sabiduría compasiva (prajña-karuna) sobre asuntos tanto personales como geopolíticos.
En concordancia con Seno´o Giro, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) se constituye como una sabia y compasiva tradición de protesta,[17] al mismo tiempo que puede ser entendido como un comunismo espiritual fundado sobre los ideales del Ser Despierto y Salvador (Buddha-Cristo), tal y como lo anheló Katayama Sen con su visión del Socialismo Espiritual,[18] o puede ser considerado como heredero de una síntesis búdica con enseñanzas confucionistas y occidentales, del mismo modo que lo planteó Tanaka Sogoro. En concordancia con Tarui Tokichi, este modelo socialista oriental tiene los siguientes principios: amor sincero (shin-ai) en palabras y acciones; igualdad entre uno mismo y el prójimo (jita byodo o atma-para-samata); mayor bienestar (saidai fukuri) de la sociedad; cuidar al pueblo con sabiduría compasiva (prajña-karuna); remediar el antagonismo entre ricos y pobres por medio de las cuatro medidas (shudan) de la sociedad cooperativa (kyodo shakai) y pacifista, la propiedad comunal de bienes (tenbutsu o tenmotsu kyoyu), la educación abierta y la regulación demográfica ecológica.[19]
Al igual que Takagi Kenmyo, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) presenta un modelo socialista más relacionado con el misticismo que con la política tradicional,[20] aunque sin perder su compromiso dramático con la protesta frente a la injusticia social, asumiendo incluso la posibilidad de ser arrestado y ejecutado por el sistema, como fue el caso del Maestro Uchiyama Gudo,[21] cuyas ideas socialistas libertarias provenían directamente de su experiencia de vida.[22] La vivencia radical de la Espiritualidad Budista es una utopía socialista de estilo crítico, buscando reemplazar la inequitativa y opresiva civilización materialista capitalista por un país búdico (nyorai no kokka). Pero este proyecto político universal parte siempre de la experiencia psicológica y filosófica del Ser Vacío (Muga) del aprendiz, para así poder enfatizar la interdependencia e interpenetración de toda la existencia y llevar amor desinteresado (muga-ai) a los pobres y oprimidos.
El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana denuncia que el sistema capitalista no sólo genera sufrimiento en los pueblos sino que también viola a la Espiritualidad,[23] por lo que el sujeto debe oponerse al nacionalismo, militarismo e imperialismo, asumiendo el compromiso con la construcción de una sociedad comunista de derechos humanos que sea capaz de reestructurar la civilización capitalista. Esto es nada menos que la implementación de una Tierra Búdica en el mundo,[24] basándose en los más altos valores y enseñanzas de la humanidad, como la sabiduría compasiva (prajña-karuna) y el amor fraternal. Por lo tanto, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) no sólo busca que el pueblo sea cooperativo e internacionalista, pues además apunta a la purificación y unificación de todas las tradiciones espirituales. Por su posicionamiento frente a las decadentes instituciones gubernamentales y religiosas, a las que se reconoce como contrarias a los principios espirituales de Siddharta Gautama, el Maitriyana es entonces el Budismo de la Vía Reconciliadora (Wakaido Bukkyo) que inicia una nueva era de paz, justicia social, conocimiento y armonía natural. Así, como han afirmado Gautama y Seno´o Giro, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) busca una Cura apropiada (Samma Nirvana) para el sufrimiento y la inequidad de la sociedad.[25]
Para el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana, el capitalismo es un sistema económico, político y cultural que es culpable de la inseguridad del pueblo,[26] por lo que se debe practicar contemplación revolucionaria (kakumei zen) para poder encontrar las soluciones a estos problemas mundiales, realizando la fundación de la Salvación de la humanidad a través del acontecimiento de una sociedad revitalizada (shinko shakai).[27] Ésta es la orientación revolucionaria de la práctica y teoría del Espiritualidad Libertaria, desarrollando la Verdad de la Evolución y el cambio al producir una revitalización búdica en los campos de la psicología, pedagogía, medicina, filosofía, arte, ciencia, política, sociología y teología. Así, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) posee un elemento humanístico y espiritual que se encuentra ausente en el comunismo autoritario, tomando el concepto de Ser Vacío (Muga) para paradójicamente promover autorrealización subjetiva y liberación social. Esto implica obviamente la evanescencia (Nirvana) de las herejías malignas (inshi jakyo) de la ignorancia religiosa y del engaño gubernamental como opio (ahen) de los pueblos, promoviendo y estableciendo en su lugar al agnosticismo o ateísmo (mushinron) del Nuevo Budismo (Shinko Bukkyo) del Maitriyana a través de la práctica de la autorrealización (jinrui kaiho) y autotrascendencia (mugaizumu).[28] De este modo, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) asocia el Despertar (Bodhi) del aprendiz con la experiencia de la emancipación y Liberación (Kaiho) de la sociedad, demostrando que las enseñanzas humanitarias de los maestros espirituales –como Nichiren, Honen y Shinran- se vinculan con el compromiso comunitario de Marx para evanescer la opresión y el sufrimiento del pueblo. Según el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva), la compasión o el amor (ai) tienen una importancia suprema para la revolución del mundo, no siendo un sentimiento ni un concepto sino más bien una práctica (jissen) que tiene el poder de reconocer los problemas de la vida cuando es acompañada de la visión recta de la crítica objetiva. De este modo, el amor compasivo del maestro espiritual provee la base de un Humanismo Nuevo (Shin Jindoshugi) para la revolución que construye la Tierra Pura Búdica (Jo Bukkokudo) en el mundo, purificando y reconstruyendo la sociedad desde sus mismos cimientos.[29] El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es entonces un movimiento progresista que desarrolla todas las facetas de la existencia, transformando el mundo interno y externo a través de la conservación del amor desinteresado (muga-ai), el cual es la encarnación misma del Propósito (Dharma) según Gautama y Seno´o Giro.[30]
En concordancia con Lévi-Strauss, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) busca la construcción de la necesaria articulación entre el materialismo marxista y el humanismo liberal, sintetizando el objetivo de la Cura (Nirvana) del sujeto a la finalidad de la Liberación (Kaiho) de la sociedad. Así, dado que el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es un Discurso Analítico Existencial Libertario (Buddha-Dharma-Sangha), se trabaja para la evanescencia (Nirvana) de los males de la falsa consciencia, la ideología y la alienación. Esto implica que la Espiritualidad Libertaria de Gautama y Seno´o Giro es la tradición de protesta social o fuerza metapolítica más reformista y radical de la historia, trabajando para crear una sociedad de valores que conquiste espiritualmente al mundo y que haga frente al militarismo, capitalismo, fascismo y nacionalismo. Para llevar a cabo esta civilización pacifista el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) considera que es necesario una conversión internacional o difusión mundial (Kosen-rufu) de las enseñanzas del Ser Despierto y Salvador (Buddha-Cristo), cuya filosofía (kokka) esencial es el amor (ai). La misión del Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es preparar a millones de seres humanos para desarrollar hábilmente el proyecto de la Salvación del mundo,[31] estableciendo una sociedad feliz y sana: muchos en cuerpo pero unidos en mente (itai-doshin).
La doctrina fundamental del Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) es transformar éticamente la economía, política y cultura sobre la base tradicional de las enseñanzas de Seres Libres e Iluminados (Arhats-Bodhisattvas) como Gautama, Nichiren y Seno´o Giro, superando tanto a la metafísica como al materialismo para crear la indivisibilidad (funi) dialéctica y paradojal de espíritu (shin) y materia (Shiki), cuyo resultado es nada menos que la unidad (myogo) entre la ley sagrada y la ley secular con el fin de superar la explotación y la miseria de los pueblos en la era del Apocalipsis (Mappo).[32] De esta manera, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es la única Espiritualidad que propone un mundo gobernado por los nobles principios de la rectitud, trabajando siempre para y por el pueblo.[33] Así, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) se diferencia notablemente de los intereses egoístas y corruptos de los actuales gobiernos de los países, los cuales usan al sistema democrático únicamente para la acumulación de Poder. Por lo tanto, el maestro espiritual trabaja en un nivel distinto al de los simples políticos, pues su función y Propósito (Dharma) es siempre buscar la evanescencia (Nirvana) del sufrimiento de todo el mundo sin apelar a medios coercitivos o autoritarios. En este sentido, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) afirma que los principios de la verdadera democracia son la Libertad, Igualdad y Fraternidad, motivo por el cual se critica claramente a los gobiernos contemporáneos por ser pseudo-democracias que no representan los verdaderos intereses del pueblo. De esta manera, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es crítico frente al capitalismo salvaje y al comunismo dictatorial, considerando que se debe crear una Tercera Vía (daisan do) superadora para así poder promover democráticamente el bienestar de toda la sociedad. Ésta es el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) o comunismo de derechos humanos, creando una genuina democracia fundada sobre los principios de los grandes maestros espirituales, como Gautama, Jesús y Nichiren, pues la Espiritualidad Budista Verdadera es el único Camino para satisfacer las necesidades materiales y espirituales de las naciones. Por esta razón, la democracia búdica (buppo minshushugi) o verdadera debe ser establecida para la realización tanto del bienestar del aprendiz como de la prosperidad de la sociedad,[34] despertando a cada sujeto a los principios de la Espiritualidad Budista.[35]
Para poder crear una Civilización Revitalizada (Shinko Bunmei) bajo la guía de las enseñanzas del Ser Despierto y Salvador (Buddha-Cristo), el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana se preocupa por cuatro áreas: la paz global, la justicia social, la educación avanzada y la armonía ecológica. Esto es buscado a través de un proceso de budización de nueve temáticas, como la psicología, la pedagogía, la medicina, la filosofía, el arte, la ciencia, la política, la sociología y la teología. Pero en términos estrictamente económicos, políticos y culturales, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) es una tercera vía (daisan do) ante el capitalismo salvaje y el comunismo autoritario, tomando lo mejor de ellos –como los derechos humanos y la búsqueda del bienestar del pueblo- para hacer emerger un Neo-Socialismo (Shin Shakaishugi) basado en la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.[36] El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es entonces un Camino Medio (Chudoshugi) que conserva y simultáneamente trasciende a los polos opuestos de la izquierda y la derecha o del progresismo y el conservadurismo, pues es la síntesis dialéctica del capitalismo y el comunismo.[37] Por lo tanto, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) se trata de una izquierda profética y un progresismo revitalizado que busca el cambio revolucionario del mundo sin perder de vista lo Real y la Verdad.
El activismo social contra la guerra y la injusticia social que realiza el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana representa una traición ante la mirada gubernamental, cuyos intereses egoístas suelen conducir a arrestar y condenar a muerte a los constructores de un mundo mejor que hacen frente al militarismo y el capitalismo. Al igual que el Maestro Takagi Kenmyo,[38] el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) presta Atención Plena a los asuntos de la sociedad, proponiendo un Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) basado en el Propósito (Dharma) de la Tierra Pura, cuyos ideales son la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad para todos. Este activismo libertario es una izquierda profética que demuestra que Gautama y Jesús fueron almas gemelas al enseñar un modelo heroico para la creación de una civilización nutrida de valores comunistas que sea capaz de superar la pobreza y la discriminación social, transmitiendo la gracia del amor universal. La esencia del Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es entonces el igualitarismo, el cual no es una visión teórica sino una práctica profética de reforma social, transformando la estructura del sistema económico, político y cultural a partir de la propia Espiritualidad.[39] Así, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) se interesa por la felicidad y el bienestar del pueblo, enseñando el Bien Universal, el Amor Trascendental y la sabiduría compasiva (prajña-karuna) del Ser Despierto y Salvador (Buddha-Cristo) que protege a todos los seres de la Tierra (Gaia). De este modo, maestros espirituales como Gautama, Honen, Shinran, Ikkyu, Seno´o Giro y Takagi Kenmyo, fueron héroes socialistas que comprendieron que la Espiritualidad Budista es la madre de la totalidad del pueblo y el enemigo de la poderosa aristocracia.[40] Así, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) afirma que la Tierra Pura o Reino de la Rectitud es la práctica del comunismo verdadero, buscando purificar a la sociedad capitalista que trata a los pobres como animales o juguetes.[41] El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es un llamado realista a la acción social comprometida con el cambio, buscando ayudar y salvar al mundo a través del progreso ascendente (kojo shinpo) basado en la equidad y también por medio de una vida comunitaria (kyodo seikatsu) basada en la paz, la justicia, la educación y la ecología.
El Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) es una parte importante del Discurso Analítico Existencial Libertario (Buddha-Dharma-Sangha), analizando y examinando la posibilidad de transformar el mundo a través del rol de las ideas críticas y transnacionales de la Espiritualidad. Así, pensadores como Suzuki Daisetsu y Inoue Shūten han contribuido a la formación del Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana,[42] movimiento que carga la bandera del pacifismo y la justicia social como forma de activismo social comprometido con la reforma búdica de la civilización. Esto implica que el maestro espiritual presenta un nuevo paradigma de civilización socialista libertaria, dentro de la cual el progreso no se encuentra relacionado con la acumulación de bienes materiales sino con la acumulación de sabiduría compasiva (prajña-karuna). Por lo tanto, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) tiene la misión de la reforma radical de la sociedad, estableciendo diálogo con todos los movimientos espirituales para así poder evanescer los males de la superstición y el consumismo que atentan contra el orden pacífico del mundo. La meditación libertaria es efectivamente el antídoto para la religión maligna (jakyo), pues trabaja tanto en el plano de la mente interna (naiso) como en el nivel de la práctica externa (gaiken). Dado que la civilización capitalista es la era del bloqueo (jidai heisoku) que oprime la Libertad, Igualdad y Fraternidad entre los seres humanos, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana se presenta como una Espiritualidad de naturaleza socialista libertaria, mostrando un compromiso profundo con el bienestar de toda la humanidad en el momento de denunciar a los gobiernos como opresivos y burocráticos al mismo tiempo que se critica a las religiones como monumentos de ignorancia.[43] En efecto, los gobiernos son esencialmente despiadados y opuestos al progreso social, mientras que el Ser Despierto y Salvador (Buddha-Cristo) enseña ideas que ayudan a la construcción de una sociedad mejor, desarrollando el estado de Ser Nada del aprendiz como vía hacia el progreso social, pues el secreto de un mundo mejor se deriva del incondicional voto del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) de salvar a todos los seres.[44] Esta aspiración mística busca la evanescencia (Nirvana) de la sociedad injusta, siendo un espíritu crítico que plantea al Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) como una autodisciplina mucho más abarcativa que la moralidad y la institución gubernamental,[45] en tanto es un orden místico (shinpi) que va más allá de los intereses individuales o nacionales.[46] De esta manera, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana confirma que es fundamental lidiar con las enseñanzas del Ser Despierto y Salvador (Buddha-Cristo) y su Zen Cristiano (Kikyo Zen) para poder realizar una unificación mística y espiritual de la humanidad.[47] Esta visión reformadora de la estructura social evidencia que al tener Atención Plena sobre la existencia de los pobres y oprimidos, el sujeto puede construir una sociedad justa,[48] desarrollando éticamente su mente y sus vínculos con los demás. De esta manera, la práctica del compromiso social desarrolla el emerger de una Espiritualidad Crítica que es pacifista al mismo tiempo que promueve el progreso social equitativo, motivo por el cual se denuncia la falta de Espiritualidad de los gobiernos militaristas,[49] no sólo porque el uso de la violencia es algo injustificable incluso como medio para el objetivo del cambio social, sino porque además el tremendo mal de la guerra es la búsqueda de ganancia económica a través del asesinato.[50] Para el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) es algo marcadamente ordinario defender la paz en tiempos de paz, mientras que mantener un Discurso pacifista durante épocas de guerra es un desafío riesgoso y problemático, pues se pone en peligro la propia vida. Esta predisposición al autosacrificio o martirio, como en el caso del Maestro Uchiyama Gudo, demuestra que los ideales del Ser Despierto y Salvador (Buddha-Cristo) son crear paz mundial sin intereses individuales o nacionales,[51] por lo que ningún aprendiz ni pueblo puede ser espiritual y simultáneamente estar involucrado en la guerra. Este es el motivo por el cual el maestro espiritual es el gobernante de su propia vida, careciendo de la disciplina tanto del sometimiento como de la pelea.[52] El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana, a través de su práctica ética contemplativa, es una visión crítica de la estructura social belicosa e injusta de la política y economía capitalista, teniendo la responsabilidad urgente de difundir enseñanzas socialistas a lo largo del mundo. En este sentido, la Espiritualidad es esencialmente puro pacifismo y comunismo de derechos humanos, combinando los valores trascendentales de la Libertad, Igualdad y Fraternidad con la esfera psicológica, filosófica y política del ser humano. Por lo tanto, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) actúa como un campo magnético,[53] atrayendo a todos los que se resisten a la opresión estatal y a la falta de Espiritualidad de la sociedad, tal y como enseñó Inoue Shūten, para así poder imaginar libremente el mejor tipo de sociedad, pues el compromiso social no está realmente separado de la deconstrucción analítica y existencial.
El Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es un movimiento socialista libertario que sigue los pasos de Siddharta Gautama, Jesús de Nazaret y Uchiyama Gudo, practicando un activismo comprometido con la toma de consciencia de la sociedad. Aunque esta doctrina es un giro radical del pensamiento (shiso no kaiten), ciertamente es una tradición de rectitud y autosacrificio por los demás. De esta manera, la izquierda profética y revitalizada del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) lucha pacíficamente contra la explotación capitalista y la centralización del poder Estatal, al mismo tiempo que tiene esperanza en la capacidad potencial de autodeterminación del pueblo.[54] Sin embargo, para desarrollar este estilo de vida comunitario basado en el comunismo libertario, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) afirma que el precio de esta singular visión utópica es el autosacrificio, pues la tormenta del progreso revolucionario requiere que el sujeto esté dispuesto a dar su propia vida por el Bien de los demás. Pero obviamente este acto no es una violencia ordinaria (estatal o ilegal), sino que más bien se trata de algo completamente opuesto, pues es una acción que puede ser nombrada como violencia divina, al ser la encarnación de la Justicia y la Verdad. Esta lucha por la existencia es entonces un acto de creación y no uno de destrucción, en tanto que la violencia ordinaria es represora y ata al ser humano en un juego coercitivo y sangriento de culpa y retribución, mientras que la violencia divina es liberadora y desapegada en un proceso recto que purga y redime al aprendiz a través del poder divino de la Evanescencia (Nirvana).[55] Esta Salvación que ocurre sin el derramamiento de sangre de los demás es un sacrificio de la vida que ocurre de modo similar a un proceso de la naturaleza, renunciando a la autopreservación egoísta con la finalidad de cumplir con la tarea de vencer al Poder mundano, al mismo tiempo que se libera al sujeto a través del contrapoder universal del autosacrificio.
En concordancia con Jesús y Uchiyama Gudo, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana es un movimiento activista de Espiritualidad socialista libertaria que se autosacrifica por el Propósito (Dharma) de un mundo sin pobreza ni inequidad, buscando que las grandes corporaciones dejen de acumular poder y dinero mientras oprimen y controlan autoritariamente la libertad esencial del pueblo, la cual es la misteriosa Espiritualidad Santa (kukashigi no seirei) que hace progresar a la humanidad hasta alcanzar el destino del Reino de los Cielos o Tierra Pura en el aquí y ahora. Pero este impulso evolutivo suele ser reprimido por los anhelos materialistas, por lo que cuando emerge suele expresarse como algo que va en contra de las circunstancias externas. Cuando el aprendiz practica meditación libertaria se pone en contacto con la sangre espiritual que ha heredado de los Seres Despiertos (Buddhas) de la historia, quienes han sido incesantes impulsores de la Libertad, Igualdad y Fraternidad, actuando siempre en sintonía con su propia voluntad sin ser detenido por nadie.[56] De este modo, el autosacrificio del maestro espiritual simboliza tanto la potencial naturaleza espiritual del sujeto como la misma condición de progreso de la sociedad, superando las ataduras tanto del Ego como del Estado. En este sentido, para el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) el abandono del Yo es un proceso similar al Despertar (Bodhi) de la consciencia comunitaria (Heibon no jikaku), motivo por el cual la Cura (Nirvana) de la mente es similar a la transformación socialista libertaria del mundo, que es nada menos que el destino último de la Salvación de la humanidad a través de la fuerza de la misteriosa Espiritualidad Santa (kukashigi no seirei).
Al igual que el Maestro Uchiyama Gudo, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana enseña que las tesis socialistas libertarias son que todos los seres humanos tienen una naturaleza espiritual o dignidad intrínseca (issai shujo shitsu bussho),[57] por lo que no sólo se transmite una enseñanza dentro de la cual hay igualitarismo y no-discriminación (kore ho byodo mu koge),[58] sino que también se considera a todos los seres como si fuesen los hijos propios (issai shujo mina kore ako).[59] Siguiendo al Rey Ashoka, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) considera que alcanzar el Despertar (Bodhi) se encuentra indudablemente relacionado con la igualdad social y la liberación comunista de derechos humanos en tanto expresiones de la consciencia comunitaria (Heibon no jikaku), por lo que la política tradicional se vuelve obsoleta ante la mirada suprema del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva), cuya metapolítica es liberadora y supra-estatal.
El Budismo Anarquista Comunista (Museifu kyōsan Bukkyo) del Maitriyana considera a la consciencia comunitaria (Heibon no jikaku) como un proceso de Auto-Despertar (Sam-Bodhi o Jikaku) de lo Real,[60] a partir del cual se colabora con los demás en una acción común. De este modo, la autorrealización del ser humano y de la sociedad es un mismo proceso.[61] Así, cuando el aprendiz alcanza la Cura (Nirvana) adquiere la habilidad contemplativa de participar en política libertaria, buscando el Despertar (Bodhi) de toda la nación. Esto implica que la meditación libertaria busca desplazar la concentración de poder capitalista, trabajando a favor de la democracia directa del pueblo. Por lo tanto, la Liberación ética a la que apunta el maestro espiritual se relaciona profundamente con el sentido de la interdependencia o interexistencia de todos los seres. Esta evolución de la consciencia del pueblo logra autodeterminación y simultáneamente interconectividad.[62] Al igual que Gautama y Uchiyama Gudo, el Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) desarrolla la síntesis de la Libertad, Igualdad y Fraternidad, pues para el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) la autodeterminación y el apoyo mutuo se relacionan profundamente entre sí.[63] No obstante, el maestro espiritual considera que las instituciones tradicionales del Estado, la familia y la religión son agregados de la consciencia, siendo algo tan dispensable como el mismo Ego. Sólo cuando el sujeto vive con la bondad de la sabiduría compasiva (prajña-karuna) puede lograr la independencia y la vida colectiva pacífica, ayudando verdaderamente al prójimo que sufre,[64] mientras se desapega de los anhelos egoístas para vivir armónicamente por el bien de todos.
A diferencia de la religión o vía de los dioses (kami no michi), el centro de la metapolítica del Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana no es la autopreservación sino el autosacrificio, considerando que la civilización socialista libertaria inevitablemente superará al capitalismo, por lo que los aprendices deben participar en este movimiento utópico con un espíritu de sacrificio, dado que muchas veces la transformación del mundo requiere el costo de la propia vida. No obstante, la misteriosa Espiritualidad Santa (kukashigi no seirei) es inmortal, siendo transmitida de generación en generación,[65] por lo que este espíritu de Libertad no desaparece sin dejar huellas en los demás. Esto significa que para la visión revolucionaria del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva), el autosacrificio se convierte en su modo de autopreservarse en la sangre espiritual de la humanidad. En definitiva, alcanzar la Cura (Nirvana) es conectarse con la interexistencia de todos los seres, comprendiendo que el Ego es una ilusión que debe ser autosacrificada en pos del bien o autopreservación de la totalidad del mundo, trascendiendo así el falso dualismo entre sujeto y sociedad en la creación de una vida colectiva de paz y armonía.[66] El Socialismo Budista (Butsu Shakaishugi) es una práctica que encarna la misteriosa Espiritualidad Santa (kukashigi no seirei) que unifica a todos los seres humanos y que promueve constantemente el progreso y la autopreservación de la Libertad, Igualdad y Fraternidad frente a la represión interna y la opresión externa. Esta concepción del autosacrificio está relacionada con la interdependencia de todos los seres, pues cuando el aprendiz se autosacrifica por la misión de la Salvación del mundo logra encarnar la fuerza que continuamente impulsa al ser humano hacia la Evanescencia (Nirvana) de la subyugación. El autosacrificio, aunque no es una preservación biológica, ciertamente es una autopreservación espiritual de la consciencia comunitaria (Heibon no jikaku). En concordancia con Gautama, Jesús y Uchiyama Gudo, el Budismo Revolucionario (Kakumei Bukkyo) del Maitriyana valora el hecho de que el autosacrificio sea un proceso que trasciende a la aniquilación (horobi) para pasar a la vida eterna (eisei),[67] pues mientras que el sujeto que está aferrado a su Ego está condenado a desaparecer, en cambio el aprendiz que actúa a través de la contemplación revolucionaria (kakumeizen) logrará la eternidad, dado que involucrarse en la revolución mística es la realización del paraíso en la Tierra (tengoku).[68] Cuando un maestro espiritual se autosacrifica efectivamente su cuerpo biológico muere y es aniquilado, pero su sangre mística o divina –que es el conocimiento cumbre (satori)- queda en un estado de resurrección, preservándose de forma perenne dentro de la consciencia comunitaria (Heibon no jikaku) del mundo. Ergo, el paraíso o utopía socialista (riso sekai de aru), llámese país búdico (nyorai no kokka), Tierra Pura o Reino de los Cielos, es entonces la propagación progresiva de la Verdad a través del autosacrificio.
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[1] Masami Inagaki, The Collected religious writings of Seno´o Giro.
[2] Masami Inagaki, The Collected religious writings of Seno´o Giro.
[3] Inagaki Masami, Kindai Bukkyo no Henkaku-sha.
[4] Seno´o Giro, Metamorphosis to the New Buddhism.
[5] Ichikawa Hakugen, The War Responsibility of Buddhists (Bukkyosha no senso sekinin).
[6] Seno´o Giro, Toward a new Buddhist movement.
[7] Masami Inagaki, The Collected religious writings of Seno´o Giro.
[8] Murakami Sensho, On uniting the Buddhist Teachings.
[9] Masami Inagaki, The Collected religious writings of Seno´o Giro.
[10] Seno´o Giro, New Buddhism in the midst of radical social change.
[11] Seno´o Giro, New Buddhism in the midst of radical social change.
[12] Masami Inagaki, The Collected religious writings of Seno´o Giro.
[13] Whalen Lai, Seno´o Giro and the Dilemma of Modern Buddhism: Leftist Prophet of the Lotus Sutra.
[14] Masami Inagaki, The Collected religious writings of Seno´o Giro.
[15] James Mark Shields, Zen and the Art of Treason: Radical Buddhism in Meiji Era (1868–1912) Japan.
[16] Claude Lévi-Strauss, Tristes Tropiques.
[17] S. Large, Buddhism, socialism and protest in prewar Japan: the career of Seno´o Giro.
[18] J. M. Shields, A blueprint for Buddhist Revolution: the Radical Buddhism of Seno´o Giro (1889-1961) and the Youth League for Revitalizing Buddhism.
[19] Tarui Tokichi, Toyo no kyomuto.
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[22] Yoshida Kyu ichi, Nihon kindai Bukkyoshi.
[23] J. M. Shields, A blueprint for Buddhist Revolution: the Radical Buddhism of Seno´o Giro (1889-1961) and the Youth League for Revitalizing Buddhism.
[24] Yüsen Kashiwahara, Nihon Bukkyoshi: Kindai.
[25] Masami Inagaki, The Collected religious writings of Seno´o Giro.
[26] Seno´o Giro, Revitalized Buddhism on the road to social reform.
[27] Masami Inagaki, The Collected religious writings of Seno´o Giro.
[28] Masami Inagaki, The Collected religious writings of Seno´o Giro.
[29] Masami Inagaki, The Collected religious writings of Seno´o Giro.
[30] J. M. Shields, A blueprint for Buddhist Revolution: the Radical Buddhism of Seno´o Giro (1889-1961) and the Youth League for Revitalizing Buddhism.
[31] Murata Kiyoaki, Japan´s New Buddhism: an objetive account of Soka Gakkai.
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[39] Takagi Kenmyo, My Socialism.
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[41] Takagi Kenmyo, My Socialism.
[42] Moriya Tomoe, Social Ethics of “New Buddhists” at the Turn of the Twentieth Century: A Comparative Study of Suzuki Daisetsu and Inoue Shūten.
[43] D.T. Suzuki, Anjin ritsumei no chi: shōzen.
[44] D.T. Suzuki, Shakai minshutō no kettō kinshi ni tsukite (shakaishugi no shūkyōteki kiso).
[45] D.T. Suzuki, Letter to Nishida – 3 December 1902.
[46] D.T. Suzuki, Zassai zō.
[47] D.T. Suzuki, Christian Zen (Kikyō Zen).
[48] D.T. Suzuki, Fūki no sitei ni atauru sho.
[49] Inoue Shūten, Suma byōkan roku.
[50] Inoue Shūten, Heibon kiwamaru heiwaron.
[51] Inoue Shūten, Heibon kiwamaru heiwaron.
[52] Harold Fielding-Hall, The Soul of a People.
[53] Ama Toshimaro, Shūkyō wa kokka o koerareruka: Kindai Nihon no kenshō.
[54] Fabio Rambelli, Zen Anarchism: The Egalitarian Dharma of Uchiyama Gudo.
[55] Walter Benjamin, Reflections: Essays, Aphorisms, Autobiographical Writings.
[56] Andrew Lindsay, Uchiyama Gudo’s Zen Anarchist Understanding of Blood as a Critique of Progress.
[57] Great Nirvana Sutra.
[58] Diamond Sutra.
[59] Lotus Sutra.
[60] Uchiyama Gudo, Ordinary Self-Awakening (Heibon no jikaku).
[61] Fabio Rambelli, Zen Anarchism: The Egalitarian Dharma of Uchiyama Gudo.
[62] Fabio Rambelli, Zen Anarchism: The Egalitarian Dharma of Uchiyama Gudo.
[63] Andrew Lindsay, Uchiyama Gudo’s Zen Anarchist Understanding of Blood as a Critique of Progress.
[64] Fabio Rambelli, Zen Anarchism: The Egalitarian Dharma of Uchiyama Gudo.
[65] Fabio Rambelli, Zen Anarchism: The Egalitarian Dharma of Uchiyama Gudo.
[66] Fabio Rambelli, Zen Anarchism: The Egalitarian Dharma of Uchiyama Gudo.
[67] Fabio Rambelli, Zen Anarchism: The Egalitarian Dharma of Uchiyama Gudo.
[68] Fabio Rambelli, Zen Anarchism: The Egalitarian Dharma of Uchiyama Gudo.