Diálogo Hermenéutico con India: Navayana

Navayana: la Vía Nueva del Buddha Ambedkar

El Capitalismo es un sistema de civilización política, económica y cultural que está poniendo en peligro al sistema biológico y social de la Tierra (Gaia) junto a la vida de todos los pueblos, por lo que el Maitriyana es una práctica revolucionaria que enseña la Vía hacia una nueva era de la humanidad a través de la transformación profunda que inicia el Conocimiento Cumbre (Satori) ante los desafíos del futuro. La meditación libertaria evanesce el uso de ritos y dogmas, enseñando la Cura (Nirvana) de los males de la guerra, la pobreza, la ignorancia y la contaminación que padecen tanto Occidente como Oriente. El Socialismo Budista está comprometido con la resolución de los problemas del mundo, emergiendo como una fuerza que transmite globalmente los valores de la paz, la justicia social, los derechos humanos y la armonía medioambiental. Así, la tradición de la Espiritualidad Revolucionalmente Comprometida representa el Camino hacia la Salvación de la humanidad, abriendo un nuevo capítulo en la historia. Al ser una práctica ética, el Maitriyana es un nuevo estilo o paradigma de la Liberación, siendo el Vehículo Nuevo (Navayana) en la evolución del Propósito (Dharma) Espiritual, tal y como Siddharta Gautama y B.R. Ambedkar supieron avizorar.

El Socialismo Budista es una orientación revolucionaria que refleja una actitud a favor de la Liberación personal y social, por lo que es la más alta encarnación de la ética socialmente comprometida y la disciplina de la virtud y el altruismo. Por lo tanto, el Maitriyana es la culminación y síntesis de todas las tradiciones, enseñanzas y técnicas que han buscado la evanescencia del sufrimiento en el mundo. De esta manera, el Socialismo Budista es el manifiesto libertario de Gautama y Ambedkar para liberar, reeducar y salvar al mundo, ofreciendo una intensa práctica espiritual de Desapego hacia la familia, la cultura y el capitalismo. Esto implica promover una sociedad pacífica, justa, culta y armoniosa, que sea capaz de cumplir todas las posibilidades más altas y postmodernas. En este sentido, el Maitriyana es una tradición contracultural de derechos humanos, por lo que construye una civilización socialista libertaria de estilo ecuménico.

La esencia de la mirada del Socialismo Budista es el reconocimiento de que la naturaleza espiritual del ser humano debe ser actualizada tanto a nivel personal como a nivel comunitario. Esto implica que la contemplación revolucionaria (kakumei-zen) busca trascender tanto al Ego como a las instituciones políticas y culturales, enseñándole al sujeto a evanescer las causas internas del sufrimiento pero también a promover el desarrollo social del mundo. De hecho, la meditación libertaria induce al aprendiz a percibir que el proceso de desalienación es una Liberación o Salvación del mundo interno y externo. Ciertamente, la estructura vincular e intersubjetiva de la mente demuestra que la noción misma de sujeto es un efecto de lo social, y viceversa. Por lo tanto, la psicología, la filosofía y la política son ámbitos completamente interrelacionados.

En contraposición con el sistema cultural y religioso, la comuna espiritual (Sangha) fundada por Gautama tuvo una estructura fluida y espontánea, enseñando a sus aprendices a practicar un estilo de vida sagrado y desapegado de los gobiernos y templos, para así formar parte de una contracultura ética y mística en la que el sujeto es libre y encuentra un hogar espiritual.[1] En la actualidad el Maitriyana tiene una dinámica compleja porque asume la misión universal de ser la voz de la consciencia planetaria, guiando a los pueblos hacia el cambio y la evolución de la mente y de la sociedad. Esta constante guía espiritual incluye a organizaciones políticas y religiosas de todo el mundo. De esta manera, el Socialismo Budista es una Revolución Cultural Perenne, proveyendo una avanzada sabiduría compasiva (prajña-karuna) junto con un activismo social en pos de la paz, la justicia social, la educación y la ecología. Es en este contexto de compromiso social con el sufrimiento del pueblo que el Maitriyana emerge como una tradición de igualdad y Liberación frente a la opresión del sistema político, económico y cultural.

El estilo del Socialismo Budista es una Vía a favor de los derechos humanos y el progreso en cada área de la vida, escuchando y respondiendo al llanto del prójimo debido a la responsabilidad universal que tiene el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva). De esta manera, el Maitriyana es la encarnación suprema del voto de salvar a todos los seres, actuando en el mundo a través de la sabiduría compasiva universal (maha prajña-karuna). Cuando el aprendiz practica contemplación revolucionaria (kakumei-zen) puede percibir lo Real, por lo que luego inevitablemente actúa para resolver correctamente los problemas del mundo a través de la Atención Plena. Por lo tanto, el Socialismo Budista es una forma metapolítica de hacer el bien y curar a la humanidad y la Tierra (Gaia), pues una vez que se percibe que no hay distinción entre uno y los demás, entonces el Amor Espiritual impulsa al sujeto a ayudar a toda la Creación. Esta Espiritualidad Socialmente Comprometida iniciada por Gautama y Ambedkar influenció a maestros espirituales como Thich Nhat Hanh, Robert Aitken y Bernard Glassman, cuya filosofía social es concordante con la sabiduría compasiva (prajña-karuna) de los grandes Seres Despiertos (Buddhas) de la historia.

La meditación libertaria penetra en el aprendiz como una toma de consciencia del momento presente, lo cual implica percibir qué está sucediendo realmente en el mundo interno y externo, pero por sobre todo implica comprender cómo cambiarlo, rememorando la naturaleza espiritual del Verdadero Ser. En el Maitriyana, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es una figura heroica y salvadora que provee entendimiento e inspiración para los pueblos de todas las culturas, enseñando que el Verdadero Sí-Mismo es una Interexistencia con todos los seres. A partir de esta vivencia de interdependencia, unidad y empatía, el sujeto se vuelve consciente del sufrimiento del otro, disolviendo las ataduras del egoísmo, dualismo y consumismo. Esto permite una evolución de sus emociones y sentimientos, para así dar paso al acontecimiento del Amor Espiritual (metta), la simpatía (anukampa), la compasión (karuna) y la ecuanimidad (upekkha),[2] comprendiendo en todo momento que el sufrimiento del prójimo es también su propio sufrimiento. En este sentido, el Socialismo Budista experimenta una compulsión profética a confrontar la guerra, la injusticia social, la ignorancia y la contaminación, emergiendo en la civilización contemporánea como una acción pacífica, igualitaria y heroica que transmite los valores metapolíticos de la democratización, laicismo, feminismo, pragmatismo, observación, agnosticismo y comunismo.[3] El Maitriyana emerge colectivamente para influenciar directa e indirectamente a las instituciones colectivas gubernamentales o culturales, lo cual puede parecer como un nuevo tipo de Espiritualidad o Neo-Budismo, aunque ciertamente se trata de la antigua práctica de la Atención Plena en la vida cotidiana. Por tal motivo, maestros espirituales como Thich Nhat Hanh, Venerable Khemadhammo y el Dalai Lama suelen expresar que toda Espiritualidad Budista es intrínsecamente comprometida. La responsabilidad universal del Socialismo Budista es un enfoque de activismo político revolucionario, considerando con optimismo que practicar contemplación revolucionaria (kakumei-zen) en la cotidianeidad puede influenciar y establecer nuevas formas institucionales. Esto se debe a que el Amor Espiritual hacia el prójimo promueve una sociedad basada en los principios éticos del Propósito (Dharma), por lo que la práctica del Desapego tiene un alcance social que incluso puede reconducir a los gobiernos hacia la responsabilidad.

El Maitriyana es un entramado de psicología, filosofía y política, por lo que busca el Despertar (Bodhi) de la mente, de las ideas y de la sociedad, siendo un tratamiento multidimensional de la insatisfacción (dukkha) presente en todas las áreas de la vida. En las cuatro nobles verdades descubiertas por Siddharta Gautama se diagnostica la enfermedad, su etiología, la prescripción para la salud y el plan de tratamiento. Al mismo tiempo, en la visión del Socialismo Budista, a través de la meditación libertaria, se emplea este método tradicional para la Cura (Nirvana) del mundo fenoménico, que es tanto interno como externo, por lo que se superan los impulsos del apego, aversión e inconsciencia, junto con las fuerzas de la codicia, el odio y el engaño. Esta evanescencia del sufrimiento mental y social es la forma de vida sagrada del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva), la cual está principalmente orientada a un servicio comprometido con la Sanación y Liberación de los demás. Esta práctica de contemplación revolucionaria (kakumei-zen) es tan indispensable como los momentos de meditación sentada (zazen), ayudando a la mente a realizar la tan necesaria unidad o trascendencia del dualismo individuo-objeto. En este sentido, un aprendiz que está solo en una cueva practicando contemplación puede estar tan comprometido con la Espiritualidad como aquel que ayuda a una persona enferma, hambrienta o marginal.[4] En definitiva, el fin de la meditación libertaria es encontrar la Totalidad de la Vida, y esto puede ser practicado tanto en la propia mente como en la sociedad. Pero obviamente no hay posibilidad de traer paz al mundo si antes no se ha alcanzado la propia paz interior. Ésta es la principal diferencia entre un maestro espiritual y un mero activista social, pues éste último no practica Atención Plena y Sabiduría Compasiva (prajña-karuna) en su tarea de ayuda al otro.

La ética del compromiso social ocupa un lugar central en el Maitriyana, junto con los estilos prácticos de la disciplina, la virtud y el altruismo. La ética (sila) del Socialismo Budista se sintetiza al decir que tiene el voto de evitar el mal, cultivar el bien y salvar a todos los seres.[5] Así, la contemplación revolucionaria (kakumei-zen) es una disciplina que busca convertir a cada pueblo del mundo en una morada sagrada (brahma vihara), enseñando la virtud (paramita) del servicio a los demás. Este estilo de Espiritualidad conduce a la sociedad desde un estado primitivo a uno evolucionado, evanesciendo las fuerzas de la codicia, el odio y engaño por medio de una instrucción (sasana) que conduce al desapego, la sabiduría y la compasión. Esta es la Vía Nueva (Navayana) de los Seres Despiertos (Buddhas).

Aunque el foco del entrenamiento del sujeto es una meditación en solitario, ciertamente este tipo de observación debe ser aplicado dentro de la sociedad, dado que la mente está compuesta de relaciones sociales. Al purificar el psiquismo, por lo tanto, también se purifica el vínculo con el mundo, generando compasión (karuna), alegría (mudita), ecuanimidad (upekkha) y amor (metta) hacia los demás. Según el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva), sólo se puede salvar el mundo cultivando las virtudes de la generosidad, ética, coraje, paciencia, contemplación y sabiduría, pues los modos y motivaciones virtuosas impulsan a la acción social revolucionaria. En este sentido, el amor compasivo es el mayor instrumento para la transformación personal y social, teniendo beneficios psicológicos y políticos indudables, ya que conduce al bienestar de la mente y de la comunidad. El servicio social altruista basado en la Atención Plena, el amor y la sabiduría compasiva (prajña-karuna) es lo que ha heredado la tradición del Maitriyana, cuyo corazón es el cultivo de la virtud, transformando el carácter del aprendiz mientras se le enseña a alcanzar la futura liberación del mundo, frenar la guerra, proteger a los oprimidos, educar a los ignorantes y cuidar a la naturaleza. Estos valores representan adecuadamente al Socialismo Budista como un movimiento que promueve la autorrealización y autotrascendencia del sujeto y de la comuna a través de la disciplina, la virtud, el altruismo y el compromiso. En la tradición del Maitriyana, la meditación libertaria no es sólo una mera preocupación por los demás sino también un modo revolucionario de ayudarlos y guiarlos.[6] En realidad, el Socialismo Budista no ignora ni niega el valor del desarrollo espiritual del aprendiz a través de la generosidad, la ética, el coraje, la paciencia, la Atención Plena y la sabiduría, sino que amplia estas virtudes para que todos puedan alcanzar el Despertar (Bodhi). Los maestros espirituales son los mayores practicantes de este Propósito (Dharma) virtuoso y altruista que tiene la Gran Sabiduría Compasiva (Maha Prajña-Karuna), que al emerger con la Cura (Nirvana) puede salvar a toda la humanidad. En concordancia con el Maestro Zhiyi, el Maitriyana realiza la grandiosa proclamación del voto de la Salvación de todos los seres, practicando la ética del compromiso hacia la producción de una sociedad mejor.

La estructura íntima de la contemplación revolucionaria (kakumei-zen) es una interrelación avanzada entre la disciplina ética y los valores de la generosidad, el altruismo y la sabiduría compasiva (prajña-karuna) del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva). Asi, el Socialismo Budista produce una comunidad pacífica, próspera, culta y ecológica, curando tanto la miseria neurótica del sujeto como el sufrimiento alienante del pueblo. Esto implica hacer frente a la tiranía política, la injusticia económica, la opresión cultural y la degradación medioambiental que son rasgos propios de la civilización capitalista pero también de las dictaduras comunistas. Ergo, el Maitriyana refleja un giro crítico que lidera al mundo a través de una práctica y teoría socialista libertaria. Un perfecto ejemplo de esta actitud metapolítica y mística puede encontrarse en la vida de Gautama y Ambedkar, quienes lucharon para abolir el sistema de castas a través de la fuerza verdadera, visualizando cómo transformar la sociedad por medio de la acción directa de la sabiduría compasiva (prajña-karuna). Por lo tanto, los maestros espirituales están a favor de la reforma de las creencias y prácticas tanto religiosas como gubernamentales, pues estas formas institucionales son la expresión misma de la codicia, el odio y el engaño. Dado que estas fuerzas son derivados sociales del apego, la aversión y la inconsciencia de la mente, aquello que logra el Despertar (Bodhi) de la consciencia también puede transformar y liberar a la sociedad.

En concordancia con Gautama y Ambedkar, el Socialismo Budista cree que la democracia directa y la educación son los instrumentos adecuados para resolver cuestiones comunitarias y agitar el cambio social de forma no violenta, construyendo un nuevo mundo sobre la base de principios humanistas. El estilo de ética comprometida y radical del Camino altruista del Maitriyana apunta a la recreación de nuevos estados de consciencia y nuevas relaciones institucionales, realizando el emerger de la Cura (Nirvana) individual y social al que apuntaron Seres Libres e Iluminados (Arhats-Bodhisattvas) como Ashoka y Nichiren. La Vía Nueva (Navayana) del Socialismo Budista, sin embargo, ha estado asociada a la práctica espiritual del Maestro Gautama desde tiempos antiguos. Este Camino es similar a una balsa, existiendo para el Propósito (Dharma) de navegar contra la corriente y nunca para apegarse al estatus quo,[7] cruzando hacia la otra costa del Despertar (Bodhi). Para ello, el aprendiz debe abandonar toda creencia o estereotipo.

El Maitriyana es una Vía pacifista que hace evolucionar a la tradición del activismo revolucionario no-violento, influyendo incluso a todas las grandes religiones mundiales al encaminarlas hacia ideas puramente espirituales. A diferencia de la Vía del aprendiz (Sravakayana) o de la Vía del Solitario Despierto (Pratyekabuddhayana), el Socialismo Budista es el Vehículo Unificado (Ekayana) que siguieron Gautama y Ambedkar. El Maitriyana es un Camino Reconciliador por muchos rasgos, estando centrado en torno al Discurso Analítico-Existencial-Libertario (Buddha-Dharma-Sangha) del maestro espiritual, por lo que es un racionalismo místico con una ética liberadora abierta a la revelación continua, lo cual demuestra el motivo por el que trasciende tanto a la Vía Pequeña (Hinayana) como a la Vía Grande (Mahayana), en tanto que ambos sistemas son construcciones convencionales o taxonomías artificiales.[8] La Espiritualidad Reconciliadora es un Discurso metapsicológico, metafilosófico y metapolítico que es la evolución misma del Budismo, desarrollando un nuevo modelo de consciencia, de realidad y de conducta, para configurar los valores y los pueblos del futuro. De esta manera, el Socialismo Budista impulsa un verdadero cambio de paradigma, siendo una constelación de valores que atraviesan los campos de la psicología, medicina, filosofía, ciencia, política, economía y cultura. Esto demuestra que el Maitriyana es mucho más abarcativo que una simple religión, siendo una Vía (Yana) o paradigma espiritual que alienta a la humanidad a entrar en diálogo con sus propias terminologías, comparándolo y contrastándolo sin prejuicio, pues cada nueva forma de Budismo debe ser medida críticamente frente su Fuente: Siddharta Gautama.[9] De este modo, el Socialismo Budista reconcilia o unifica los antiguos paradigmas dentro de una Vía Nueva (Navayana), modificando los viejos errores y absorbiendo todos los aspectos positivos del pasado. Precisamente, el Maitriyana no sólo unifica a la Vía Pequeña (Hinayana) con la Vía Grande (Mahayana), uniendo al Theravada con el Zen, la Tierra Pura, Nichiren y el Vajrayana, sino que también logra una síntesis reconciliadora con todos los saberes y religiones del mundo, creando la manifestación transcultural que Oriente y Occidente jamás ha vivenciado antes.

En concordancia con Gautama y Ambedkar, el Socialismo Budista lidera al mundo al ser el arquitecto de una forma de vida mejor, enseñando a la sociedad cómo alcanzar la Cura (Nirvana) de los males de la religión y el gobierno. Por lo tanto, el Maitriyana es una Vía pacifista contracultural que es histórica, siendo un Neo-Budismo o Vía Nueva (Navayana) que trasciende las antiguas divisiones sectarias del pasado.[10] Al ser una Espiritualidad Socialmente Comprometida con el bienestar de la humanidad y de toda la Tierra (Gaia), el Socialismo Budista es también una Vía Mundial (Lokayana) que se dirige a la revolución cultural de la civilización contemporánea, luchando por la paz, la justicia social, los derechos humanos y la armonía global.

En este sentido, el Maitriyana puede ser considerado como el Neo-Budismo de Ambedkar, que es una tercera alternativa o Vía Nueva (Navayana) que supera a la Vía Pequeña (Hinayana) y a la Vía Grande (Mahayana), pero también puede ser entendido como el Budismo Perenne o la Vía Única (Ekayana) de Siddharta Gautama. Así, el compromiso social y la visión política revolucionaria del Socialismo Budista es la encarnación de la responsabilidad y la sabiduría compasiva (prajña-karuna) del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva). Incluso si se aceptase el esquema académico e intelectual de los tres vehículos (yanas) de la Vía Pequeña (Hinayana), la Vía Grande (Mahayana) y la Vía Adamantina (Vajrayana), e incluso si se considerase heterodoxamente al Budismo Comprometido como una Cuarta Vía (Yana), entonces el Maitriyana debería ser considerado como el Auténtico Budismo del Futuro o la Quinta Vía (Yana).[11] El Socialismo Budista es una tradición que intenta comandar la historia del mundo a través de una ética universal. Por lo tanto, el Maitriyana es el punto más alto de las prácticas y teorías de la Espiritualidad Libertaria, incluyendo todas las técnicas y visiones místicas de la historia frente a la opresión política, económica y cultural. Esto se debe a que los maestros espirituales siempre han sido sensibles ante la injusticia, teniendo esperanza por construir un mundo mejor y una sociedad reformada a través del Despertar (Bodhi). De hecho, esta pasión por la justicia social que tiene el Socialismo Budista ha influido a tradiciones como el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, demostrando que el Propósito (Dharma) del Maitriyana es llevar a los pueblos hacia una Nueva Era de Salvación.

En la etapa contemporánea, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) propone un imperativo libertario caracterizado como la universalización de la Cura (Maha Nirvana), siendo este estado un derivado del ejercicio consciente de la Elección. A diferencia del sujeto ordinario u Homo Sapiens-Consumans, el maestro espiritual es un Homo Spiritualis-Compatiens que hace de la Libertad su estilo de vida frente a la alienación, creando una nueva situación global en la que el Despertar (Bodhi) se vuelve un imperativo categórico. En este contexto, Siddharta Gautama y Bhimrao Ramji Ambedkar fueron los líderes del proceso de independencia de la humanidad y los arquitectos de una Tierra Pura, atravesando un Camino agnóstico y herético frente al dominio de las religiones. Ellos fueron seres postmodernos debido a que desmantelaron hermenéuticamente a antiguas tradiciones para reensamblarlas en una Vía Nueva (Navayana). Así, la deconstrucción postmoderna que practica el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) unifica pasado, presente y futuro, siendo el Socialismo Budista una visión que piensa una Unidad nueva de la ciencia, ética, estética y Espiritualidad.[12] Este sentido de Propósito (Dharma) social contra la opresión sugiere un paralelo o articulación entre Gautama y Ambedkar con la Teología de la Liberación de la cristiandad socialmente comprometida.[13] De esta manera, el Maitriyana estudia temas económicos, políticos y culturales de todas las sociedades de la historia. El maestro espiritual se preocupa por el pueblo, a quienes ama como si fuesen sus propios hijos, pues el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) tiene el voto supremo de salvar a todos los seres a través de la Espiritualidad Budista y Postmoderna.

El Socialismo Budista es un movimiento espiritual muy singular porque trasciende tanto la vida monástica como la laica, enfatizando la meditación libertaria como una forma directa de abandonar la repetición (karma) social de patrones alienantes. Esta intervención del Ser Despierto (Buddha) carece de todo ritualismo y especulación metafísica, siendo más bien de naturaleza metapsicológica, metafilosófica y metapolítica. Por lo tanto, el Maitriyana proclama como Verdad Noble que el sufrimiento de la sociedad es causado por la explotación económica, la crueldad política y la ilusión cultural. En concordancia con Gautama y Ambedkar, el Socialismo Budista tiene un Propósito (Dharma) Superior que es la evolución humana, la Liberación social y la Gran Cura (Maha Nirvana) del mundo, proponiendo criterios satisfactorios para el establecimiento de una civilización libertaria, igualitaria y fraternal. Según el Maitriyana, Gautama y Ambedkar enseñaron libertad política, económica y cultural junto con una concepción de igualdad entre todos los seres humanos, por lo que sus doctrinas sociales son postmodernas y centradas en traer la Salvación terrenal del ser humano.[14] Incluso aunque pueda llegar a no tener aceptación entre los intelectuales y académicos, la redefinición de la Liberación que propone el Socialismo Budista es una práctica espiritual real que produce un impacto profundo en el mundo, desarrollando un cambio revolucionario orientado hacia el Gran Despertar (Mahabodhi). En este sentido, los puntos de vistas sociales del maestro espiritual son la Luz del Propósito (Dharma) que guía a los pueblos desde la oscuridad hacia la Salvación. Éstos fueron los principios fundamentales de Gautama y Ambedkar.

La contemplación revolucionaria (kakumei-zen) es una apasionada búsqueda de paz, justicia, educación y armonía, creando una comuna mística (Sangha) que trabaja por el Bien de la mayoría al asumir una posición metapolítica no-violenta (ahimsa). Sin desviarse del núcleo de las enseñanzas de Gautama y Ambedkar, el Maitriyana es la fundación de una nueva tradición de reforma y cisma espiritual frente al status quo político, económico y cultural. Esto implica un quiebre con las dinámicas intelectuales y con las convenciones históricas, evolucionando para poder asumir los desafíos del porvenir. Precisamente, el pensamiento postmoderno de Gautama y Ambedkar construye valores y estilos de vida sobre la base del imperativo libertario, desarrollando un trabajo hermenéutico que interpreta, innova y evoluciona la Espiritualidad Global. Así, el Socialismo Budista es una experiencia que contribuye a la herejía post-religiosa del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva).

En concordancia con Kabir, el Maitriyana rechaza el sistema de castas y de clases sociales para reemplazarlo con una visión utópica de hermandad universal y reforma social. A pesar de que este objetivo es muy ambicioso, ciertamente está inspirado en las enseñanzas sociales revolucionarias de los grandes maestros espirituales, quienes son capaces de guiar a las masas hacia la evanescencia de la violencia. Por ello, el corazón del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) se rompe en pedazos al oír las voces de sufrimiento de aquellos que viven en la pobreza, miseria y esclavitud, acudiendo a estos gritos de auxilio para enseñar una vida basada en el cuidado de uno mismo, pues ésta es la mejor ayuda posible.[15]

La sabiduría compasiva (prajña-karuna) de Gautama y Ambedkar está reflejada en el Socialismo Budista como un proceso de Cura (Nirvana) de la opresión económica, política y cultural de los pueblos, por lo que es una reforma social libertaria que mantiene una firme oposición al sistema de división de castas o clases sociales. Esto se debe a que el Maitriyana es la encarnación misma de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, trabajando siempre por la causa de los derechos humanos frente al mal del gobierno y la religión. Así, el Socialismo Budista lucha contra el concepto de destino para hacer consciente a los pueblos acerca del problema de la elección, emergiendo como una voz herética en un mundo lleno de superficialidad y banalidad.

En concordancia con Gautama y Ambedkar, el Maitriyana enseña al aprendiz a cambiar su religión con el fin de ganar cuidado de sí mismo y crear una sociedad cooperativa, adquiriendo el poder de la independencia y la felicidad para hacer un mundo libre, igualitario y fraternal. A diferencia de Gandhi,[16] el Socialismo Budista cree que la religión puede ser cambiada a voluntad, porque precisamente es una parte integral de uno mismo. Ergo, el maestro espiritual asume la tarea de cambiar la identidad religiosa de la sociedad como un proyecto global de investigación, garantizando a la Espiritualidad Budista como una forma de igualdad social suprema.[17]

El Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) dedica mucho tiempo y energía a la conversión mística o conquista dhármica de los pueblos a través de la transformación de la psicología, filosofía, ciencia, política y religión. Por lo tanto, la tradición del Maitriyana es un Discurso Analítico-Existencial-Libertario (Buddha-Dharma-Sangha) cuyo criterio ético apunta al Gran Despertar (Mahabodhi) de la humanidad, liberando a los pueblos oprimidos por la injusticia social y la intolerancia cultural. Al igual que Jesús y Mahoma, el Socialismo Budista tiene una misión profética por la paz mundial, la justicia social, la sabiduría compasiva (prajña-karuna) y la interexistencia de todos los seres. El Maitriyana emana este mensaje de Liberación que es el perfecto antídoto o Cura (Nirvana) para los venenos de la codicia, el odio y el engaño que los gobiernos totalitarios y las religiones fundamentalistas han puesto en el corazón del sujeto. Así, la lógica empírica del Socialismo Budista se compromete heroicamente con el Propósito (Dharma) de la Salvación de la humanidad y de la Tierra (Gaia).

Únicamente el Maitriyana es compatible con la solución ética y racional que demanda la vida contemporánea, haciendo que resurja la Espiritualidad en el mundo, por lo que la tradición del Socialismo Budista es un activismo revolucionario centrado en traer bienestar y hermandad al pueblo a través del desapego hacia el egoísmo, dualismo y consumismo. El maestro espiritual dedica completamente su vida al resurgimiento y difusión de la Espiritualidad, trabajando por la conquista dhármica del mundo tal y como el Rey Ashoka lo hizo hace más de dos mil años atrás. Al igual que Gautama y Ambedkar, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) tiene el juramento de no morir apegado a su cultura de origen, demostrando con su vida la hermenéutica de la Liberación.

El Maitriyana es una Vía Épica que deliberadamente elige ir más allá de la fe religiosa, instaurando una Revolución Cultural Global para nutrir la pluralidad social. El método y estilo de esta búsqueda herética es la meditación libertaria, la cual transforma tanto la mente como la sociedad, demostrando que la misión del Socialismo Budista es llevada a cabo a través de la contemplación revolucionaria (kakumei-zen). Siguiendo las enseñanzas de Gautama y Ambedkar, el Maitriyana es un giro radical de la interpretación sobre cuál es el Propósito (Dharma) de la Espiritualidad, por lo que incorpora los aspectos más relevantes de todas las tradiciones. Sin embargo, incluso aunque el Socialismo Budista sea considerado como una Vía Nueva (Navayana), es una orientación revolucionaria pero no una distorsión de la doctrina central de la Espiritualidad Budista, tal y como Bhadant Anand Kausalyayan concluyó con respecto a Ambedkar.[18] En este sentido, el Maitriyana brinda esperanza a la humanidad a través de una Verdad Noble que muestra el Camino a la Salvación en el aquí y ahora, por lo que su único Propósito (Dharma) no tiene nada que ver con la metafísica ni con los rituales religiosos, sino con evanescer el sufrimiento y la miseria del mundo por medio del Camino de la Purificación, la Rectitud y la Virtud.[19] El Socialismo Budista es precisamente esta Vía ética hacia la evanescencia de la inhumanidad injusticia social, promulgando como antídoto a los valores de la generosidad (dana), la sabiduría compasiva (prajña-karuna) y la reconciliación (maitri), para así ayudar a los que sufren. Estas enseñanzas de Gautama y Ambedkar son la base del Maitriyana, el cual pone fin al conflicto constante y perpetuo entre las clases sociales, mostrando el sendero hacia la Liberación y el Despertar (Bodhi) del mundo, que es el Reino de la Rectitud sobre la Tierra, tal y como lo han descrito Gautama, Jesús y Ambedkar.[20]

Este entendimiento crítico de la Espiritualidad Reconciliadora promueve una transformación ética radical de la sociedad, siendo el Supremo Giro de la Rueda del Propósito (Dharma). El Socialismo Budista redefine a la Cura (Nirvana) como un proceso de Liberación y Desalienación, por lo que instaura una crítica hermenéutica que transforma y evoluciona la historia de la Espiritualidad, al mismo tiempo que se focaliza en las auténticas enseñanzas de Gautama, las cuales son racionales, lógicas, beneficiosas y certeras frente a las necesidades del pueblo. Según el maestro espiritual, las enseñanzas de Gautama tienen un mensaje psicoanalítico y existencialista, pero también un mensaje socialista, enseñando amor, libertad, igualdad y fraternidad.[21] El Maitriyana es entonces una disciplina metapsicológica, metafilosófica y metapolítica que interpreta hermenéuticamente a los cánones de las escrituras sagradas de todas las tradiciones, funcionando del mismo modo en que Gautama alentaba a los aprendices a pensar e innovar por sí mismos.[22] Por lo tanto, este movimiento es auténticamente espiritual porque restablece las enseñanzas antiguas literales que se perdieron en el pasado, como el uso de la dialéctica paradojal; la doctrina de que el Budismo es la articulación del Ser Despierto (Buddha), del Propósito (Dharma) y de la Comuna (Sangha); el hecho de que los discípulos (sravakas) pueden alcanzar el Despertar (Bodhi); la idea de que la Espiritualidad tiene un único sabor que es una Verdad que debe ser verificada experiencialmente; el desapego hacia la ortodoxia y la cercanía a la ortopraxia; la función de la literatura no-budista en la formación de nuevos géneros de escrituras y en la proliferación de varios sistemas de linajes.[23]

La hermenéutica libertaria del Socialismo Budista es tan revolucionaria como los trabajos de Nagarjuna, Asanga y Pai-chang, siendo un marco que reinventa las enseñanzas de Gautama y Ambedkar para presentar un enfoque original e independiente de cualquier autoridad política, económica o cultural, pues refleja a una tradición que es la evolución misma de la Espiritualidad. A pesar de ser un giro radical del pensamiento, el Maitriyana no implica una negación o traición de la enseñanza original, sino que es una evolución trans-ideológica tal y como lo fue la Vía Grande (Mahayana) en su momento. En este sentido, se trata de una regresión dialéctica a la Fuente, la cual está más allá de las formas conceptuales ordinarias.

En concordancia con Gautama y Ambedkar, el Socialismo Budista afirma que el sufrimiento es causado por la lucha de clases, la cual a su vez es causada por las pasiones del sujeto. Esta enseñanza social del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es una interpretación radical, marxista y paradigmática que ofrece el Maitriyana al continuar con la antigua tradición de ayuda a los oprimidos, como los descastados, las mujeres y los niños. El maestro espiritual cree que el cultivo de la sabiduría compasiva (prajña-karuna) tiene el potencial para crear una sociedad libre, igualitaria y fraternal. Así, el Socialismo Budista busca la Gran Cura (Maha Nirvana) del pueblo a través de la meditación libertaria como forma de Atención Plena y Crítica sobre los males del mundo, como la guerra, la lucha de clases, la ignorancia y la contaminación. Pero para lograr el Despertar (Bodhi) de la humanidad deben crearse nuevos cambios o giros de la rueda del Propósito (Dharma). En consecuencia, el Nuevo Vehículo (Navayana) del Maitriyana sigue a Gautama y Ambedkar para proponer cuatro nobles verdades de índole metapolítica: primero, la civilización mundial sufre de pobreza e injusticia social; segundo, este sufrimiento del pueblo es causado por la opresión económica, política y cultural que se expresa individual o colectivamente en la codicia, el odio y el engaño; tercero, hay esperanza de construir una sociedad basada en los valores de la libertad, la igualdad y la fraternidad; cuarto, el aprendiz debe educarseagitar organizar un nuevo mundo.[24]

Al abordar tanto la dimensión individual como la social del proceso de Liberación, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) va más allá del ámbito de la psicología y filosofía para adentrarse dentro del nivel de la política. Sin embargo, esto no implica asumir una mera posición de activismo social que mejore las condiciones materiales sin hacer una transformación del mundo interno del sujeto, por lo que el Socialismo Budista es una Vía revolucionaria hacia el futuro en lugar de ser un movimiento que simplemente mejora las condiciones actuales. Por lo tanto, la única fe que tiene el maestro espiritual es que se pueda ganar la batalla por la paz, la justicia social, la educación y la ecología. Según Gautama y Ambedkar, esta batalla es espiritual y no material, pues busca la felicidad y no el Poder social. Se trata de una batalla por la Libertad y la autorrealización del ser humano.[25] En definitiva, el Maitriyana es una Espiritualidad de la Liberación que busca la Cura (Nirvana) de la experiencia subjetiva e intersubjetiva, transformando la mente (citta) y la comuna (sangha) del aprendiz, por lo que trabaja por la democracia directa y los derechos humanos de todos los pueblos del mundo. Al igual que el pensamiento holístico de Gautama y Ambedkar, el Socialismo Budista es un entrenamiento avanzado en artes liberales y ciencias sociales que invoca estos conocimientos para redefinir la Espiritualidad Budista y llegar a su punto cúlmine tras dos mil seiscientos años de Camino en Oriente y Occidente. El Maitriyana lidera a la humanidad hacia su revitalización espiritual, por lo que el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es una figura importante en la evolución del mundo, siendo el padre de una nueva especie humana y el protector de la Tierra (Gaia).

Gautama y Ambedkar fueron tan revolucionarios que incluso figuras como Gandhi aparecen como menores ante ellos, pues la Vía Nueva (Navayana) del Socialismo Budista lucha por la abolición del sistema de castas y por el cambio de la religión, siendo esta necesidad un llamado al cual muy pocos acuden. En este sentido, el Maitriyana es el movimiento social libertario más importante de la historia mundial, pues su pensamiento metapolítico y místico es un marco interpretativo y hermenéutico que no sólo es concordante con Gautama y Ambedkar sino también con la Espiritualidad Postmoderna de la Teología de la Liberación.

En concordancia con John Dewey, el pensamiento reformista del Socialismo Budista es una campaña transcultural por la paz, la justicia social, la educación universal y la interexistencia ecológica, brindando la oportunidad de crear una sociedad iluminada y responsable por hacer un mundo mejor.[26] Precisamente, el Maitriyana es el Futuro de la Espiritualidad por hacer eco de esta visión práctica de Gautama y Ambedkar, quienes quisieron que su misticismo permanezca perenne y disponible en todos los tiempos, teniendo el coraje de dar libertad a sus seguidores para que hagan cambios según las necesidades del momento.[27] En este sentido, el Socialismo Budista es un movimiento progresista y postmoderno que considera que la transformación tanto del Estado como de la religion es un elemento clave para la revolución social y transcultural. Esto implica que el mundo actual puede convertirse en un Reino de los Cielos a través de la Rectitud del pueblo, experimentando y practicando la Espiritualidad por medio de una Vía Nueva (Navayana), que es nada menos que el Camino Dorado hacia la evanescencia de las crisis sociales.

Al igual que la Teología de la Liberación, el Maitriyana no intenta salvar a un único ser humano como célula separada e independiente, sino más bien apunta a lograr la Salvación del organismo social, no llevando al ser humano al Cielo sino transformando la vida de la Tierra (Gaia) en un Reino de Armonía divina.[28] Éste es el principal rasgo de la Espiritualidad Postmoderna y la praxis de reforma ética del Socialismo Budista, la cual considera a Gautama y Ambedkar como líderes de los valores de la libertad, la justicia social y la hermandad mundial. En concordancia con la Teología de la Liberación,[29] el Maitriyana crea una síntesis dialéctica entre las enseñanzas marxistas y la sabiduría compasiva (prajña-karuna) de Gautama y Jesús para liberar a la humanidad de la alienación y la opresión social, trayendo esperanza y optimismo a los pueblos que sufren.

El Socialismo Budista considera a Gautama y Ambedkar como figuras postmodernas de la tradición espiritual del futuro, por lo que son ejemplos del imperativo libertario como ejercicio herético que transforma el status quo religioso de acuerdo a las necesidades de la comunidad. Así, el Maitriyana es un conjunto de valores éticos y críticos que hace frente a los movimientos absolutistas y represivos, produciendo la conversión espiritual del mundo a través de una racionalidad intuitiva. La Espiritualidad Postmoderna del Socialismo Budista es un Meta-Discurso (Maha-Sutta) que apela explícitamente al Gran Propósito (Maha-Dharma) de la acción espiritual revolucionaria. Al estar apartado de la fe religiosa, el Maitriyana se acerca a la metapsicología, metafilosofía y metapolítica de la tradición libertaria. Sin embargo, este Meta-Discurso (Maha-Sutta) va más allá de las formulaciones clásicas de las culturas del mundo, pues satisface las necesidades espirituales de Despertar (Bodhi) a toda la humanidad y a la Tierra (Gaia). Así, este Camino revolucionario del Socialismo Budista es una visión global que transforma el ámbito personal y social, creyendo que la Espiritualidad es concordante con las demandas de pacifismo, justicia social, democracia directa y bienestar medioambiental. Al igual que Gautama y Ambedkar, el Maitriyana cree que los sistemas religiosos del pasado deben ser transformados de acuerdo a las necesidades espirituales del presente para poder brindar principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad entre los pueblos. En definitiva, la visión comprometida del Socialismo Budista no es meramente la creación de una Vía Nueva (Navayana) de Espiritualidad, sino más bien el redescubrimiento de la antigua Vía Única (Ekayana) de Siddharta Gautama, cuyos actos espirituales fueron símbolos de los valores indispensables para la Salvación de la sociedad. Pero ciertamente la contemplación revolucionaria (kakumei-zen) provee ricos recursos para una hermenéutica de la Liberación capaz de aportar esperanza y una nueva identidad espiritual a los pueblos oprimidos del mundo, sembrando las generaciones de la civilización socialista venidera.

En concordancia con Marx, la articulación Gautama-Ambedkar es el arquitecto de una nueva visión política, económica y cultural denominada Maitriyana, la cual abarca diferentes campos del pensamiento. Sin embargo, el Socialismo Budista es una Espiritualidad que trasciende las categorías de lo antiguo y lo moderno, pues asume una atractiva posición postmoderna vacía de toda actitud prejuiciosa. Así, el maestro espiritual revela que las enseñanzas de Gautama son la guía perfecta para toda revolución social, pues van más allá de la psicología y filosofía. Según el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva), la Espiritualidad es completamente necesaria para la libertad, igualdad y fraternidad de la sociedad, diferenciándose así de las especulaciones metafísicas y religiosas para ser un estilo de vida que tiende a la Salvación o Cura (Nirvana) de la humanidad. El centro de la Espiritualidad Maitriyana es entonces la ética y no la superstición, teniendo la función de reconstruir el mundo y dar felicidad a la sociedad a través del ideal alto del Desapego hacia la propiedad privada. Por ello, el maestro espiritual nunca abandona el espíritu de hermandad y reconciliación (maitri) hacia el prójimo.[30]

Al igual que Marx, la práctica y teoría del Socialismo Budista es una ciencia mística o meditación libertaria frente al capitalismo. La doctrina del Maitriyana tiene un Propósito (Dharma) Utópico que es el establecimiento de un nuevo mundo, afirmando la tesis de que el Gran Despertar (Maha Bodhi) de la sociedad es un acontecimiento inevitable e inescapable si la humanidad desea sobrevivir a su autodestrucción consumista. Así, el objetivo metapolítico del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es reconstruir la civilización y no explicar cuestiones metafísicas, transformando la fuerza económica, política y cultural que conduce la historia de la humanidad. Por lo tanto, el Socialismo Budista es una Vía Nueva (Navayana) que permite poner fin al conflicto eterno entre las clases sociales de los ricos y los pobres, evanesciendo la codicia, el odio y la ignorancia que tiene el pueblo apegado al dinero. A través de la ética del Desapego, el maestro espiritual conduce al sujeto a la verdadera riqueza que resulta de la Espiritualidad Libertaria del Maitriyana, cuya conversión social es la mayor revolución de la historia. Pero a diferencia del comunismo autoritario, el Socialismo Budista no intenta capturar el Poder del Estado ni establecer una dictadura del pueblo, no sólo porque la civilización socialista es un acontecimiento irresistible e inevitable, sino porque la base original del futuro debe ser la democracia directa.

En concordancia con la ideología de Marx, el corpus metapolítico del Maitriyana permite la supervivencia de la humanidad al superar críticamente el sistema capitalista, planeando una revolución pacifista para todo el mundo. A partir de la experiencia y visión libertaria de Gautama y Ambedkar se acepta como certera la tesis de que es inevitable el sistema económico, político y cultural del Socialismo Budista. De esta manera, la función metapolítica del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es reconstruir el mundo y no perder el tiempo en asuntos metafísicos, liderando a los pueblos hacia la Cura (Nirvana) del conflicto social y la explotación monetaria por medio de la conducta recta, el Desapego de la propiedad privada, la tranquilidad del Ser, el conocimiento cumbre (Satori), la visión clara y el Despertar (Bodhi). Sólo estos valores prácticos pueden evanescer la miseria causada por la lucha de clases, convirtiendo a la sociedad en una Comuna (Sangha) de libertad, igualdad y fraternidad. Debido a que Gautama y Ambedkar confrontaron a la miseria y la explotación, por lo tanto, el Maitriyana no está lejos de Karl Marx, buscando la evanescencia de la posesión propiedad privada. Esto es el fundamento y la base del nuevo génesis social que busca el Socialismo Budista, cuyo mejor testimonio de desapego y no-posesión han sido las reglas de la Comuna (Sangha).

Aunque a simple vista puede considerarse que las reglas éticas de los monjes y aprendices contemplativos son mucho más rigurosas que las del comunismo autoritario,[31] el Maitriyana ciertamente propone medios rectos pero sin recurrir a la violencia. Por lo tanto, la Cura (Nirvana) da luz a una Nueva Vía (Navayana) para el evangelio comunista, pues el Socialismo Budista contiene la llave para la solución de los problemas del mundo, como la miseria y la infelicidad.[32] El Maitriyana tiene como Propósito (Dharma) fundamental la Salvación de la humanidad, reconociendo los medios rectos transmitidos por Gautama y Ambedkar para poder evanescer la opresión y alienación del pueblo: proteger la vida, generar riqueza, decir la verdad y mantener la pureza en cuerpo y mente. Obviamente, esto tiene implicancias prácticas para el sujeto, aunque a nivel social claramente implica que el Socialismo Budista es ecológico, anticapitalista, democrático y lucha contra la prostitución y el narcotráfico, a diferencia de la gran mayoría de los países. Sólo así el mundo puede lograr la evanescencia de los males de la guerra, la inequidad, la ignorancia y la contaminación. Para ello, Gautama y Ambedkar prescribieron el Camino de la Rectitud en la visión, pensamiento, habla, conducta, estilo de vida, esfuerzo, atención y contemplación. Esto conduce a una sociedad inteligente, honesta, amigable, abierta, pacífica, pura, perseverante, activa, mística y libre de la superstición. En concordancia con Gautama y Ambedkar, el objetivo del Nónuplo Camino Noble del Maitriyana es establecer un Reino de la Rectitud sobre la Tierra (Gaia), para así poder evanescer el sufrimiento y la insatisfacción del pueblo. Esta doctrina revolucionaria es el Evangelio del Socialismo Budista, cuya realización es el Gran Despertar (Maha Bodhi) de la sociedad tras superar los obstáculos del egoísmo, la duda, el ritualismo, las pasiones, el mal, la represión, la metafísica, el orgullo, el narcisismo y la ignorancia. Esto permite que el aprendiz pueda abrir los ojos y comprender que él es únicamente una parte pequeña de un Todo en constante impermanencia, lo cual es el cultivo de la experiencia del estado de consciencia ampliada y superior (ECAS).

La doctrina metapolítica del Maitriyana inculca la práctica de la virtud ética en la vida cotidiana de la humanidad, promoviendo la sabiduría compasiva (prajña-karuna), la renunciación (nekkhama), la solidaridad (dana), la vitalidad (viriya), la tolerancia (khanti), la Verdad (Succa), la determinación (adhitthana), la reconciliación (maitri) y la ecuanimidad (upekkha). Cuando estas virtudes éticas son practicadas hasta el máximo se crea una sociedad libre e iluminada que pone fin al sufrimiento y la miseria del mundo. Pero esta conversión espiritual global sólo puede ocurrir voluntariamente, pues el cambio ético y la libertad no pueden ser impuestos. Esto diferencia al Socialismo Budista con respecto al comunismo autoritario, nunca recurriendo a los medios de la violencia o la dictadura popular para establecer el cambio social y un nuevo sistema económico, político y cultural. Sin embargo, el Maitriyana confirma que tanto Gautama como Ambedkar han tenido fines en común con Marx.[33] En efecto, el Socialismo Budista está en contra de la violencia, pero esto no significa que asume una posición pasiva ante la opresión del status quo, sino que más bien trabaja siempre en pos de la justicia. Como el mismo Gautama le señaló al comandante Sinha Sennapati, la defensa es permitida cuando es en interés de la Verdad, la justicia, la Libertad, la igualdad y la fraternidad. El pacifismo nunca debe significar sumisión, sino más bien lucha a través de medios superiores o lucha compasiva y benévola. Pero nunca hay que luchar por fines egoístas ni tampoco por fines dualistas o consumistas. Aunque establecer un nuevo mundo implica la destrucción del anterior, la visión integral y reconciliadora del Maitriyana no utiliza la violencia ni el uso de la fuerza dictatorial como lo hace el comunismo autoritario. Así, el Socialismo Budista sigue a Gautama y Ambedkar, quienes nacieron y murieron como demócratas a pesar de haber vivido ambos durante épocas de monarquía. Por lo tanto, los maestros espirituales son amantes de la república y de la igualdad, rechazando cualquier tipo de propiedad privada individual, incluso aunque se trate de una bufanda para el frío, puesto que toda pertenencia es de la Comuna (Sangha), tal y como Gautama le enseñó a Mahaprajapati Gotami.[34] De hecho, la Comuna (Sangha) tiene la constitución más democrática de la historia, nunca teniendo una cabeza de poder o control dictatorial. Por ello, únicamente el Propósito (Dharma) es el Comandante Supremo del Maitriyana, siendo éste un movimiento espiritual que tiene un liderazgo no-dictatorial y basado en el apoyo popular. La finalidad del Socialismo Budista es realizar una Revolución Permanente pero sin faltar el respeto por la vida y los valores de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Esto implica que no reprime a aquellos que critican o piensan distinto, diferenciándose así del comunismo autoritario. De esta manera, el uso de la fuerza debe ser el último medio y nunca el primero. El verdadero poder, según el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva), no proviene de la violencia ni de la autoridad gubernamental o religiosa, sino de la reconciliación, la amabilidad y la esperanza.

El Maitriyana se rige según la Ley de la Rectitud y no según la Ley de la Fuerza, protegiendo a los pueblos y a la Tierra (Gaia) a través de la Rueda Celestial del Propósito (Dharma). Para crear una civilización socialista libertaria, el Socialismo Budista sigue el ejemplo de Gautama y Ambedkar, no conquistando a través de la espada sino a través de la rectitud. Éste es el deber supremo de un Monarca del Giro Espiritual, renunciando al Poder para dedicarse al compromiso de la ayuda de la sociedad y convertirse en un soberano espiritual del mundo. Dado que el Maitriyana es una síntesis de Oriente y Occidente, se trata de un Camino Espiritual Global que cumple con la misión socialista del Rey Ashoka de la Antigua India, mostrando la Vía hacia la Gran Cura (Maha Nirvana) de los males del mundo, como la guerra, la pobreza, la ignorancia y la contaminación. En definitiva, lo que busca el maestro espiritual es que el sujeto esté éticamente entrenado para ser un centinela por el Reino de la Rectitud.[35]

El Socialismo Budista afirma que el concepto de la dictadura permanente no sólo es un error político sino también filosófico, pues la Libertad no puede ser impuesta. Además, cuando se realiza una dictadura popular ésta suele propagarse a sí misma en lugar de mantener a salvo la democracia. El Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) señala entonces que toda dictadura del pueblo debe rápidamente liquidarse a sí misma tras superar los obstáculos en el Camino de la democracia directa de la sociedad. Por lo tanto, la paz mundial sólo puede acontecer por medio de la práctica del auto-desarme. El Maitriyana provee una respuesta satisfactoria acerca de cómo reemplazar el Poder opresivo del Estado y de la religion, enseñando que sólo la Espiritualidad Libertaria o anarquista puede realizar el comunismo verdadero. Pero lo único que puede hacer que la humanidad no recurra a la violencia y al caos es la guía espiritual de Seres Despiertos (Buddhas) como Gautama y Jesús, quienes mostraron el valor de la humildad, la compasión y la sabiduría para salvar al mundo e instaurar un Reino de paz, justicia, conocimiento y ecuanimidad.

El Socialismo Budista coincide con Marx en que la religión es el opio de los pueblos. Sin embargo, la Espiritualidad Libertaria no coincide con los métodos opresivos del comunismo autoritario, los cuales buscan la eliminación de lo religioso y no su purificación, Sublimación (Nirodh) o transformación. El Maitriyana no posee metafísica alguna, por lo que busca crear un Reino de Rectitud sobre la Tierra (Gaia) y no en el Cielo, curando al mundo de los males de la guerra, la pobreza, la ignorancia y la contaminación. Pero para que el pueblo tenga paz, riqueza, conocimiento y armonía, el aprendiz debe cultivar compromiso, conducta virtuosa, meditación libertaria y sabiduría compasiva (prajña-karuna). Esto implica que el sujeto debe trabajar por un mundo mejor, respetar la vida, donar, cuidar a las mujeres y los niños, decir la Verdad a la sociedad y combatir los vicios de las drogas. Por lo tanto, la visión revolucionaria del Socialismo Budista es un estilo de vida que purga a la humanidad de los venenos de la codicia, el odio y el engaño que genera la civilización capitalista, la cual es contraria a la felicidad y justicia de la sociedad. Aunque el comunismo autoritario no ha sido consciente de este hecho, la Espiritualidad de Gautama y Ambedkar es la ayuda definitiva para mantener el comunismo verdadero (Sangha) sin recurrir a la fuerza ni a la dictadura,[36] siendo un modelo que puede ser aplicado tanto a escala comunitaria como a escala gubernamental. La comuna libertaria (Sangha) fundada por Gautama hace dos mil seiscientos años es una organización republicana y democrática, siendo algo que Lenin y otros fallaron en construir.

El método de contemplación revolucionaria (kakumei-zen) del Maitriyana es un milagro porque es la transformación integral del ser humano, ayudándolo a cambiar su mente y actitud para así asumir conscientemente un Camino más allá de la compulsión a la enfermedad mental y la violencia institucionalizada. Esto es lo que han enseñado constantemente los Seres Despiertos (Buddhas) de la historia, quienes nunca forzaron al pueblo a hacer lo que ellos pensaron que era correcto o bueno, sino que simplemente buscaron la evolución espiritual de la humanidad para que ésta asuma voluntariamente el cambio y los valores de la Libertad, Igualdad y Fraternidad. En este sentido, aunque el comunismo autoritario o dictatorial tiene innegables logros en el campo de la educación y la salud que pueden ser implementados en todos los países, ciertamente tiende a la dictadura permanente, la cual paradójicamente va en contra de todo lo que enseñaron tanto Marx como Gautama y Ambedkar. Así, el Socialismo Budista no sólo es una revolución en el campo de la economía, político y cultural, sino también en el ámbito de los derechos humanos y los valores espirituales, siendo éstos últimos completamente desatendidos por el comunismo autoritario o dictatorial.[37] Aunque el capitalismo y la religiosidad son males en el mundo, estos no pueden ser combatidos a través de otros males, sino que deben ser confrontados a través de medios correctos, los cuales son la esencia de la Espiritualidad Budista. La humanidad debe crecer materialmente, pero el medio correcto de hacerlo es a través de la Espiritualidad. Esta reforma social es el objetivo de la Nueva Vía (Navayana) de Gautama y Ambedkar, cuyos valores espirituales pueden ser resumidos como una articulación de Libertad-Igualdad-Fraternidad. Mientras que la Revolución Francesa falló en producir Igualdad, la Revolución Soviética no lo hizo. Sin embargo, como señala el maestro espiritual, el comunismo autoritario suele fallar en producir Libertad o Fraternidad. Por lo tanto, el Maitriyana es un Revolución Integral o Reconciliadora precisamente porque aborda estos tres valores espirituales, considerando que cualquiera de ellos carece de valor sin la presencia de los otros. De esta manera, el Socialismo Budista sigue a Ambedkar y teoriza que la Libertad-Igualdad-Fraternidad sólo pueden coexistir si uno sigue la Vía Nueva del Ser Despierto (Buddhanavayana).[38]

[1] Christopher S. Queen, Introduction: A New Buddhism.

[2] Harvey B. Aronson, Love and sympathy in Theravada Buddhism.

[3] Duncan Ryuken Williams and Christopher S. Queen, American Buddhism: methods and findings in recent scholarship.

[4] Christopher S. Queen, Introduction: A New Buddhism.

[5] David W. Chappell, Searching for a Mahayana social ethic.

[6] Georges Dreyfus, Meditation as ethical activity.

[7] Alagaddupama Sutta.

[8] R. S. Cohen, Discontented categories: Hinayana and Mahayana in Indian Buddhist History.

[9] Hans Küng, Theology for the Third Millenium: an Ecumenical View.

[10] Dhananjay Keer, Dr. Ambedkar life and Mission.

[11] Christopher S. Queen, Introduction: A New Buddhism.

[12] David R. Griffin, Varieties of Postmodern Theology.

[13] Christopher S. Queen, Dr Ambedkar and the Hermeneutics of Buddhist Liberation.

[14] D. C. Ahir, Dr Ambedkar on Buddhism.

[15] Dhananjay Keer, Dr. Ambedkar life and Mission.

[16] Sangharakshita, Ambedkar and Buddhism.

[17] B. A. M. Paradkar, The religious quest of Ambedkar.

[18] Joanna Rogers Macy and Eleanor Zelliot, Tradition and Innovation in Contemporary Indian Buddhism.

[19] B.R. Ambedkar, The Buddha and his Dhamma.

[20] B.R. Ambedkar, The Buddha and his Dhamma.

[21] B.R. Ambedkar, The Buddha and his Dhamma.

[22] Robert A.F. Thurman, Buddhist Hermeneutics.

[23] Ronald M. Davidson, An Introduction to the standards of scriptural authenticity in Indian Buddhism.

[24] Christopher S. Queen, Dr Ambedkar and the Hermeneutics of Buddhist Liberation.

[25] Dhananjay Keer, Dr. Ambedkar life and Mission.

[26] B.R. Ambedkar, Annihilation of caste.

[27] B.R. Ambedkar, The Buddha and the Future of his Religion.

[28] Walter Rauschenbusch, Christianity and the Social Crisis.

[29] G. Gutierrez, A Theology of Liberation.

[30] Dr. Babasaheb Ambedkar, Buddha or Karl Marx.

[31] Dr. Babasaheb Ambedkar, Buddha or Karl Marx.

[32] Dr. Babasaheb Ambedkar, Buddha or Karl Marx.

[33] Dr. Babasaheb Ambedkar, Buddha or Karl Marx.

[34] Dr. Babasaheb Ambedkar, Buddha or Karl Marx.

[35] Dr. Babasaheb Ambedkar, Buddha or Karl Marx.

[36] Dr. Babasaheb Ambedkar, Buddha or Karl Marx.

[37] Dr. Babasaheb Ambedkar, Buddha or Karl Marx.

[38] Dr. Babasaheb Ambedkar, Buddha or Karl Marx.

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