* ANÁLISIS CON ORIENTACIÓN BUDISTA ZEN
El Psicoanálisis contemporáneo ha trascendido el campo de la psicología para instaurarse como un Discurso aparte de la Ciencia, como una praxis metapsicológica de la Existencia. Así, arribó a un tipo diferente de Discurso, abarcativo y aprehensivo de lo Real, de lo inefable y esencial. Pero su movimiento fue convergente con otras prácticas, entre las cuales destacamos a la Fenomenología Existencial, la Antifilosofía, la Psicología Social, la Psicología Transpersonal y el Budismo Zen. De esta manera, el Discurso Analítico-Existencial, del cual forma parte el Psicoanálisis, estaría conformado por disciplinas afines tendientes al restablecimiento del Ser, reconciliándolo con su Sentido oculto y latente, es decir, su Verdad.
Pero este Camino analítico no es nuevo, como bien lo avisoró Heidegger, sino que es concordante con la Vía Búdica Zen, la milenaria práctica que condensa toda la Fuerza y potencialidad de lo Existencial. Sendero que, mucho antes que el Psicoanálisis, supo encontrar en la Sublimación la forma de Curar al $ujeto Neurótico (sujeto del Discurso del Amo, religioso y capitalista). Con lo cual, la poética Meditación Analítica se convirtió en el instrumento de Aprendizaje (Salud Dialéctica psicosocial) de todo analizante, de todo sujeto que se cuestione y haga-frente a su alienación, desbloqueando los estereotipos y formas defensivas del Yo mediante el atravesamiento fantasmático, es decir, mediante el desvelamiento de la Maya.
Por ello, tanto el Budismo Zen como el Psicoanálisis Lacaniano plantean una nueva modalidad del Ser, un $ujeto que habite el Arte y Sea-en-el-mundo artísticamente. Esta es la Estructura Sublimatoria Existencial, opción trascendente a las estructuras de la neurosis, la perversión y la psicosis. Es una manera de percibir al Ser y al Mundo totalmente diferente a las anteriores, producto del reencuentro con el Sentido y Propósito de la existencia. Ergo, el $ujeto que vive desde la Estructura Sublimatoria es el $ujeto que ha sido Liberado de su Neurosis, aprehendiendo el Vacío y viviendo desde la Incompletud e infelicidad de la cotidianeidad, o sea, el $ujeto que mediante la Iluminación analítica pudo trascender la alienante estructura social sin irse del mundo.
¿Qué tipo de sujeto iluminado planteamos los que somos Maestros y Analistas Budistas? Se trata de un $ujeto que ha confrontado lo REAL, es decir, el rasgo traumático y esencial de la ex-sistencia. Se trata de un $er que ha aceptado su Falta, su Escisión primordial, su Vacío, aprendiendo una nueva forma de percibir la vida. Esta manera de ser-en-el-mundo es siempre Sublimada, trascendiendo los Imaginarios y neuróticos polos opuestos en pos del alcance de una Unidad dialéctica con uno, con los otros y con el Todo.
Así, el $ujeto iluminado por la Verdad puede reconciliarse con la Angustia que implica existir y ser en un universo frustrante, impermanente e insubstancial. Sólo tras haber reconocido este hecho ineludible, el iluminado vive Rectamente manteniendo un acuerdo ético con el Sentido y Propósito de su existencia, o sea, con la Muerte y la Nada absoluta.
Pero esto no implica que el Iluminado sea un $ujeto a-problemático, que nada lo aqueje o moleste. Al liberarse de su miseria neurótica que lo ataba al pasado llevándolo a buscar satisfacciones infantiles imposibles, el Iluminado puede vivir enteramente en el presente, desapegándose y desidentificándose de las karmáticas repeticiones de vivencias y modelos pasados de conducta y pensamiento. De esta manera, los que hemos arribado a una estructura sublimatoria e iluminitativa, analítica y existencial, al trascender las limitaciones defensivas del Yo y de las representaciones internas, seguimos teniendo problemáticas que nos aquejan pero nuestra actitud frente a ellas es sumamente diferente, pues, aprendemos de los problemas, nos nutrimos de su sabiduría y crecemos gracias cuanto más alto sean los obstáculos que se nos presentan.
Por ello, el único Sentido de la vida es vivirla plenamente, Aprendiendo de ella constantemente al decodificar los mensajes que nos presenta cada momento, devolviendo al universo sabiduría y serenidad ante un mundo precario y decadente, pero magnífico y bello a la vez. Como enseñan los maestros, sólo es un iluminado el que ha precibido a la insignificante flor como a un glorioso milagro.
Los $ujetos deben avanzar hacia una nueva percepción del mundo, el ideal fin analítico de Reconciliación y Reintegración con la Fuerza y el Propósito de la Existencia mediante el Proyecto de Transpersonalización subjetiva.
Para ello, las religiones de dios y el discurso socioneurótico deben desvanescerse, dando paso al verdaderamente Espiritual, Sublimado y Realizado Superhombre analítico-existencial, $ujeto-$intético iluminado y resurgido de las cenizas del antiguo mundo. Así, la destrucción predestinada de las estereotipadas concepciones y estructuras subjetivas llevará al placer de la resurrección.
La verdadera forma que nos trae la angustiante Revelación, restituye al $ujeto a su forma verdadera, el Vacío y la Nada, mediante la Serenidad del alma Libre y Espontánea en la quietud meditativa.
Allí, en la feliz soledad existencial del Abondono del Yo, el $ujeto puede resaber su Razón de vivir y experimentar su Verdadero Sí-Mismo. La meditación permite entonces transcender la falsa mismidad, los roles asignados por el medio, para percibir el ser indivisible e intangible. Si bien el $ujeto se ha construído a través de los lazos y las interrelaciones con los demás, los vínculos espaciotemporales que dan forma al Yo, también existe algo más, algo que todavía no ha visto pero que se encuentra latente, es decir, su Verdadero Ser. El $ujeto no quiere aceptarlo y trata de evadirse de él debido al miedo, porque quizá no tenga forma humana y su ser presente desaparecería. El miedo, en definitiva, es la experiencia inmanente del angustiante saber estructural del Ser, es decir, el contacto con su Nada, el origen y fin de la vida significante.
Por lo cual, el Proyecto de Transpersonalización propone un Camino Medio suplementario del sentimiento de complementación físicomental. La Liberación hace que el Ser parezca evanescerse en la existencia, ampliándose y siendo uno con el mundo que lo rodea. Al vivir desde la Vacuidad se aprendería de lo Real, lo que los $ujetos habían perdido, lo que había desaparecido y dejado un hueco en su Ser, la carencia causante de la ansiedad y el miedo, reaparece para volver a todos los entes a la Nada. Aunque es inevitable buscar escapar de ese vacío y sus causas, la oscuridad permanecerá mientras sea solo un humano infeliz y desdichado con miedo de comunicarse consigo y con otros.
Pero en realidad, no es un regreso a la Nada, sólo un regreso dialéctico al estado en que comenzó la existencia, nada menos que un retorno a la Vital Madre primigenia perdida. Para eso estamos aquí los Maestros, para servir de guía a los aprendizes que deseen unirse con la Fuerza y el Propósito, obteniendo una estructura Nirvánica de la frustrante, impermanente e insubstancial vida social. El objetivo final de nuestra praxis no es otro más que Eso. Este es el Plan de Transpersonalización Existencial.
Desde la perspectiva del Análisis Budista, la única manera verdadera que tiene el $ujeto de existir y sobrevivir frente a la difícil realidad es la de hacer-frente (gegenstand), posicionándose en la vida de una manera revolucionaria, anárquica y libre. Este es el objetivo del Proyecto de Transpersonalización Subjetiva, el Aprendizaje de una nueva forma de confrontar y vencer la soledad y el miedo existencial, síntomas del Vacío nuclear del $ujeto.
Sólo reconociendo este hecho frustrante, de que la búsqueda del placer es un camino primitivo que intenta infantilmente llenar el hueco del Ser, el $ujeto podrá desevadirse, no intentar mitigar su dolor con otros y encontrar un poco de Serenidad.
Esta es una terrible Verdad: el Ser-ahí no puede eliminar su tristeza y angustia porque en el fondo de su Ser está solo y aislado. Pero al ocultar y olvidar este rasgo de la vida, mediante yoicas representaciones ideales e ilusorias, encuentra la fuerza para seguir viviendo. Ahora bien, lo que los Mestros enseñan es precisamente el desolvido y desocultamiento de esta Verdad traumática que ha convertido a los $ujetos en simples objetos neuróticos de una maquinaria social opresora. Este nuevo reconocimiento reintegra al Ser a la Fuerza, al Propósito, mediante la enseñanza de un estado subjetivo abierto que tolera sublimatoria y estoicamente la insatisfacción y el sufrimiento. Así, se reintegra un aspecto de la vida que había sido escindido y forcluido del Ser tan frágil y tan digno de ser amado.
La esperanza del futuro humano siempre está ligada con el sufrimiento. Sólo dejando-Ser y muriendo iniciáticamente es posible un renacer subjetivo, una nueva modalidad de sentir la experiencia. Eso es lo único que nos importa a los Maestros: el futuro, para eso vivimos… para desequilibrar la ecuación socioneurótica que ha reducido a los seres a sistemas cerrados.
Pero solo merece existir el que DESEA vivir realmente, aquí y ahora, abandonando la esperanza de un ideal o cielo que justifique la vida, una falsa promesa que oculta el deseo narcisista de desexistir y morir, es decir, de Ser-Uno, o como diría Sartre, un deseo de Ser Dios.
A los $ujetos les Falta algo, les produce miedo y preocupación y por eso buscan en los otros su parte perdida. Unificarse, fundirse y complementarse es el imposible proyecto de la vida social e intersubjetiva. A esto se debe la vida en comunidad, a la imposibilidad de vivir solos. Por eso la vida es difícil y triste; por eso se busca afecto y compañía de otros.
Pero sólo a través de la transpersonalización los $ujetos pueden realizarse, porque es la única forma genuina de existir. Una vida que acepta y abraza la insatisfacción existencial, la tristeza y la melancolía en pos de un estado más aceptativo de la fluctuación y del fluir espaciotemporal, es decir, del cambio. Así se deja de evadir y huir del sufrimiento y se lo recibe como un aspecto esencial de la vida intersubjetiva, como un aspecto imprescidible que resignifica la totalidad de lo experienciado. Esta reconocimiento liberador del Ser se realiza mediante la comprensión de las causas interiores y el POR-QUÉ, las únicas herramientas frente a la soledad, infelicidad, frustración, impermanencia e insubstancialidad de la realidad.
Sólo mediante este camino la realidad puede cambiar de vez en cuando. Esta es una de muchas verdades.
Maestro Budista Maitreya